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entrevista a pere fuset

"La izquierda ha ninguneado muchas veces las fiestas populares"

El concejal de Cultura Festiva opta por situarse a un lado, que no fuera, de los actos festivos religiosos y critica que Rita Barberá haya disputado "los aplausos a la Mare de Déu"

11/03/2016 - 

VALENCIA. La concejalía de las pasiones. Sin duda alguna, Cultura Festiva es el área de la administración que más sentimientos despierta entre la ciudadanía. Buena cuenta de ello da Pere Fuset, edil en quien recae la responsabilidad de lidiar en un espacio en constante tensión por mantener el equilibrio entre gestión y emoción. La polémica ha estado servida desde el inicio de su mandato, entre las que se incluye su relación y uso de símbolos -mención aparte para los religiosos- y un tira y afloja con entidades como Lo Rat Penat que todavía tiene un final abierto. Por otro lado, el reto de conseguir que las Fallas sean declaradas Patrimonio de la Humanidad y la intención de recuperar el trozo de pastel que la izquierda había perdido, unas fiestas populares de las que, explica, había cometido el error de apartarse. Empieza su particular reconquista.

- Habla de hacer comboi en Fallas, ¿en qué punto está su relación con la poetisa Ampar Cabrera?
-Tuve la oportunidad de saludarla antes de que saltara a los medios la noticia, en un debate en el que me recriminó que había dado a entender que el castellano no era lengua de los valencianos. Es la única vez que he tenido contacto con ella.

- Finalmente rectificó con respecto a su decisión de no incluir sus versos en el libro de Fallas y publicará en 2016 como “excepción”, ¿lo hará el año que viene?
- Publicar los versos del ganador del concurso de Lo Rat Penat no es una tradición, es una decisión del concejal del Partido Popular. Igual que ellos tomaron esa decisión, los concejales de ahora tenemos legitimidad para tomar las nuestras. Mi decisión es cumplir la ley y que todo lo que se publique cumpla con la normativa oficial valenciana. Esta es clara, incluso la Real Acadèmia de la Cultura Valenciana reconoce que el diccionario de la Acadèmia Valenciana de la Llengua es el de todos los valencianos.

- Parece que esta es la concejalía de las polémicas…
- Después de nueve meses tengo la percepción de conectar muy bien con la base del mundo fallero. Mucha gente estaba esperando cambios, dar aire a unas fiestas que son un motor económico y cultural de primer orden y que hay que tomarse en serio. Las polémicas que se han podido generar son relacionadas con cuestiones sentimentales y siempre con una clara vinculación política detrás de ella. Yo no sé si algunas de las afirmaciones de carácter político vertidas por otros representantes han sido previamente consultadas en sus casales.

- ¿Es su intención limitar la política en la fiesta?
- Es difícil pero es imprescindible, la fiesta está pensada para generar cohesión y vertebrar la sociedad, pero es obvio que durante muchos años ha sido manoseada por una vertiente ideológica muy clara que ha tratado de usarla como manera de resguardarse y aferrarse al poder. Este tema no debe estar exento de una dosis de autocrítica de la izquierda, que muchas veces ha ninguneado las fiestas populares, lo que ha generado que mucha gente confundiera Fallas y derecha. Durante la transición no fue hábil y, la vertiente intelectual, huyó de la cultural popular. La realidad hoy es diferente. El cambio político [tras las elecciones locales] es histórico, una transición que genera inquietudes, sobre todo con una oposición que se basa en lo sentimental, en la idea de que vamos a acabar con las Fallas.

El binomio Fuset-Lo Rat Penat, en la Exposició del Ninot. Foto: MARGA FERRER.

- Y ahora que gestiona la izquierda, ¿incluirá o excluirá a la derecha?
- No se me ocurriría repartir carnés del buen valenciano, como durante muchos años ha hecho el Partido Popular. La gestión que realizo no busca un trasfondo ideológico.

- ¿Es una cuestión estratégica para Compromís recuperar el público/votante fallero?
- Las Fallas tienen que ser de todos, pero es cierto que se ha excluido de los discursos oficiales a un sector grande de la sociedad. Ahora estamos trabajando para sacar del armario esa diversidad que siempre ha estado ahí. Estoy orgulloso de que Compromís haya sido el primer partido con una sectorial de fiestas.

- La candidatura a Patrimonio de la Humanidad ha unido a todos los partidos, por lo que no se da especial difusión a las voces críticas que alertan de una posible masificación y elitización de las Fallas, ¿por qué es positiva la protección de la fiesta?
- Respeto las voces discordantes pero no las comparto. Al contrario de lo que pueden afirmar, nos permite situar a las Fallas en una estrategia turística cultural, no en un macrobotellón. Se trata de cuidar los aspectos patrimoniales. La catalogación cuesta ganarla pero también cuesta bien poco perderla, nos obliga a cuidar aspectos como la indumentaria o pirotecnia. Este camino nunca se había explicado dentro de Valencia. Cuando en su momento reivindicábamos una campaña se nos dijo que no eran una Olimpiadas, pero es importante explicarlo. Ser Patrimonio de la Humanidad supone autoimponernos una exigencia y buscar la excelencia.

