VALÈNCIA. Desde hace casi una década, el Festival 10 Sentidos se ha ido consolidando como un encuentro de referencia con el arte en todas sus expresiones: de la escena al audiovisual, pasando por la literatura o las artes plásticas, las distintas manifestaciones artísticas han dado forma, según comunicado de prensa, "a un espíritu crítico y reflexivo perfectamente identificable", donde el diálogo de los creadores y creadoras con el público constituye un elemento fundamental.
Articulado a través de diferentes sedes de la ciudad de València, el certamen tuvo que suspender su actividad en primavera debido a la pandemia y trasladar sus fechas hasta los meses finales del año. Ahora, en pleno septiembre y con algunas programaciones escénicas ya en marcha, el Festival 10 Sentidos volverá a desembarcar en los teatros municipales mediante dos eventos en los que la danza se convertirá en la gran protagonista.
El primer espacio en acoger una representación del festival será La Mutant, donde, el próximo domingo día 20 a las 12 horas, se celebrará el tradicional Certamen Coreográfico 10 Sentidos, una cita clave de la programación donde ocho creadores de danza son seleccionados para poner en escena lenguajes insólitos dentro del género. Escogidos de entre más de 300 aspirantes de todo el mundo, estos artistas reforzarán con sus propuestas un encuentro coreográfico que desde 2015 no ha dejado de crecer y de ayudar a crecer a los nuevos talentos.
De las jóvenes promesas que pasarán por La Mutant al talento consagrado de una de las grandes artistas europeas, Anna Teresa de Keersmaeker, cuya pieza Fase. Four Movements to the Music of Steve Reich llegará al TEM los días 25 y 26 de septiembre a las 20 horas. Se trata del primero de los espectáculos creados por la prestigiosa coreógrafa belga -se estrenó en 1982-, quien después de varias décadas interpretándolo personalmente, ha decidido ceder el testigo a una nueva generación de bailarines. Fase consta de tres duetos y un solo, y en él De Keersmaeker usa la estructura de la música minimalista del americano Steve Reich para desarrollar un movimiento independiente que no solo ilustra la música, sino que también le añade una nueva dimensión en un ingenioso juego de formas y patrones en constante cambio.