VALÈNCIA. La Cabina – Festival Internacional de Mediometrajes de València ya ha arrancado sus motores. El Teatre Talia fue el escenario elegido para la gala de inauguración que se celebró ayer a las 20 horas. La actriz, presentadora y monologuista María Juan se encargó de presentar el evento en el que el público pudo disfrutar del mediometraje inaugural Histoires D’Entrejambes (Crotch Stories), dirigida por Myleine Guiard-Schmid y que compite en Amalgama, sección dedicada a mediometrajes de no-ficción y otros lenguajes.
Hoy, miércoles 10 de noviembre, se proyectarán tres películas de la sección Amalgama en el Centre Cultural La Nau. En el pase de las 18 horas se proyectarán “Imperdonable” y “Vas-y Voir”, y a las 20:30 horas, “Camping Life”. Este año entran en competición en esta sección 12 mediometrajes procedentes de Finlandia, Italia, España, Francia, Mongolia, Rusia y El Salvador, de los cuales siete se estrenan en España.
La Cabina otorga protagonismo tanto al mediometraje como a sus creadores, es por ello que trata de que sean sus propios protagonistas los que presenten sus películas al público asistente y puedan entablar una conversación con él tras la proyección.
Dinah Ekchajzer, directora y guionista del mediometraje Vas-y Voir, estará a las 18 horas en el Aula Magna del Centre Cultural La Nau junto a Irene Liberia, responsable del Observatori Cultural de la Universitat de València. A las 20:30 horas, Josep Pérez, director del mediometraje Camping Life, presentará el film y mantendrá un coloquio posterior con el público asistente junto a la directora de La Cabina, Sara Mansanet
Josep Pérez (Barcelona, 1970) debutó en 1995 con el cortometraje La Excursión. Desde entonces, es el autor de una decena de cortometrajes y cuatro largometrajes además de escritor de guiones y realizador de series de TV, alternando siempre ficción con documental. Sus dos últimos filmes son los documentales Pemba vuelve a Goli (2017) y Los discípulos de Marcel Duchamp (2019).
A las 18:00 en La Nau también se presentará Imperdonable de Marlén Viñayo. Geovanny, un despiadado sicario de la banda Barrio 18, cumple su condena en una celda de aislamiento de una prisión evangélica salvadoreña, donde no solo es culpable por sus crímenes sino por un ‘pecado’ imperdonable tanto para la Iglesia como para la banda: ser gay.