La Associació de Professionals de la Dansa de la Comunitat Valenciana entrega sus premios en una gala en la que participarán dos compañías de danza inclusiva
VALÈNCIA. Lo moderno está en tus zapatos es el nombre del último espectáculo del colectivo valenciano MoMeNTS Art Dansa & Teatre. En la pieza, presentada en el Circuito Bucles en octubre del año pasado, se usa la metáfora del calzado para reflexionar sobre lo que nos une. “Todos pisamos con los pies en el suelo y todos llevamos zapatos, ya sean más caros o más económicos”, liga el director de la compañía, Juanjo Rico.
Del mismo modo, independientemente de nuestras capacidades físicas e intelectuales, cada uno de nosotros tenemos la posibilidad de expresarnos a través del movimiento. De esa consigna parte el trabajo de esta compañía de danza integrada por personas con diversidad funcional y enfermedad mental, que desarrolla su labor creativa y artística desde el año 1997.
Hoy, 28 de abril, se celebra la segunda edición de los premios otorgados por la Associació de Professionals de la Dansa de la Comunitat Valenciana (APDCV). El lema de la gala es Danza y sociedad, We Dance Together, y contará con diversas actuaciones que se intercalarán con la entrega de galardones. MoMeNTS Art representará Lo moderno está en tus zapatos. Y el Centro Caterina, que también suma 20 años volcada en los lenguajes del movimiento con ánimo integrador, subirá a escena su espectáculo Olmo, donde participan personas con síndrome de down, mayores de 60 años, niños, padres e hijos…
La propuesta toma su nombre del apellido de uno de los participantes. Es una práctica habitual en el espacio que dirige Gema Gisbert. Caterina es el nombre de una de sus primeras alumnas, a la que ha estado ligada desde que la hoy adolescente de 19 años sólo contaba tres. También impartió un taller llamado Ruiz, como uno de sus asistentes.
“La razón está en que siempre estoy trabajando el concepto de identidad”, aclara Gisbert.
De hecho, en Olmo plantea la necesidad de que el individuo construya grupo sin diluirse en lo colectivo.
Juanjo Rico rehúye etiquetas. No quiere oír hablar de danza inclusiva, danza integradora, psicodanza o danza terapia. “Nos gusta llamarlo danza”, zanja el director de MoMeNTS Art.
Hace dos décadas desarrollaron una metodología para realizar terapia a través del movimiento. El colectivo aplica tres vías fundamentales: el arte como terapia y el ocio creativo en su centro de enseñanza, y la profesionalización, que implica la creación y escenificación de espectáculos, a través de su propia compañía.
Estos precursores de la danza integrada en España se declaran “hijos” de Fundación Psico Ballet Maite León, un centro surgido en 1980 en Madrid y volcado en la formación escénica de personas con diversas capacidades físicas, psíquicas y sensoriales. Como ellos, en MoMeNTS Art creen en la armonía y la fusión de personas muy distintas entre sí a partir del baile.
Este domingo, 29 de abril, Día Mundial de la Danza, MoMeNTS ArT, inaugura una exposición de fotografía en el Centre del Carme a modo de retrospectiva de su labor. “En nuestro 20 aniversario queremos mostrar al público parte de nuestros catálogo de imágenes y compartirlo desde otra visión diferente. De la sala de ensayo al escenario”, avanza el director de esta compañía que ha sido merecedora del Premio a los Jóvenes Emprendedores 1997, Premio a la Innovación Pedagógica 1998 y Premio a la Integración Social 2009.
Desde que dieron sus primeros pasos en este terreno hasta la actualidad, Rico afirma que ha visto avances en la integración de los colectivos con los que trabaja. Y califica como interesantes iniciativas como el festival Escena Mobile, en Sevilla, y 10 Sentidos, en València, una muestra que este año suma ocho apostando por las artes vivas como vía de acción social, así como el estreno de una películas del calado de Campeones, de Javier Fesser, un canto a la diferencia que no cae en el subrayado emocional. Es sensible, que no sensiblera.
Lo que el director de MoMeNTS Art echa de menos es la incorporación de compañías como la suya, dedicada a la integración de personas con discapacidad a través de las artes escénicas, dentro del circuito teatral normalizado. “Tenemos que seguir creciendo y educar al público sin paternalismos, sin confundir el tema de la caridad con la solidaridad”, concluye Juanjo Rico.
Gema tiene sus dudas. Comenta que a veces piensa una cosa sobre el cambio de actitud en la sociedad hacia la diferencia y otras, la contraria. “Por un lado, las personas con discapacidad están demasiado escondidas, y por otro, hay que tener cuidado de no utilizarlas para nuestro bien, sino para el suyo”.
El objetivo de Centro Caterina es dar la oportunidad de que cada uno de sus alumnos, cualesquiera que sean sus capacidades, encuentren la seguridad a través del baile. “Bailar no es algo que pueda hacer nadie por nadie, así que el objetivo es que cada uno se adueñe de sus sensaciones en la práctica del movimiento y que tenga la certeza de que baila, que no está haciendo algo por imitación o esfuerzo, sino por placer”.
Gisbert se decantó en su trabajo pedagógico e inclusivo por la danza, no sólo porque se trata del vocabulario que conoce, sino porque otras artes escénicas requieren del uso de la palabra, pero hay personas que tienen dificultades verbales para alcanzar la rapidez con la que habla el resto. “El movimiento, en cambio, nos iguala, porque se gestiona de manera interna, con independencia de las posibilidades físicas y psíquicas de cada cual. Es como entrar por una puerta distinta para trabajar con tu propio cuerpo y ese acceso alternativo te permite sentirte creativo y satisfecho”.