VALÈNCIA.
A Sebastià Miralles (Artista), in memoriam.
Dels Reflexos es el título de uno de los libros de poemas que Sebastià Miralles publicó hace unos años. Tal vez el título genérico de ese poemario resuma mejor que nada lo que ha significado su vida.
Hablar de los reflejos, escribir sobre ellos, hacerlos físicos a través del dibujo y la escultura, convertirlos en algo tangible, degustarlos, disfrutarlos, supone situarse, posicionarse al borde de las láminas reflectantes que son el mar, la escultura, la música, la poesía, la docencia, la comida, la amistad. Y comprobar cómo tu imagen y la de enfrente se duplican sobre ese espejo e intervenir en él lanzando sobre su centro cantos rodados, objetos, palabras, experiencias, condimentos, conversaciones… que enlacen las imágenes reflejadas para unificarlas creando otras de mayor expansión. Una versión doméstica del cosmos en la que lo orgánico se rige por reglas matemáticas invisibles.
Qué cercana esta idea a la obra escultórica que Sebastià Miralles ha dejado. Qué próxima a la medida de las palabras ordenadas que son sus poemas pareciendo fruto del azar. Qué lindante al concepto de amistad en la que la suma y los cocientes determinan los resultados.
Sebastià no hablaba del reflejo en aquel libro, sino de los reflejos, de la pluralidad, de la unión de la actitud individual con el espacio, el tiempo y quienes lo ocupamos y de la reacción que provoca intervenir sobre ellos. Una actitud llena de compromiso en lo social, lo político, el arte, en su maestría como docente y en la relación personal. Una actitud lúcida y madura plena de sensatez. Una actitud vital que con toda seguridad comenzó con sus primeras miradas conscientes sobre las playas de Vinaròs, donde nació.
Actitud y mirada que depositó en cada una de sus creaciones. Una manera de estar en el mundo idéntica en su caso a la de abandonarlo: mirar al frente, posicionarse, ver lo que viene hacia ti, bañarse alegremente, mantener buen juicio ante las olas más fuertes, disfrutar, salir a flote y volver a zambullirse, formar parte del todo en la pleamar y un día como el de ayer fundirse con la resaca de la bajamar. Todo tan cerca del principio de todo que hoy podría haber sido otro alegre día, si no fuera porque estamos tristes.
Buen viaje, amigo.
Sebastián Nicolau, José Luis Ros, Eduardo Sepúlveda, Miguel Ángel Ríos, Tono García, Josele Luna, Toya Bofill, Horacio Silva, Andi Mellado, José Luis Fernández, Pablo Sedeño, Manuel Sanjuán, Manuel Miralles, Pepa Cucó
* Cada martes, desde hace muchos años, un grupo de amigos, entre los que Sebastià Miralles se encontraba, nos reunimos para charlar, cenar, pasar un rato todos juntos. Cada uno va cuando puede, pero seamos los que seamos, incluso los definitivamente ausentes (Martín Caballero) están presentes en cada ocasión. Para nosotros cada día a partir de hoy, en su memoria, será martes.