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VALÈNCIA. El uso de la base del Alinghi tendrá un canon mínimo de 220.000 euros anuales y se adjudicará por 40 años, con posibilidad de prórroga de 25 años. Así lo recoge el anuncio de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) sobre el otorgamiento de derecho de superficie del espacio, que ha sido publicado este martes por el Boletín Oficial del Estado (BOE). Un proceso que fue iniciado a principios de año cuando Marina de Empresas, conglomerado emprendedor impulsado por el empresario valenciano Juan Roig, pidió una ampliación de su centro, ubicado en las bases BMW-Oracle, +39 Challenge y Team Shosholoza, en la Marina Norte.
El movimiento se dio tras el intento fallido de ampliar instalaciones en el Tinglado 4, en la Marina Sur, zona donde ya estaba ubicada la sede de Angels, su brazo de inversión. Un proceso del que desistieron tras las demoras generadas con el anterior ejecutivo. Fue el pasado 26 de enero cuando el Ayuntamiento de València cuando aprobó una declaración de interés general del edificio del Alinghi para fines de emprendimiento y formación. Ahora, la propuesta abre la posibilidad a que otros promotores presenten su proyecto durante los próximos 30 días hábiles.
A partir de la propuesta, fue el 31 de enero cuando la Autoridad Portuaria inició la reversión del espacio la base para poder iniciar el proceso de adjudicación mientras se pone en marcha un nuevo ente gestor de la dársena. Como ya explicaba Valencia Plaza, el Consorcio Valencia 2007 no puede explotar nuevos espacios al estar en proceso de liquidación. El consistorio tampoco, dado que los edificios cedidos por la APV al Ayuntamiento solo podían ser utilizados por otras administraciones con fines de utilidad pública o interés social, lo que no incluía la explotación comercial de los mismos a través de licitaciones. Para ello, como se apuntaba, el inmueble ha tenido que volver a manos de la Autoridad Portuaria, encargada de iniciar los trámites de cesión.
Según especifica el documento, la cantidad mínima a invertir en el proyecto debe ser 14,5 millones, un importe que parte de la propuesta formulada desde Marina de Empresas y que tendrá que ser superado por propuestas alternativas. Con el proceso ya en manos de la Autoridad Portuaria, fue con fecha 27 de marzo cuando Lanzadera Emprendedores SLU pedía un derecho de superficie con la "finalidad de implantar en la misma un espacio dedicado al emprendimiento y a la creación de empresas". Según señalan desde Marina de Empresas, "Alinghi es la ampliación natural de los edificios de EDEM y Lanzadera".
El proyecto, según concreta el BOE, "alcanza desde la formación de jóvenes emprendedores, su integración en iniciativas emprendedoras mediante el apoyo integral de sus proyectos, hasta, finalmente, la creación de empresas consolidadas, nacidas, precisamente, de dichas iniciativas". A pesar de su deseo de expandir Marina de Empresas en la dársena, Roig también anunció una ampliación de Marina de Empresas con un nuevo edificio entre las calles Vicente Brull y San Pascual y la plaza Conde de Pestagua, en el entorno de las Atarazas de la ciudad. Un proyecto que se replanteará en el caso de avanzar con sus planes en la base del Alinghi.
En el caso de presentarse otras propuestas, el derecho de superficie del espacio tendría que salir a concurso, como ya ocurrió con la antigua Estación Marítima.
Si finalmente el proceso llega a buen puerto, terminará una etapa para un espacio en el que, desde hace años, no cuaja ninguno de los proyectos anunciados. Fue allá por 2017 cuando la dirección del Consorcio Valencia 2007 decidía que sería la encargada de gestionar la base del Alinghi y convertirlo en un espacio de referencia en la dársena. Simbólicamente, ya utilizaba esta nave para actos institucionales como la presentación de la nueva imagen de la Marina de València. Sin embargo, para ejecutar su estrategia, era necesario reformar el espacio. Una cuestión que a pesar de abordarse, nunca llegó a materializarse.
En septiembre de 2018 abría las puertas un centro cultural bajo el nombre de La Base, un espacio que nacía “abierto a la ciudadanía y a una programación continua de actividades”. La inauguración con la exposición de Antoni Miró reunió a la primera plana política y social, pero el confinamiento dio la estocada al proyecto.
A final de la pasada legislatura, la intención del entonces alcalde de València, Joan Ribó, fue adjudicársela 'a dedo' al servicio autonómico de empleo, Labora, para que ubicara allí un centro de orientación y emprendimiento. Sin embargo, lo hizo sin el visto bueno de la Conselleria de Hacienda, con el rechazo del PSPV, sus socios de gobierno, y con reparos de los servicios jurídicos municipales. Al final, un recurso del PP llevó a Compromís a recular y anular la cesión directa del inmueble al organismo de la Generalitat.