Los australianos The Cat Empire presentarán su último disco en un concierto en la Sala Repvblicca el próximo 16 de noviembre
VALENCIA. Todo lo que rodea a The Cat Empire está dotado de cierta pátina de singularidad; pero de esas que no cuesta creerse, de las auténticas. Quizá sea, en gran parte, porque su excepcionalidad se forja desde su propia concepción en a principios del siglo XXI: un grupo que mezcla en una misma propuesta ska, reggae y ritmos latinos no encuentra en Australia su caldo de cultivo más propicio. Si bien las escenas de ska y reggae australianas, extraídas ambas de la influencia británica en la isla, existen como tal, no tienen la entidad y tradición de otras como la del punk-rock canguro. “Hasta donde yo sé, fuimos pioneros en Australia en ese tipo de mezcla de estilos”, reconoce Felix Riebl, cantante y compositor de The Cat Empire, justo antes de abrigarse en la indefinición de su propuesta: “en realidad no pertenecemos a ningún género, y creo que eso es los que nos permite movernos alrededor del mundo”.
The Cat Empire actuará en la Sala Repvblicca el próximo 16 de noviembre con sus compatriotas TinPan Orange como teloneros, tal y como llevan haciendo durante toda la gira de presentación de su último disco. “Lo de viajar es un coñazo, pero forma parte del trabajo”, explica Riebl. No será, sin embargo, la primera vez que visiten Valencia; en su anterior cita en la ciudad, el verano pasado en Burjassot, la misma respuesta positiva que en el resto del país: “recuerdo a la gente cantando muy fuerte incluso antes de que nosotros apareciéramos, era como un partido de fútbol”, cuenta Will Hull-Browns, batería del grupo. “La primera vez que salimos de Australia para tocar lo hicimos en el Festival de Edimburgo en Escocia”, recuerda Riebl, “allí, cada noche, el mismo grupo de viajeros españoles venía a nuestros conciertos, y nos hicimos amigos: desde entonces, algo ha hecho click con nosotros en España”.
Actualmente continuáis con la presentación de vuestro último disco. ¿Cómo está yendo la gira?
Felix Riebl: El público está siendo condenadamente bueno y las nuevas canciones han respirado aire fresco en los conciertos. El escenario está lleno de color, y la banda está tocando muy bien. Lo de viajar es un coñazo, pero forma parte del trabajo. Hemos dado muchos conciertos en los últimos años, así que después de Europa en noviembre vamos a tomarnos un tiempo lejos de la carretera en 2017. Será un descanso bien merecido.
Will Hull-Browns: Hemos tenido un año fantástico girando por el mundo. Es un privilegio hacer algo que te encanta y tener la oportunidad de visitar sitios tan fantásticos alrededor del mundo. Después de 15 años tocando todavía es fantástico subirse al escenario y tener delante un público que te da la bienvenida con tanta energía. Tenemos muchas ganas de terminar la gira en Europa y visitar España.
Desde 2003 no dejáis de encadenar discos nuevos con giras por Australia, Europa, Asia y America. ¿Cómo afecta eso a vuestro proceso creativo, y a vuestras vidas en general?
FR: Al parecer, estar exhaustos y, en parte, delirantes es bastante bueno para la producción creativa. En ese sentido, la música puede ser un poco como una serpiente que se come su propia cola: se alimenta de sí misma y sigue en marcha. En cualquier caso, también hemos tenido tiempo para el descanso en este periodo; por ejemplo, yo he podido hacer algunos discos en solitario y componer música para fuegos artificiales y películas, y otros han ampliado su familia y han trabajado en otros proyectos artísticos también. Lo de viajar y todo el lado promocional de este tipo de vida te puede terminar vaciando, pero el público, las grabaciones, las nuevas canciones y la experiencia de hacer básica es apasionante.
WHB: Sí, hemos girado durante los últimos 15 años. Y sí, hemos hecho alrededor de 1200 conciertos. Aún así, creo que siempre hemos sabido gestionarlo y conseguir un buen equilibrio entre viajar y la vida familiar. Es la clave para disfrutar la básica y no quemarse en los primeros años por estar constantemente girando; los largos periodos fuera pueden meter mucha presión a la banda, pero en periodos cortos mantiene la moral alta. Me refiero a girar durante cuatro semanas como contraposición a hacerlo durante 4 meses.
¿Estáis contentos con el resultado final de Rising With The Sun? ¿Es vuestro mejor disco?
