VALÈNCIA. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 5 de València ha desestimado el recurso presentado por la asociación Abogados Cristianos contra el decreto que aprobaba la participación de la Diputació en la producción de la obra teatral ‘Poder i Santedat’. El colectivo de juristas consideraba que la obra, coproducida por la Diputació y el Institut Valencià de Cultura (IVC), ofendía los sentimientos religiosos y suponía una humillación para la Iglesia y la fe católica, al abordar temas como la corrupción económica y la homofobia en el ámbito del Vaticano.
En sentencia de 27 de junio del presente año, la jueza desestima el recurso del colectivo jurista contra ambas instituciones y sus responsables, Toni Gaspar como presidente de la Diputació y Abel Guarinos como director del IVC, e impone las costas al recurrente, tal y como ha informado la Diputación.
La denuncia se produjo tras la colocación del cartel de la obra en la fachada del Teatro Principal, en el que se representaba al Papa dando un beso en la boca a un niño. La magistrada hace referencia en el auto a la polémica suscitada en su momento en la sociedad civil y el seno de la iglesia católica, si bien considera que “no cabe entender que se excedieran los límites de la libertad de expresión al no establecerse vinculación directa del cartel con los creyentes católicos y, por tanto, sin que del mismo se pudiera derivar una incitación al odio hacia dicho colectivo”.
‘Poder i Santedat’, escrita por Manuel Molins y dirigida por Paco Azorín, abrió la temporada del Principal en octubre de 2020 y se representó durante dos meses en el teatro de la Diputación. La producción se adentra en el mundo vaticano y trata dos de sus problemas, como la corrupción económica y la homofobia, ambas contrarias a la doctrina cristiana que no trata de cuestionar.