- La campaña comunicativa de este año va dirigida al aspecto cultural, pero tampoco se puede olvidar la imagen negativa que tienen muchos valencianos que, por cuestiones como el botellón y el ruido, huyen de la ciudad, ¿qué medidas se van a tomar para mejorar convivencia?
- Estamos muy encabezonados en que la fiesta sea una oportunidad y no un problema, pero para que lo sea hay que hacer frente a los problemas. Milagros a Lourdes. Una fiesta como las Fallas va a generar siempre molestias, pero hay que prestar atención a determinar aspectos y preguntarnos porqué en el último cuarto de siglo ha empeorado la imagen interna de la fiesta. En los últimos años el Ayuntamiento nunca había sentado a asociaciones vecinales, hosteleros y falleros en la misma mesa y nosotros lo hemos hecho.

- ¿El papel del Ayuntamiento debe ser sólo el de un mediador?
- Nosotros tenemos que facilitar el dialogo y que sea participativo, pero también tomar decisiones. Vamos a fomentar la cooperación entre comisiones con el ‘plan germanor’, ¿por qué no unir tres discomóviles en una verbena mejor? Esto disminuirá las molestias y mejorará la calidad. Es un programa piloto que iniciaremos en San Juan con una aportación de 20.000 euros. Esta administración, además, va a encargar un estudio de impacto económico de las fiestas para poner negro sobre blanco lo que aporta, un informe que será parte de un plan estratégico para sacar el máximo provecho desde la vertiente cultural, social y económica y, también, para diagnosticar qué está fallando.

- Se anunció hace unos meses el estudio, ¿cuenta la concejalía con los primeros resultados?
- No, ahora estamos muy centrados en el desarrollo de la fiesta y en la candidatura de la Unesco. Sí está en marcha el trabajo subterráneo para conseguir las máximas complicidades para redactar este plan, pero el estudio como tal aún no está en funcionamiento.

- Hace unos días se instalaron los primeros semáforos paritarios, ¿se plantea una corte de honor paritaria?
- Este debate no está encima de la mesa, me parece de ciencia ficción. Lo que sí que tengo muy claro es que tenemos que trabajar mucho por la visibilidad de la mujer en cuestiones como presidentas, directivas, coeteras… cargos que han sido históricamente asociados al hombre.

- Esta semana se celebró el Día Internacional de la Mujer, ¿es necesaria una actualización de la figura de la fallera mayor de Valencia?
- Si alguien piensa que la fallera mayor es una mujer florero es que no conoce la figura. Más allá del mito hay una realidad que hay que potenciar, como embajadora de la fiesta, que se aleje de cánones del pasado. En esta corte de honor hay falleras que han sido directivas y han tenido cargos de responsabilidad en sus comisiones. No queremos que se vea reducido al topicazo. ¿Hay margen para trabajar? Estoy convencido y vamos a ponernos la pilas en ello.

- ¿Cómo se puede hacer cuando muchas veces se habla más su imagen que del discurso?
- Los propios medios de comunicación tienen una responsabilidad sobre esto. Sobre todo, que tengan la oportunidad de hablar. Hay una cosa que mucha gente no sabe con toda la polémica de los versos del libro oficial de Fallas. Esta es la primera vez que Junta Central Fallera da la oportunidad a las falleras mayores de Valencia de hacer un saluda. Queríamos que fueran ellas mismas las que explicaran las fiestas sin intermediarios. Puede parecer un gesto, pero es muy importante.

- Por primera vez el Ayuntamiento cuenta con una concejalía de Bienestar Animal, ¿se plantea alguna medida en colaboración para minimizar el impacto de los petardos en los animales domésticos?
- No ha sido ese el enfoque que hemos dado. Este año en el programa de Fallas se incluye una guía de consejos de asociaciones se consumidores para el consumo responsable de, entre otras cosas, petardos. De todas formas, quiero recordar que muchas de las molestias asociadas a las fiestas no son generadas por los falleros, sino por gente que viene y que no tiene esa cultura del uso de pirotecnia. Es cierto que conforme pasa el tiempo vamos tomando conciencia de algunas cuestiones y somos más cívicos. 

- Con la Semana Santa Marinera a la vuelta de la esquina y tras los cambios en la procesión cívica del 9 d’Octubre, ¿en qué punto se coloca la línea entre fiesta y religión?
- Hay quien pretende confundir la aconfesionalidad del Estado con el anticlericalismo. Venían diciendo que íbamos a quemar iglesias y a violar monjas, pero hasta el momento hemos estado muy ocupados gestionando. Es verdad que la frontera entre religión y cultura es difusa. Yo, como concejal, me sitúo a un lado, no es una cuestión de estar o no estar, sino de cómo o dónde. Por supuesto no puedo quedarme fuera de una fiesta como el Corpus. El otro día entré en la basílica y me puse a un lado. Yo he asistido como espectador a procesiones y he pasado vergüenza al ver como la señora Barberá le disputaba los pétalos y los aplausos a la Mare de Déu. Me consta que algunos movimientos religiosos están valorando positivamente ese cambio. Estamos a un lado, pero no en el centro. Con respeto pero siendo consciente de que represento a todos los valencianos.

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