VALÈNCIA. El compositor y músico John McLaughlin ha recibido el título Doctor Honoris Causa en música de la mano del presidente de Berklee, Roger H. Brown en la ceremonia de graduación de la quinta promoción de alumnos de master del campus de Berklee en Valencia que ha tenido lugar en el Auditori del Palau de les Arts Reina Sofia esta mañana.
En palabras de Brown dirigiéndose a los alumnos en su discurso de presentación, "este campus es un sueño hecho realidad en el que comencé a trabajar con un grupo de personas en Berklee en 2006. Por ello, estar hoy aquí, viendo el resultado de vuestro arduo trabajo durante este año, es como despertar en medio de ese sueño. No podría estar más orgulloso de todo lo que habéis logrado y, sobre todo, todo lo que sé que vais a hacer a partir de hoy. Estoy también muy orgulloso del profesorado y de todo el equipo del campus, que dedican todos sus esfuerzos en hacer que este lugar sea un caldo de cultivo para vuestro crecimiento y experimentación".
Por su parte, momentos antes de recibir el título Doctor Honoris Causa, con el cual Berklee reconoce a artistas de todo el globo por sus logros y trayectorias en el mundo de la música, así como por sus contribuciones a la cultura de los Estados Unidos y a nivel internacional, McLaughlin ha afirmado que “el rol de la música como lenguaje universal es el mismo hoy que en el pasado. La música es la forma más elevada de unión colectiva, ya que en cualquier concierto puede haber cristianos, hindúes, musulmanes, budistas, o ateos, todos ellos tocando con un mismo propósito: disfrutar de la música”.
“La integración está en el corazón del jazz, que desde sus inicios ha sido fruto del encuentro de culturas musicales diversas: ya en los 50, el jazz empezó a integrar influencias musicales de Centroamérica, y de Cuba en particular, a finales de los 50 Miles Davis integró elementos del flamenco, a lo que más tarde seguirían las músicas brasileiras, asiáticas, o de oriente medio”, ha continuado.
Reflexionando acerca del importante papel de la espontaneidad, McLaughlin ha asegurado que “En la vida estamos improvisando continuamente. En nuestras interacciones con otras personas nos encontramos ajustando espontáneamente lo que intentamos decir mediante el ritmo, la armonía, y la melodía. Al subir a un escenario, para poder improvisar hay que alcanzar un estado mental difícil de conseguir a fin de que se dé esa espontaneidad honesta, capaz de crear un momento mágico entre el músico y el público, pero que no puede ser invocada a nuestro antojo ya que proviene de la inspiración y, por ello, está fuera de nuestro control.” A modo de conclusión, McLaughlin ha matizado que “aún así, con dedicación y perseverancia la inspiración llega y, como músicos, debemos estar preparados cuando nos llame. Gracias a la inspiración podemos expresar quiénes somos de verdad intelectual, emocional y espiritualmente.”.
137 alumnos de 30 países se han graduado en cuatro másteres altamente especializados del campus de Berklee (Interpretación Contemporánea; Producción y Tecnología Musical; Gestión del Negocio de la Música; y Composición para Bandas Sonoras) tras un año repleto de eventos como La Nit de Berklee, que el sábado pasado reunió a miles de personas en la Ciutat de les Arts i les Ciències, el simposio Women and Conducting en febrero, que contó con la participación de Plácido Domingo, o la cuarta edición de TEDxBerkleeValencia, todo ello en el marco del quinto aniversario de la sede de la institución en la ciudad del Turia.