VALÈNCIA. Atención, noticias frescas. La clínica valenciana Yser, pionera en medicina y cirugía estética, incorpora nuevo equipo de médicos y cirujanos. Y se presentó a lo grande: con un cóctel en la terraza del hotel Westin, buena música e invitados de relumbrón. Vicen Fernández, la fundadora y directora de la clínica Yser, ejerció de anfitriona durante el evento. Luego la presentadora Mayte Sebastiá fue dando paso al nuevo equipo formado por la doctora y cirujana maxilofacial Raquel Guijarro, los especialistas en cirugía plástica y reconstructiva Alessandro Thione y Giovanni Bistoni y la cirujana maxilofacial Helena Buj.
Vicen me contó que Raquel Guijarro es la única en España que realiza la técnica de ‘la plastia de malar’, para cambiar de posición las bolas de Bichat (grasa natural ubicada detrás de las mejillas) y subirlas a los pómulos. Y que Alessandro Thione y Giovanni Bistoni son expertos en la cirugía Brazilian Butt Lift de aumento y reafirmación de glúteos. Vale. Voy a pedir hora para hacerme un Kim Kardashian completo. No me arriesgo a que me zurza otro.
De todo esto y más hablé con Coté Soler, Eva Alapont, Adriana Blay y María Gómez-Polo. Cerca de allí formaron pandilla Mayrén Beneyto, María Cosín, Eva Marcellán, Lorena Oliver, Ana Varela y Jose Tamarit de Chapeau. Entre los asistentes anoté a Esperanza Vila, Sefa Aguilar, Lucia Aparicio, Arantxa Espinosa, Cristina Cuartero y Carmen Ferrando. El sector masculino estuvo representado por Josep Lozano, Luis Nadal, el pintor JARR, el diseñador Alejandro Resta, el interiorista Gonzalo García Miranda de Larra, los joyeros Pablo y Antonio Jordán, los abogados Javier Edo y Enrique Blasco, y José Ribes, director general de la inmobiliaria Rimontgó.
Los invitados al evento recibieron como recompensa un tratamiento personalizado en la clínica. Y aquí empieza lo bueno. Sólo de pensar en una camilla se me hace la boca agua, como el perro de Pavlov. Con la excusa de esta crónica me dirijo al Instituto Yser. Me recibe Ana mientras suena música relajante de fondo. Me invita a tomar un zumo. Me anuncia que tiene preparado para mí el tratamiento Hydrofacial, “el preferido por las estrellas de Hollywood”. Combina limpieza, exfoliación, extracción, oxigenación, detoxificación e hidratación. Y yo digo que sí, que lo necesito todo, que haga de mí lo que quiera.
El tratamiento es rápido, sin dolor ni molestias. Es una técnica que se hace mediante ‘ciclón’. El nombre parece agresivo pero es de lo más relajante: unos pequeños cabezales similares a mi cepillo de dientes eléctrico giran a gran velocidad succionando impurezas y escupiendo vitaminas para mi cutis. Cierro los ojos. Me abandono. Entro en trance. Y al terminar tengo la piel radiante, las patas de gallo lijadas, difuminado el código de barras y la autoestima en la azotea. Ya vendrá la cuesta abajo. Pero eso será otro día.
Bodegas Vegamar presenta su nuevo vino espumoso Ancestral
El espumoso es uno de los vinos -sí, es vino- más ignorados durante el resto del año. Pero de cara a navidades se vuelve protagonista, ya que es imposible imaginar estas fiestas sin comilonas, regalos, belenes, loterías ni espumosos.
Bodegas Vegamar acaba de lanzar sus vinos espumosos Vegamar Ancestral. Ana Coll, directora de marketing, junto con los enólogos Pablo Ossorio y Mari Paz Quílez presentaron estos nuevos vinos que se elaboran con la vieja receta de la refermentación, que se consigue gracias a los cambios naturales de temperatura que se producen en el Alto Turia valenciano, pero aplicándoles técnicas y elaboraciones del siglo XXI. En Francia se conocen como pét-nat y se han convertido en la última corriente que ha llegado al mundo del vino siguiendo la estela de los vinos naturales. El término procede de Pétillant Naturel (burbujeante, chispeante y natural) que en francés designa los vinos naturales ligeramente espumosos. Hay que tomarlo bien frío y mantenerlo así durante el servicio, que no se os olvide. Y aviso a los yonkies del vino: es una bebida muy adictiva y, por lo tanto, peligrosa. Comprad al menos dos botellas, que si no os quedaréis cortos.
Hugo Silva recibe el Premio Antonio Ferrandis
El Festival de Cine Antonio Ferrandis de Paterna celebró su tercera edición con un protagonista muy especial: el actor madrileño Hugo Silva, el chico más guapo del cine español (tal vez hay otro, pero con su foto delante se me olvida). Recibió el Premio Antonio Ferrandis en el Gran Teatro de la localidad de manos de su gran amigo, el también actor Nacho Fresneda, su compañero en la serie El Ministerio del Tiempo.
Hugo Silva acudió al festival para presentar la película Dioses y perros, de David Marqués, rodada hace cuatro años en diferentes escenarios de València. Acaba de presentar en Sitges su última película, 70 binladens, de Koldo Serra, donde interpreta a un atracador. Pero sobre todo fue la serie Los Hombres de Paco la que le catapultó a la fama. No me extraña. Los hombres de Paco era buena ya en el primer capítulo, como Murphy Brown (pura comedia, no el dramón de luego). Con un humor muy español. Lo mismo que El ministerio del Tiempo. Es cómic con garbanzos y Berlanga. Personajes grotescos que hacen del disparate virtud. Pura incorrección.