VALÈNCIA. La directora argentina Julieta Ledesma presenta su opera prima 'Vigilia' en Cinema Jove el 29 de junio, a las 22:30 horas en la sala Berlanga de La Filmoteca. La película es la madurez del drama seco y contenido plasmado en un film de una directora que se entrena y que participará en un posterior encuentro con los asistentes.
Para su debut en la dirección, la realizadora argentina ha desarrollado un film deslumbrante en su puesta en escena, heredera de las vanguardias históricas de su país de los sesenta. No en vano, la realizadora y guionista cita a Leopoldo Torres Nilsson como una de sus referencias. También alude al cine de Leonardo Favio, o a los trabajos más recientes de Lucrecia Martel y Diego Lerman. La película se rodó en Santiago del Estero, una provincia al norte de Argentina cuyos paisajes se prestan para arropar una historia de pesadilla en un paisaje de sequía, donde las imágenes cobran un fuerte significado simbólico.
De hecho, 'Vigilia' es una película muy física, en la que la tierra y el polvo tienen una presencia significativa, que casi se puede palpar. El plano sensorial juega un papel fundamental en la construcción del drama. "La atmósfera de la película, la sequía, el polvo, el calor... eran para mí elementos narrativos fundamentales y de los que estaba muy pendiente en cada una de las tomas. Muchas de las sensaciones están trabajadas también en un plano sonoro de muchísimo detalle, como las chicharras, los vientos, el agua, lo reseco, los silencios y demás. La casa y el espacio eran tan importante a nivel narrativo como los personajes. Cuidamos cada detalle porque en este universo cada pequeño elemento contaba", destaca Ledesma.
En síntesis, 'Vigilia' es la historia de un duelo entre un padre y un hijo. Las tensiones que les han llevado hasta este cisma violento son la homosexualidad, la violencia de género, las relaciones de poder en la familia y las secuelas de una guerra reciente, que podría ser la de Las Malvinas. En la película se despliegan dos mundos enfrentados ante un mismo drama. Uno, el masculino, está marcado por la violencia. Otro, el femenino, sellado por la demencia.
"El patriarcado no les deja mucha opción, la forma de rebelión de esas mujeres es a partir de la negación y de la locura. Hay una imposibilidad de escaparse y revertir los sentimientos de culpa y arrepentimiento. El machismo patriarcal es un atentado a la vida y la cordura. La colisión es la tragedia", denuncia la directora debutante.
La película ganó el Premio Ópera Prima del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina y el Latinoamérica Primera Copia del Festival de La Habana.