VALENCIA. El pasado viernes se presentó el XX Festival de Jazz del Palau de la Música. El cambio en la presidencia -de la ex regidora Mayrén Beneyto a la actual Glória Tello- en el organismo autónomo mejor dotado presupuestariamente del Ayuntamiento de Valencia, cuyo presupuesto supera es parejo al de la suma de las tres concejalías del ámbito cultural de la ciudad, se ha dejado notar en el modelo para este evento. Un encuentro que según su principal promotor durante casi toda su existencia y director artístico, Julio Martí, "se organizaba sin presupuesto cada año, dos meses antes, tratando de salvar la situación".
Con un diseño de cartel sublime, obra del Premio Nacional del ramo, Dani Nebot, esta vigésima edición ha cambiado la fórmula que el propio Palau ofrece a la ciudad: 24 conciertos, dos de ellos de calado internacional y dos líneas muy claras para dar cabida a los músicos valencianos (169, el 80% de todo el cartel) y abrirse al resto de la ciudad con seis actuaciones en distintos barrios. "El festival ha perdido peso internacional para representar a la escena local", ha valorado Martí en declaraciones a Valencia Plaza.
Los dos conciertos del 'estadio' internacional serán los de Charles Lloyd y Hermeto Pascoal, además del fichaje de Juan Perro para disfrutarle en su vis más jazzística juntoa a la Sant Andreu Jazz Band. El resto del cartel, orquestado por Chevi Martínez y Francisco Blanco "Latino", tiene "un carácter decididamente valenciano", como apuntó la concejala, en el que también predominan los precios más asequibles, entre los 10 y los 30 euros. Su presupuesto, 60.000 euros en programación y producción y otros 15.000 para el seminario donde se darán cita diversos colectivos y escuelas de Jazz de toda la península Ibérica: Seminario permanente de Pontevedra, Berklee Valencia, Musikene, Clasijazz, Centro de Artes y música moderna de Málaga y Sedajazz, de Valencia.
Sin embargo, el que fuera promotor esencial para que durante sus primeras 19 ediciones recalaran en la ciudad algunos de los referentes del jazz internacional, Martí, lamenta no haberse podido reunir con Tello para presentarle su proyecto. El promotor se vinculó desde el inicio de su andadura profesional a la promotora de George Wein responsable, desde 1955 del Festival de jazz de Newport, esencial para entender el posterior devenir de toda la escena internacional. "Cuando empezó a gobernar el PP en la ciudad de Valencia no querían trabajar conmigo porque, durante todos los 80, las instituciones del PSOE habían trabajado conmigo. Cuando Beneyto quiso traer a Valencia a Ray Charles se dio cuenta de que el responsable para España era yo. Entonces empezamos a trabajar poco a poco".
Desde la concejalía dejan claro que este año se pretendía que el festival "impregnara toda la ciudad y llegara a todos los barrios posibles. Esa es la línea política marcada". Además, aseguran que la programación está relacionada con "abrir el festival a nuevos públicos", "con actividades también para los más pequeños". Fue, según las fuentes oficiales, "un grupo de técnicos expertos del Palau los que decidieron que este [el presentado] era el proyecto que más se ajustaba a lo que queríamos". No obstante, en esa línea, el festival se ha tomado muy en serio "contar con grandes músicos de jazz valencianos que estaban totalmente marginados y que tienen una calidad reconocida internacionalmente, como es el caso de Perico Sambeat que no había actuado nunca con su big band en su ciudad, en Valencia".
Martí ha mantenido en cartera desde 1977 a Miles Davis, BB King o el propio Charles. Este verano ejercerá de promotor en festivales tan importantes de la geografía española como el de San Sebastián, San Javier, Peralada, Almuñecar o el mismísimo de Torrent. La ciudad de l'Horta Sud presenta un trío de conciertos de talla internacional que, por su cuenta, ya suponen el mejor cartel del Jazz Panorama programado hasta la fecha. Martí se muestra satisfecho, al igual que con su labor como director artístico de las Noches del Botánico en Madrid. Un mes con una mareante propuesta de conciertos para la capital tales como Patti Smith, Robert Plant, Wilco, Benjamin Clementine o los que tendrán su réplica en la Gran Fira de València (Feria de Julio): Steve Vai, Toquinho & Maria Creuza, The Alan Parsons Project, Gloria Gaynor, The Orchestra ft. Electric Light Orchestra o Melody Gardot.
Por su bagaje, su vinculación al festival de jazz más relevante de la capital valenciana, su extensa participación este año en la Feria de Julio y su presencia en el escenario nacional -operando desde Valencia-, Martí responde a las preguntas de este diario:
-¿Está satisfecho con la Feria de Julio que se ha programado in extremis?
-Bastante satisfecho, la verdad. Hemos pasado de tener algún año con un par de conciertos internacionales, importantes, a tener 9 o 10.
