La Diputación recupera su autoestima artística con la macroexposición ‘Memoria de la modernidad’

VALÈNCIA. “Quiérete a ti mismo”. Esta no es la frase de un sobrecillo de azúcar ni una referencia a Rupaul –aunque bien podrían ser las dos cosas-, sino el punto de partida del nuevo proyecto expositivo de la Diputación de Valencia con el que quieren mimar su colección dando a conocer un buen puñado de las joyas que desde hace años descansan en sus fondos. Bajo el lema Memoria de la modernidad. La colección del patrimonio artístico de la Diputación de Valencia, la institución ha confeccionado de la mano de la Universitat de València una macroexposición con una composición original de aproximadamente 120 piezas que viajará por distintas comarcas de la provincia, ofreciendo una amplía selección de sus generosos fondos. La muestra, cuyo tamaño se adaptará en cada una de sus paradas dependiendo del espacio previsto, abrió sus puertas por primera vez ayer en el Museo de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente de Requena, donde se podrá visitar hasta el próximo 3 de septiembre, cuando empezará su periplo por Alzira, Gandia, Ontinyent, Sagunt y Torrent.

Con obras de Ribalta, Vicente López, Sorolla, Pinazo, Benlliure o Equipo Crónica, entre las cinco secciones de las que se compone la exposición una está dedicada explícitamente al papel de la mujer en la colección pública. No en vano, la representación femenina en los principales museos de la Comunitat Valenciana es de apenas el 5,19%, un porcentaje engrosado ‘gracias’ a los museos que exponen obra de reciente creación. De esta forma, en la sala ‘Mujeres artistas. Nuevas narrativas en torno al arte contemporáneo’ se referencia a la presencia de artistas en los concursos de la diputación, que se remonta a la década de los años 30, aunque no sería hasta 1961 cuando por primera vez la pensión de Pintura recayó en una mujer: Aurora Valero.

"Creíamos que era necesario determinar una sección para poner en valor a las mujeres artistas porque no se conocía. Investigando este fondo, concretamente Mireia Ferrer, ha descubierto que en la década de los años 60, sobre todo al principio, la primera mujer pensionada por la diputación es Aurora Valero y, a partir de esta década, el número de mujeres artistas que participan en el concurso de pensionados es el cincuenta por ciento. Eso se da a conocer por primera vez en el catálogo que hemos escrito", explicó Rafael Gil, comisario de la muestra. De igual forma, sería con la instauración de nuevas becas de creación, como la Alfons Roig en 1981, cuando se notó un aumento en el número de mujeres participantes, estando entre las premiadas Carmel Calvo, Victoria Civera, Carmen Grau, Elena del Rivero Zardoya o Rosa María Artero.

Junto a Gil, presentó la exposición el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, y el alcalde de Requena, Mario Sánchez, junto a una nutrida representación institucional que abarrotó el museo de arte contemporáneo en la jornada inaugural, ante la atenta mirada, también, de unos vecinos sorprendidos por la comitiva desplazada al municipio. Lo cierto es que es precisamente ese uno el de los objetivos del proyecto ‘La Diputació a les comarques’, fijar la atención en las distintas localidades de la provincia con propuestas potentes en el ámbito cultura. “Las comarcas de interior también existimos”, reivindicó el alcalde de Requena, que destacó la exposición como el “principal atractivo turístico” de cara al verano, además del patrimonio del que ya cuenta la localidad -como las Cuevas o el Palacio del Cid- o los “cavas, vinos y embutidos” típicos de la zona.

Por su parte, Rodríguez destacó la iniciativa de sacar esas obras de almacenes y despachos para así darlas a conocer a todos los ciudadanos, al tiempo que “ayudamos a los historiadores a reescribir la historia del arte valenciano”. El presidente insistió en que “la única forma de querer a la Diputación es que se la conozca”, y en esa línea se ha dado luz a este proyecto tras “un año de intenso trabajo por parte de los técnicos del área de Patrimonio y del comisariado de la Universitat de València”. Con este gran proyecto expositivo esperan recuperar la autoestima artística de la institución, sacando a relucir su patrimonio, un proceso para el que se “ha hurgado en los fondos de la Diputación para extraer estas grandes obras, algunas inéditas, de los artistas que han escrito la historia del arte valenciano de los siglos XIX y XX, y también de los siglos XV y XVII”, destacó el comisario de la muestra.

De la tradición a la vanguardia

Fue precisamente Rafael Gil quien también quiso destacar lo “arriesgado” de un proyecto que quiere “llegar a los valencianos con más dificultad para acceder a estas obras, en lugar de la comodidad de haberlas expuesto en cualquier museo de València”. Memoria de la modernidad, cuya imagen ha sido creada por el diseñador Ibán Ramón, cuenta con cinco ejes que son a su vez espacios expositivos: los pensionados de la Diputación, entre los que destacan Sorolla y Pinazo; los paisajes y retratos, muchos de ellos desconocidos por los expertos; las mujeres artistas; la identidad valenciana y un apartado muy especial que define la muestra, de la tradición a la vanguardia. Si la muestra abarca distintas épocas, esto queda más que claro, por ejemplo, en la sección de retratos, donde se ven las caras el Lorenzo Latorre Blay pintado por Artur Heras en 1981; la Clementina Ródenas de Manuel Boix, retratada en 1995; o el retrato de la Condesa de Sirat, pintada por Josep Vergara en 1790.

De igual forma, el templo de San Nicolás, a escasos metros del museo Florencio de la Fuente, acoge una muestra paralela en la que se explica la historia y el funcionamiento de la Diputación de Valencia, con paneles gráficos que completan el trabajo didáctico y divulgativo que se inició con el Quadern de la Dipu, dirigido a los más pequeños y distribuido por los colegios, y el Catálogo de Servicios, una aplicación digital actualizada que recoge todas las áreas de la institución y lo que hace cada una de ellas. Además de estas dos exposiciones, Requena disfrutará durante estos tres meses de otro tipo de actividades paralelas, como sesiones teatralizadas, visitas guiadas nocturnas, talleres, charlas y coloquios, y conciertos de música organizados por el programa Sona la Dipu.