VALÈNCIA (EFE). La Fundación Bancaja ha decidido prorrogar hasta el 1 de septiembre la exposición retrospectiva sobre Eduardo Arroyo, que estaba previsto clausurar el lunes 24 de junio, lo que amplía la posibilidad de visitar la muestra sobre una las figuras clave del arte contemporáneo español más reciente.
La exposición viaja por la trayectoria creativa de Eduardo Arroyo a lo largo de más de 50 años, con piezas que van desde los años 60 del siglo pasado hasta 2018, y reúne las diversas disciplinas que abordó Arroyo en su producción artística: pinturas, esculturas, dibujos y collages.
Comisariada por Marisa Oropesa, la exposición profundiza en las dos etapas creativas del artista madrileño: durante su exilio a París (1958-1976), y después del exilio tras la muerte de Franco (1976-2018).
Se trata de la primera gran retrospectiva que se hace desde la muerte, en 2018, de Eduardo Arroyo, y en la que se puede contemplar la denuncia política, social y cultural que ejercía a través de su obra junto con la parte más íntima, reflexiva y filosófica.
La muestra 'Eduardo Arroyo', inaugurada en febrero, está integrada por más de 80 obras, entre ellas algunas de las más destacadas de este artista internacional que bebió de grandes pintores como Goya o Velázquez, cuyas obras conocía desde niño gracias las visitas que hacía con su abuelo al Museo del Prado.
Entre las obras expuestas destaca 'El cordero místico', la interpretación personal que Arroyo hizo entre 2008 y 2009 del conocido políptico de los hermanos Hubert y Jan van Eyck, y en la que eleva a la categoría de mártires a Van Gogh y a Oscar Wilde, además de representar a la Virgen leyendo el 'Ulises' de Joyce.
La obra incluye, además, a otros personajes como Peggy Guggenheim, Buñuel, María Callas o el protagonista de 'Ciudadano Kane', además de insertar en él a la mosca o el boxeador, algunas de sus señas de identidad, junto con los deshollinadores, los toreros o las flamencas.
'Retrato del enano y bufón de la corte' (1970), 'Titan White Rembrandt I' (1969), 'El camarote de los hermanos marxistas' (1991) o 'El regreso del exilio' (1977) son otras de las obras que pueden verse, junto con 'El buque fantasma' (2018), la última en la que trabajó antes de su muerte, inspirada en la composición de Richard Wagner 'El holandés errante'.
El Año Sorolla clausura sus actividades en València con una gran exposición en Fundación Bancaja en la que la emoción une el trazo del pintor y el relato de Manuel Vicent