VALÈNCIA. La Marina de València ampliará a 15 años la concesión de las bases a las empresas ya instaladas en algunos de estos espacios. Se trata de una propuesta, que tendrá que ser aprobada por el organismo, atendiendo las demandas de las compañías que en reiteradas ocasiones habían solicitado más años de permanencia para poder rentabilizar los espacios.
Y es que la mayoría de firmas, ya establecidas en este enclave marítimo de la ciudad, han tenido que acometer importantes inversiones en rehabilitaciones y adecuaciones para adaptar a sus necesidades estos espacios que en su día albergaron a los equipos de la Copa América. Unas actuaciones que son a largo plazo para conseguir dotarlas de más valor y ha sido precisamente más tiempo de permanencia lo que las empresas venían reclamando al Consorcio València 2007, gestor de la Marina de València.
En este momento, la mayoría de las firmas que tienen su sede en estos espacios tienen una permanencia de 10 años, por lo que la propuesta que el Consorcio ha puesto encima de la mesa pasa por prorrogar cinco años más la concesión, es decir, hasta los 15 años, según explican a Valencia Plaza, fuentes del organismo.
Este es el caso de empresas como Insomnia, que ocupa la base 2 que fue construida en 2006 por el Team Germany o de la tecnológica Zeus, radicada en la antigua base del Mascalzone Latino, un espacio de más de 3.000 metros cuadrados en los que invirtió dos millones de euros para la puesta en marcha de su centro empresarial de tecnología e innovación. Ambas cuentan con una concesión de diez años que ahora podrá ser ampliable.
En una situación similar se encuentra el Biohub VLC, el el hub de biotech promovido por el empresario Fernando Ibáñez con el objetivo de consolidar el clúster regional de Health Sciences, atrayendo talento, empresas e inversión y reforzando la marca Valencia a escala nacional e internacional, a través de la innovación, el emprendimiento y la excelencia científica. Está instalado en la que fuera sede del Equipe Areva, un espacio de más de 3.600 metros cuadrados útiles, en cuya rehabilitación invirtió más de 1,5 millones de euros.
"La ampliación de las concesiones es una petición que nos hicieron llegar las empresas porque las bases necesitan de una inversión importante y como mínimo las firmas necesitan unos años para poder tener un retorno", explican fuentes municipales que precisan que esa ampliación se concederá siempre y cuando la empresa lo solicite porque no será una cuestión generalizada. Para ello, deberán presentar un proyecto que acredite las inversiones acometidas que justifiquen de la necesidad de esa prórroga.
Caso diferente es el de Lanzadera, cuya concesión es de 50 años, prorrogables otros 25 años, debido a la gran infraestructura que ocupan al ubicarse en tres espacios: las antiguas bases de los equipos BMW Oracle, +39 y Shosholoza. Lo mismo ocurre con la Estación Marítima, adjudicada a la belga Fosbury, aunque el proceso está en los tribunales, en cuyo de pliego de condiciones se fijó un periodo de 25 años dada la envergadura del inmuebles y las obras necesarias para su acondicionamiento.
Aunque esta medida aún no ha sido aprobada por la Comisión Delegada del organismo, integrada por Ayuntamiento de València, Generalitat y Gobierno central y que debe dar el visto bueno a esta propuesta, la idea es que este tema se aborde en lo más pronto posible para poder atender con esta petición. La intención es que sea en la próxima reunión, prevista para el lunes 7 de septiembre, cuando se aborde esta cuestión.
Otro cambio, muy exigido también por las empresas, es la urbanización del entorno de la dársena sur. La concejala del Área de Desarrollo Innovador de los Sectores Económicos y Empleo, Pilar Bernabé, ya avanzó en agosto que el consistorio pondrá en marcha un plan plurianual de inversiones para mejorar los entornos y espacios tanto de la zona sur como norte de La Marina tanto en materia de ordenación urbanística como viaria ante las reiteradas quejas y críticas de los agentes innovadores que trabajan en la zona.
El pasado 7 de agosto Bernabé, en compañía del director general del Consorcio València 2007, Vicent Llorens, atendió las reivindicaciones de las empresas con especial demanda en la urbanización de la zona sur de La Marina en cuanto a las dificultades de acceso que presenta en comparación con la norte, donde se ubica Lanzadera, la escuela de empresarios EDEM y el espacio La Base (antigua sede del Alinghi).
Las soluciones propuestas para facilitar la accesibilidad van desde la instalación de paradas de bus, hasta la mejora de los tinglados 4 y 5 con la previsión de que se instalen en estos espacios nuevas empresas de economía del conocimiento. Asimismo, para la zona norte, las inversiones dentro del plan abarcan tanto cambios de iluminación como establecimiento de puntos Valenbisi y el arreglo de los edificios Docks en fomento también de la economía del conocimiento, además de la creatividad y la cultura.
Y es que en enero de este año los socios de Innsomnia, estallaban contra los gestores del Consorcio Valencia 2007 al entender que existía un 'abandono' de la zona sur de la dársena, donde viven una situación complicada a nivel de condiciones. "Los accesos son un desastre, estamos abandonados", lamentaba Rafa Navarro, uno de sus fundadores.
Una situación que ahora se quiere corregir. Así, el plan incluirá la rotulación de las calles, y la mejorara de la iluminación de la zona, así como del transporte público que accede a este espacio. "Queremos que la franja marítima sea en clave tecnológico de la ciudad y destacar el valor añadido de las empresas realizan a la Marina de Valencia y vamos a trabajar para que las empresas puedan establecerse y desarrollarse en las mejores condiciones", señala Bernabé.