VALÈNCIA. La fiesta del caso Gürtel en la Comunitat Valenciana no acaba, un caso que de forma indirecta también ha salpicado a otra fiesta, las Fallas, a través de un nombre: Jorge Guarro. El que fuera jefe de servicio de Promoción de la Agencia Valenciana de Turismo, condenado en la pieza 3 de la trama, relativa a las irregularidades en contrataciones de la feria Fitur entre los años 2005 y 2009, ha generado un clima de tensión en la Junta Central Fallera (JCF) que esta semana ha vivido un último capítulo que ha dejado temblando al bando pro-Pere Fuset, concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València. Exvicepresidente de JCF y Delegado de Sector del Botánico, la imputación a Guarro levantó ampollas en el sector festivo, una grieta que separó aún más a los que ponían en duda la conveniencia de que continuara en el cargo representativo y aquellos que optan por esconder bajo la alfombra la condena para proteger a uno de los impulsores del expediente para que las Fallas fueran declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
“Es lamentable la imagen del vicepresidente de la Junta Central Fallera, imputado por un caso que pone en duda la financiación del Partido Popular, lo que nos hace sospechar del uso político que el PP ha hecho históricamente de la JCF”, declaraba el ahora alcalde de València Joan Ribó en marzo de 2012, un parlamento que concluía con una petición a Rita Barberà: la “renovación urgente” del organismo. Condenado a cuatro años de prisión y quince de inhabilitación por malversación y prevaricación administrativa, esto último no le impide a Guarro formar parte del organismo municipal. Tras tres años como cabeza visible de su agrupación en Junta Central Fallera, desde el área de Cultura Festiva cruzaban los dedos para que los falleros, encargados de elegir directamente a sus representantes, abrieran una nueva vía dejando fuera de juego a Jorge Guarro en este 2017 de renovación de cargos. Pero no pasó.
La esperanza estaba puesta en Inma Guerrero, de la falla Borrull-Turia, pero una jugada maestra digna del Risk terminó por aguar el intento de cambio. El hasta ahora presidente de la agrupación, Fernando Vallés, se postuló como ‘competencia’ de Guarro, lo que la dejó fuera de juego y sin tiempo de reacción. Si, como las francesas, las elecciones se iban a disputar entre dos, un giro de los acontecimientos acabó por poner en bandeja la victoria a Guarro, tras retirar su candidatura en el último momento Vallés, lo que le dejó el camino libre. Los intentos del sector afín a Fuset por ensalzar a Inma Guerrero encendieron las brasas de sus oponentes, cuya estrategia salió redonda haciendo fuerte al frente conservador. El movimiento ha sentado como un jarro de agua fría en la cúpula de JCF, que responderá no ubicando a Guarro en ningún cargo de responsabilidad, aunque seguirá muy presente, al menos, hasta el 2020, cuando se renueve el cargo. Guarro 1-Fuset 0.