VALENCIA. La creación de empleo en 2014 dejó a un sector, la hostelería, como líder y triplicando las cifras del siguiente estrato, el autoempleo. Los datos de 2015, con una auténtica explosión turística en la Comunitat Valenciana que marca registros históricos en el número de extranjeros y de pasajeros llegados a través de sus aeropuertos, no apuntan en una dirección distinta.
Esa realidad industrial y laboral tiene una consecuencia soterrada que, según la Federación de Empresas de Hostelería de Valencia, "cada vez es más evidente". La patronal asegura que los empresarios hosteleros de nivel gastronómico y los escalones más inmediatos "tienen una fuerte demanda de este perfil". Además de los ciclos formativos, la propia FEHV tiene sus propios cursos en los que destaca "un fuerte interés de profesionales que quieren reciclarse". Cursos específicos que, por otro lado, han decrecido con la caída de subvenciones a la organización y a las empresas a través de créditos de formación bonificada.
En paralelo, la Escuela de Hostelería Gambrinus cumple tres años en la ciudad de Valencia. Impulsada por Heineken España, esta vía formativa tiene un 93% de alumnos insertados en el mercado de trabajo. Además de partir de una formación recoge un temario trabajado tanto en cocina como en sala, los alumnos tienen una salida en práctics asegurada en restaurantes de España como Quique Dacosta, Mugaritz, Casa Gerardo, Can Jubany, Zaranda, Ángel León, Ricard Camarena y otros tantos, entre los que por supuesto están Vertical y La Sucursal del grupo impulsor.
Esta iniciativa de Heineken España está presente en todas aquellas ciudades en las que tiene fábrica (Sevilla, Madrid, Jaén y Valencia) y es, en palabras de su Director Regional de Relaciones Institucionales, Pablo Mazo, "parte de la responsabilidad de la empresa con su entorno". Desde la EHG se apunta a que el valor que aporta la formación de profesionales revierte, precisamente, en todos los factores que van más allá del turismo: "un visitante no te va a recordar específicamente por lo buena que estuviera una Amstel o una Heineken, sino por todos los servicios y la calidad de los establecimientos".
Este hito que coloca a sus dos primeras promociones por encima del 90% de colocación en el mercado laboral, ha llevado a que la EHG sea reconocida por la multinacional como una best practice en Europa. Las vías de formación son dos: Técnico en Establecimiento de Restauración y el Curso de Gestión de Establecimientos de Restauración, este último enfocado a profesionales con responsabilidad en la gestión de establecimientos. En ambos casos, el responsable de la escuela Javier de Andrés, Mejor Director de Sala en 2013 según la Real Academia de Gastronomía, achaca buena parte del éxito al contacto con el restaurante desde el primer momento.
"Es cierto", apunta de Andrés, "que cada vez más nos llegan interesados en cocina. Incluso, notamos la influencia de la cocina creativa y de los concursos de cocina, pero nosotros también tenemos que bajarlos a la realidad y hacerles ver todas las caras del negocio hostelero". De Andrés redunda en la idea apuntada por la FEHV: "a menudo es muy difícil que retengamos el talento que hay en la escuela. Por una parte, porque hay una alta empleabilidad directa en los lugares de prácticas; por otro, porque deciden viajar fuera a continuar formándose, cosa que es sana para su futuro".
De hecho, de Andrés asegura que "hacemos todo lo posible para disuadirles del autoempleo, porque han de viajar y han de formarse en cocinas antes de tomar esta opción". Desde Heineken España ven esa labor de consultoría de empresa hostelera a futuro "como algo natural", aunque el propio Mazo da por amortizada la inversión por parte de la multinacional de origen holandés: "somos conscientes de que los alumnos rotarán y estarán vinculados o no a Heineken, pero igual que nos preocupamos por las compras locales o la responsabilidad ambiental, es la forma de contribuir por nuestra parte a aumentar la calidad del servicio general".
El propio de Andrés, responsable del temario y coordinador de la cátedra: "combina teoría y práctica: los alumnos son los cocineros y camareros en prácticas que cocinan, preparan los platos y atienden al público. En los fogones predomina la gastronomía moderna y mediterránea, símbolo de vida sana y de tradición cultural, y un buen acompañante del disfrute cervecero.
Entre algunas de las más novedosas -y propias- de Andrés programa sesiones con actores de teatro que ponen en sala algunas situaciones extremas. Son solo algunas de las prácticas, con una visión importante de la gestión empresarial en primera persona, que están detrás de premios como el del ganador del concurso "Road to Millesime", un alumno de la última hornada que tuvo la oportunidad de presentar una tapa de su creación en esta prestigiosa cita con la alta gastronomía.
EL VELES E VENTS, ESPACIO -TAMBIÉN- FORMATIVO
La relación entre Heineken España y uno de los grupos de restauración con mayor vinculación en Valencia, La Sucursal, ha surgido uno de los proyectos más ambiciosos de la empresa a nivel nacional: su participación en el concurso público para la gestión de Veles e Vents. En octubre se decidirá quién es el nuevo inquilino de esta dotación surgida de la llegada de la America's Cup a Valencia.
Para este edificio, Heineken y Grupo La Sucursal han presentado "una atractiva oferta cultural y creativa", según afirman. La idea es que este mismo espacio incluya también una parte notable de su oferta de formación, que las empresas vinculan a la "transferencia de conocimiento y empleabilidad y gastronomía mediterránea".