-¿Han contado con usted de alguna manera para organizar el Festival de Jazz del Palau de la Música?
-No. Esperaba haberme podido reunir en los plazos adecuados con la presidenta del Palau. Pensaba que se haría otro tipo de festival y, en efecto, así ha sido, pero sin contar conmigo.
-¿Qué le parece el nuevo enfoque?
-Nosotros ya teníamos intención de dar cabida a la escena artística valenciana. Que toquen todos los músicos valencianos es maravilloso y es una idea por la que tenía mucha ilusión y que pensaba que la nueva concejalía pondría en marcha. Me ha decepcionado que no se contara conmigo para ver qué opinión tenía ya que llevo programando jazz en toda España desde hace 39 años.
-¿Qué se pierde con respecto al anterior modelo?
-Creo que hemos pasado de un lado al otro, y que había un público más o menos homogéneo en la ciudad que permitía el enfoque que incluía una apuesta más internacional. Durante los últimos años hemos hecho un milagro con la ausencia de presupuesto, respaldándolo mucho en la venta de entradas. Sigo pensando que es una ciudad idónea para dar cabida a un gran festival de jazz internacional con otro presupuesto, porque en este caso apenas se ha mejorado levemente al que veníamos teniendo. A título personal solo lamento haber podido colaborar o aportar experiencia porque me sigue haciendo ilusión colabora en Valencia para el festival.
-Para entender el contexto presupuestario del Festival de Jazz del Palau de la Música, ¿cuáles son los presupuestos que se manejan en certámenes similares?
-Por ejemplo, en las bases del concurso que se llevará a cabo a finales de julio en Alicante, 6 conciertos internacionales tienen un presupuesto de 170 o 180.000 euros. Es una cifra potente, holgada. En el caso del pliego del festival de jazz y blues de Córdoba ronda los 80.000 euros. En Toledo, para 3 días, tienen 36.000 euros. En Valencia el 50% del presupuesto se lo llevaba tradicionalmente el concierto que se daba en los jardines del Palau. Además, se ha prescindido del patrocinador, algo que no entiendo bien...
-Desde la regidoria aducen que es para abrirse a un público de menores.
-Ha estado varios años y creo que no ha generado ninguna controversia, incluso con el concierto gratuito y de acceso libre. No creo que se esté en condición de restarse apoyos de ningún tipo.
-¿Qué le parece la programación coordinada por 'Latino' y Martínez?
-Han hecho una propuesta que seguro ha tenido detrás mucho trabajo y dedicación. Mi opinión es que necesitamos más en una ciudad como valencia. Ofrecer más y esperar más. No descartar el jazz local y contar con el mejor internacional.
-Pero el presupuesto es el que es y el nuevo modelo es el que trata de cumplir la programación.
-Es que creíamos que el presupuesto se revisaría. No obstante, estamos atrapados en una deuda monumental en todas las administraciones y el gasto social es prioritario. Ahora, no cabe perder de vista que se ha de mantener un estado cultural que es capital para esa misma sociedad. Necesitamos ser más ambiciosos en este sentido y Valencia por muchos motivos, potencialidades, puede tener un cartel tan bueno como el de la mejor de las ciudades. Entre otras cosas, precisamente, porque tenemos más músicos que cualquiera de esas ciudades
-¿Qué pueden aportar en ese caso las administraciones en este momento?
-Se pueden encauzar mucho mejor las cosas. Tienen la capacidad de hacer que todo el mundo que quiera, hablando de promotores, aporte lo que pueda. Tienen la capacidad de promover, de publicitar, de promover y de facilitar los espacios que la ciudad tiene para operar, que tiene muchos por cierto. Así que todavía pueden aportar muchísimo.
-Y en esa idea de ambición para el festival de jazz y en una hipotética nueva fórmula para sobredimensionar el encuentro, ¿qué papel puede ejercer para la ciudad?
-Hay que calibrar el alto valorar cultural y en sentidos más económicos que han aportado festivales como Benicàssim o más recientemente el Rototom o Low Festival. Hace apenas unas fechas que el Festival de les Arts ha ido realmente bien en Valencia. La ciudad tiene toda esa capacidad para ejercer de marco y escaparate en el eje mediterráneo, de referente de multiculturalidad. En ese sentido es necesario ver a la cultura como una oferta que alimenta los valores de tolerancia, solidaridad y hospitalidad que por otro aldo han estados vinculados a esta tierra desde hace siglos. Más allá de la situación económica, y en concreto tal y como estamos trabajando ya los promotores en colaboración con la Generalitat Valenciana, hay que crear una marca para la oferta turística que se vincula a la música. Es necesario y lo es como un reclamo durante décadas de muchos sectores, que por si fuera poco tuvimos que ver como se atraían a base de dinero unos eventos de élite máxima, muy alejados de esta idea que es clave para la oferta turística y para poner en valor la relación de este lugar y su relación con la música.