VALÈNCIA (EP). El Institut Valencià de Cultura presenta en la Filmoteca el sábado 7 de diciembre, a las 18.00 horas, el clásico del cine mudo 'Intolerancia' (1916) de David Wark Griffith, dentro del ciclo en colaboración con el Palau de les Arts. La película podrá volver a verse el viernes 13 de diciembre, a las 20.00 horas.
La proyección de Intolerancia coincide con la representación en el Palau de les Arts de 'Nabucco' de Giuseppe Verdi. El clásico de Griffith y la ópera de Verdi, según han detallado desde la Generalitat en un comunicado, ha señalado que tienen muchos puntos en común. La intolerancia y el cautiverio son las claves en ambas obras. La opresión y el vasallaje aparecen vistos y vividos desde diferentes ángulos y maneras.
Considerada como una de las grandes películas de la historia del cine, Intolerancia relata alternativamente cuatro historias de injusticia: la matanza de los hugonotes en Francia la noche de San Bartolomé de 1572, la pasión y muerte de Jesucristo, una huelga de trabajadores contemporánea y la caída de la Babilonia del rey Baltasar en el año 539 a.C. ante el ataque de Ciro II el Grande, rey del Imperio persa.
Estas cuatro tramas son enlazadas por la imagen de una mujer que mece una cuna. A medida que las historias van llegando a su clímax, Griffith hace más rápido el montaje alternado, con secuencias cada vez más cortas, creando una tensión hacia el desenlace de las cuatro historias.
Por su estructura compleja y su pretensión moralizante, la película fue mal entendida en el momento de su estreno por quienes pedían al cine entretenimiento, intriga y emociones por encima del comentario moral.
Griffith planteó para cada episodio un estilo estético diferente, que conjugaba las grandes masas y los decorados, procedentes del 'peplum' italiano, inspirados sobre todo en Cabiria (1914), con las escenas intimistas de la historia situada en la tragedia familiar de la historia del huelguista acusado injustamente de asesinato.
'Intolerancia' es "una magistral y épica superproducción que destaca en la historia del cine no solo por su despliegue de figurantes, sino sobre todo por un uso innovador del montaje que influiría en todo el cine narrativo posterior". La escuela del montaje de atracciones del cine soviético de Kuleshov, Vertov, Eisenstein o Pudovkin se desarrolló en parte gracias al estudio de la película de Griffith.