El vacío de poder en varios centros culturales, la dana o el retraso en las presentaciones marcan un inicio de año que sigue pendiente de hoja de ruta
VALÈNCIA. El curso cultural comienza con numerosas cuentas pendientes que, en un primer plano, pasan por resolver la sangría de directores y gestores entre los principales organismos culturales valencianos. Teatros, museos o festivales esperan tener quien les dirija tras un 2024 marcado por el goteo de ceses, salidas y retrasos en los procesos de selección, una situación que afecta al normal funcionamiento de los centros artísticos públicos y, por ende, a unas programaciones que en este 2025 dejan varia incógnitas por resolver y una hoja de ruta por definir.
En el caso de los museos, el curso comienza con una situación un tanto extraña: no tienen programación. O, mejor dicho, no se conoce todavía. El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) y el Centre del Carme (CCCC), sede del Consorci de Museus, inician el 2025 sin que se haya presentado su programación anual, algo inusual atendiendo a los ritmos de ambos centros, que suelen desvelar sus propuestas en otoño. Al otro lado del cauce del río Turia, si bien, se encuentra un Museu de Belles Arts que sí ha avanzado su programación en tiempo y forma, una presentación que se llevó a cabo hace un mes, quedando pendiente la de sus museos ‘hermanos’ que, aunque previsiblemente llegará a lo largo de este mes, no ha sido todavía convocada.
No es ningún secreto que ambas convocatorias son algo incómodas tras un curso en el que los dos centros han perdido visitantes y en el que han acumulado varias polémicas. En el caso del IVAM, va camino de cumplir un año sin director artístico y con un proceso de selección que ha sufrido numerosos retrasos. El último, el freno por la suspensión de plazos administrativos derivados de la Dana, un decreto levantado por el Consejo de Ministros a finales de diciembre, tras lo que se ha dado luz verde a la reunión del jurado y posterior fase de entrevistas, todavía pendiente de agendar, en todo caso. La fotografía del Centre del Carme no es más calmada, pues también se encuentra sin director artístico un año después de que la Conselleria de Cultura prometiera crear la plaza y sacarla a concurso, un año que también se ha despedido marcado por la suspensión de cerca de una docena de exposiciones.
Es precisamente como consecuencia de algunos de los problemas de 2024 que conocemos algunos de los proyectos o tenemos alguna pista del ‘menú’ de ambos museos para este año. En el caso del IVAM, previsiblemente se recuperarán muestras aplazadas como Senga Nengudi y Maren Hassinger o, quizá, alguno de los proyectos suspendidos tras el cierre de la sede de Alcoy, una nueva programación que, en todo caso, seguirá llevando el sello de Enguita. Además, está pendiente la ceremonia de entrega del Premio Julio González a la artista Simone Fattal, que no se llevó a cabo aunque la artista sí visitó València para la inauguración de su exposición.
En el caso del Centre del Carme, aunque no se conocen los proyectos concretos, sí se ha confirmado que, finalmente, se ejecutarían las convocatorias que estaban en el aire al ser consideradas “irregulares” y que derivaron en un goteo de suspensiones en la última parte del año, una programación que se marca como objetivo no ser “provinciana”, destacó recientemente el gerente del Consorci, Nicolás Bugeda. Con todo, y a falta de solventar las direcciones artísticas en ambos centros, está claro que, con mayor o menor acierto, las programaciones de 2025 no dejarán de ser una transición hacia, de momento, no se sabe dónde.
Estas no son las únicas programaciones sobre las que están posados los ojos en un 2025 que parece presentar más incógnitas que certezas. También los teatros municipales encaran un curso de transición a la espera de saber quién los dirigirá a partir de ahora, un cambio de rumbo que afectará de manera directa a la agenda de este primer semestre del año, todavía por presentar. Cabe recordar que tanto el Teatre el Musical (TEM) como La Mutant están pendientes de que se convoque el proceso de selección de director artístico tras un cambio de modelo por el que ambas plazas pasarán a ser funcionariales. Con todo, ha sido Juanma Artigot y Tatiana Clavel quienes han ideado las programaciones de ambas salas hasta este mes de enero, pero, ¿qué pasa a partir de ahora?
Si bien desde el Ayuntamiento de València se planteó que los procesos de selección para cubrir las plazas se iniciarían coincidiendo con el fin de contratos en diciembre, para evitar un ‘vacío de poder’ en los teatros, lo cierto es que todavía no se han puesto en marcha, un retraso que aboca a ambas salas a un primer semestre de transición. Es el servicio de la concejalía de Acció Cultural quien asume en estas semanas tanto la gestión de la sala como el diseño de temporada, tal y como confirmaron fuentes municipales a este diario. Sobre el medio y largo plaza habrá que esperar, pues, a la llegada de sus nuevos ‘capitanes’, aunque el concejal de Cultura, José Luis Moreno, ya señaló que su intención de mantener el “espíritu escénico” desarrollado en estos años. En todo caso, el nuevo coordinador será elegido por criterios “puramente funcionariales”, es decir, no se valorará un proyecto artístico.
Tal y como señaló este diario hace apenas unos días, los plazos administrativos abocan a los festivales organizados por el Institut Valencià de Cultura (IVC) a un vacío de poder. Los contratos de las actuales direcciones terminan la primera quincena de marzo, y aunque los equipos actuales están avanzando en las programaciones, el parón puede poner en peligro el cierre de las mismas. En esta situación no se encontraría Dansa València, asumida por la directora adjunta de Artes Escénicas y última directora del festival, María José Mora. Sin embargo, sí se verían afectado Sagunt a Escena, que se celebra en el mes de agosto; y sobre todo Cinema Jove, el festival internacional de cine que se celebra a finales de junio y al que se le suma que el IVC tampoco tiene cubierta la dirección adjunta de audiovisuales. Espai LaGranja también sufriría este vacío de poder, siendo un punto de encuentro profesional que, a pesar de su especialización, sin contenido pierde su sentido de ser.
Los primeros meses del año son claves para finiquitar todo el trabajo de estos festivales. En lo que concierne a Cinema Jove, por ejemplo, el Festival de Berlín (que se celebra del 13 de febrero al 13 de marzo), por ejemplo, es una de las citas en las que el equipo de programación más películas pesca para su sección oficial.
En una situación similar se encontraría La Mostra de València. Lo que parecía una transición tranquila, ha saltado por los aires por el cese del que ha sido su director artístico desde su refundación, Eduardo Guillot, que había adelantado algo de programación y que, según apuntan fuentes oficiales, el Ayuntamiento quiere mantener. Sin embargo, tras la absorción por parte del Palau de la Música, el festival actualmente no tiene ninguna dirección. Se ha abierto el proceso para cubrir la nueva subdirección de Audiovisuales que se encargará de tomar las riendas del festival, pero hasta que eso no ocurra, no se concretará la programación; además, la persona que se ponga al frente también tendrá un criterio personal que podría alterar los planes o la línea editorial seguida hasta ahora.