WHB: Es difícil decir si es nuestro mejor disco, cada uno ofrece algo diferente. Lo que sí es cierto es que estamos muy orgullosos de este disco y disfrutamos tocando todas las canciones.
FR: Yo estoy contento con cómo ha resultado Rising With The Sun. Creo que es uno de nuestros mejores discos, pero es una opinión personal; tiene algunos momentos realmente únicos y sorprendentes, y musicalmente combina alguna de nuestras melodías más sencillas con algunas de nuestras secciones instrumentales más ambiciosas. Es un disco muy dinámico. No estoy seguro de qué es lo que lo hace diferente del resto más allá de que las canciones sean nuevas: cada disco tiene su atmósfera distintiva. Dicho todo esto, la gente y los instrumentos son los mismos, así que claramente hay sonidos que nos son muy familiares también.
Es vuestro segundo disco editado totalmente de manera independiente. ¿Cómo se gestiona todo esto después de estar en grandes discográficas?
FR: Steal The Light y Rising With The Sun han salido de forma independiente, sí. De alguna forma da testimonio de la búsqueda de la banda, y nuestro equipo de management y sus asociados han trabajado tan unidos que han hecho que todo haya salido bien. Supone mucho más trabajo que estar en una discográfica grande, pero así puedes ser más ágil y creativo en términos de decisiones; en un mundo digital, es mucho lo que una banda o artista puede conseguir por sus propios medios.
WHB: No creo que lleguemos a entender todo el trabajo que implica llevar una discográfica independiente, pero es muy gratificante y está bien tener la libertad de tomar tus propias decisiones artísticas.
Estuvisteis en EMI y Virgin. ¿Por qué decidisteis este cambio?
WHB: Creo que podríamos decir que llegamos a un punto en nuestra carrera en la que sentíamos que era el momento de tener fe ciega e ir a por ello.
FR: Nuestra experiencia en EMI y Virgin fue genial; siempre fueron respetuosos en nuestra peculiaridad y tuvimos control creativo en nuestras grabaciones. Desde entonces han cambiado muchas cosas en la industria musical y, para nosotros, tiene sentido tener el control de nuestro propio catálogo. Como decía, en el actual entorno digital una banda puede hacer mucho más por su cuenta; además, mucho de cómo sacamos nuestra música está en tocar en directo, y eso se ha mantenido.
Vuestra relación con España es muy especial. Cada vez que venís la gente responde llenando las salas. ¿Por qué creéis que sucede? ¿Tiene que ver con el tipo de música?
FR: La primera vez que salimos de Australia para tocar lo hicimos en el Festival de Edimburgo en Escocia. Allí, cada noche, el mismo grupo de viajeros españoles venía a nuestro concierto, y nos hicimos amigos; la canción ‘How To Explain’ los menciona, de hecho. Desde entonces, algo ha hecho click con nosotros en España. El público es muy apasionado, ruidoso y muy generoso: canto en un español pobre y la gente me lo perdona, y hasta canta conmigo. Siempre nos apetecen mucho los conciertos allí por la atmósfera que suele haber.
De hecho, en vuestro último disco hay una canción de título en español y otras dos (‘Bulls’ y ‘Wolves’) que tienen que ver con García Lorca y con Buñuel y Dalí. ¿Podéis explicar cómo surgieron?
FR: Estás en lo cierto. En ‘Bulls’ le pregunto a Lorca si puede hablarme sobre el otro lado de mi sombra; es uno de mis poetas preferidos. La otra referencia está en ‘Wolves’. Me emocionó mucho el cortometraje que Buñuel y Dalí hicieron, Un Perro Andaluz, la primera vez que lo vi, especialmente la escena en la que cortan el globo ocular; esa escena está en la letra cuando digo “slit the moon with a knife, step into de night”.
¿Qué esperáis de vuestro concierto en Valencia? ¿Guardáis algún recuerdo del anterior?
FR: Recuerdo estar en el escenario y encontrarme con una potente banda de percusión de mujeres tocando entre el público. Fue salvaje y muy bonito. Con suerte podemos hacer lo mismo otra vez.
WHB: Yo recuerdo a la gente cantando muy fuerte incluso antes de que nosotros apareciéramos. Era como un partido de fútbol.
¿Cómo acaba un grupo de australianos mezclando ska con reggae y ritmos latinos? ¿Hay tradición en Australia?
WHB: Australia es muy multicultural, especialmente Melbourne, donde empezó la banda. Siempre ha habido una escena musical muy animada y hay muchas bandas tocando todo tipo de música de cualquier parte del mundo. Crecimos entre grandes básicos y bandas que normalmente tocaban desde jazz a ritmos cubanos, pasando por reggae, soul o rock. Allí existe cierta emoción y mística con la música extranjera.
FR: Hasta donde yo sé, fuimos pioneros en Australia en ese tipo de mezcla de estilos. En realidad no pertenecemos a ningún género, y creo que eso es lo que nos permite movernos alrededor del mundo y ser abrazados en todos estos lugares tan diferentes entre ellos.
A los músicos no os suelen gustar las etiquetas pero, ¿qué diríais que aportáis a todos estos géneros como The Cat Empire?
WHB: Creo que estamos especialmente influenciados por la música cubana, el jazz, el funk y el rock, pero también hemos sabido cómo crear nuestro propio estilo interpretando el world music a nuestra manera; creo que eso ha tenido mucho que ver con las diferentes personalidades que hay en la banda y los instrumentos que tocamos.
FR: Yo intento no pensar demasiado en los géneros. Todo se hace bastante confuso. Antes que nada soy compositor, y pienso en las canciones como entidades vivas con personalidades propias. Trato de permitir que la canción decida hacia dónde ir y cómo quiere llegar; de vez en cuando me involucro si está siendo demasiada indecisa.
Sois una banda relativamente numerosa, y son ya 17 años juntos. ¿Cómo se consigue que una banda funcione durante tanto tiempo?
FR: ¡Ni idea! Hay algo mágico en lo de estar en una habitación escribiendo una canción y luego ir al estudio a ver cómo cobra vida, y finalmente subirse a un escenario a escuchar cómo la cantan varias voces. Eso es lo que me mantiene a mí en The Cat Empire; no puedo hablar por los demás. Empezamos cuando éramos unos adolescentes, y ahora estamos en los 30 y tenemos nuestras propias familias. Hemos pasado por muchas cosas juntos, aunque no lo comentamos demasiado. A veces nos reímos mucho y la convivencia es muy fácil, pero otras veces estamos distantes y extraños con los demás. Hay muchas emociones complicadas que surgen cuando giras como lo hacemos nosotros, y más cuando haces negocios que tienen que ver con la búsqueda de la creatividad; pero hay mucho amor, y somos parte de algo colectivo que tiene su propia fuerza.
WHB: Como he dicho antes, nuestra forma de hacer giras es la gran clave para permanecer unidos. Tener la oportunidad de vez en cuando para estar en casa le da a todo el mundo la oportunidad de pasar tiempo con la familia y tener otros intereses.
Vuestro sonido en directo, desde fuera, tiene mucho de creativo, de fiesta e incluso de caótico. ¿Esto también se prepara en el local de ensayo?
WHB: No ensayamos demasiado, en realidad.
FR: Para Rising With The Sun no hicimos ni un solo ensayo, así que cuando llevaba una canción al estudio la banda la aprendía en ese mismo instante, y a veces nos llevaba a lugares inesperados. Apenas ensayamos; cuando lo hacemos suele ser siempre muy aburrido y diferente a la imagen que la gente tiene de nosotros. Nos reservamos todo eso para lo de verdad sobre el escenario y sucede de la forma más natural ahí arriba.
WHB: Puede ser un poco de pereza, lo admitimos, pero quizá lo más importante es la atmósfera que se crea gracias a la sensibilidad jazz, donde la improvisación siempre es valorada. Es interesante que digas que parecemos relajados: hay momentos en el escenario en el que nadie sabe lo que va a pasar a continuación. ¡Eso no es nada relajante!
Si miráis atrás en todos estos años y los discos que habéis publicado, ¿encuentras una evolución clara?
FR: Eso espero, pero quién sabe. Echo la vista atrás en algunas canciones y discos y desearía que alguien me hubiera avisado de lo malas que eran, pero entonces también me encuentro con algunas cosas de las del principio y creo que son realmente interesantes y excitantes. También pienso en mi versión joven de 2003 y creo que estaría emocionado con algunas de las canciones que escribí en Steal The Light y Rising With The Sun. Trato de no pensar demasiado en ese tipo de cosas: la nostalgia, en cualquiera de las direcciones, puede ser peligrosa.