VALÈNCIA. El mundo del arte despedía ayer a Tomás Llorens. El que fuera director del IVAM o del Reina Sofía ha fallecido dejando una rica herencia de proyectos culturales, un legado que todavía tiene mucho por desvelar. El historiador y crítico de arte estaba trabajando junto a su hijo, el también historiador Boye Llorens Peters, en el que será su proyecto póstumo, una exposición que se podrá ver después del verano en Fundación Bancaja. Se trata de una muestra en torno al artista valenciano Joan Cardells, en la que se desplegará un centenar de piezas a través de las que, explica la institución, se revelará a un artista cuyas propuestas se mueven en una franja común entre el dibujo, la escultura y ciertos oficios artesanales como la sastrería o la elaboración de elementos decorativos utilitarios.
De la obra de Cardells, que falleció en verano de 2019, destaca el interés por las formas y las texturas, así como por los materiales pobres e industriales que permiten cuestionar los límites de la expresión plástica. Fundador, además, del Equipo Realidad junto a Jorge Ballester en 1966, desarrollaron un realismo crítico de compromiso social y carácter pop hasta su disolución en 1976. Con la inauguración prevista para después de verano, este proyecto pasará a formar parte de una herencia cultural que ha dejado no pocas muestras clave para la ciudad de València. “Hemos sido muy afortunados de contar con su profundo conocimiento y dedicación a lo largo de muchos años como comisario de exposiciones clave […] Nos ha dejado trabajando hasta el último momento en el comisariado, junto a su hijo Boye Llorens, de la exposición antológica del escultor Joan Cardells, que presentaremos tras el verano y que será un homenaje al artista valenciano y también al divulgador que fue Tomás Llorens”, han lamentado desde Fundación Bancaja.
Precisamente Fundación Bancaja es también la casa en la que Llorens ha llevado a cabo su último proyecto como comisario, la retrospectiva del pintor y escultor Antonio López, una ambiciosa muestra que viaja a los años cincuenta en un recorrido que finalizaba en el presente, mostrando proyectos en proceso de elaboración. La muestra, que su pudo ver hasta el pasado mes de febrero, fue un éxito total de público y su reencuentro con el arte tras el largo periodo de encierro pandémico. Este proyecto era especial, también, porque ofrecía por primera vez la posibilidad de ver una muestra compartida con la pintora Maria Moreno, compañera de vida de López fallecida hace unos meses.
La relación de Tomás Llorens con Fundación Bancaja ha sido muy especial y, de la mano de su hijo, ha dibujado en los últimos años proyectos de especial relevancia en los que, además, ha subrayado el papel de los creadores valencianos. Tal es el caso de Alfaro. Laboratorio de formas escultóricas, una retrospectiva que recorre la obra de Andreu Alfaro desde sus primeras piezas escultóricas a finales de los años 50 hasta sus últimas creaciones en la transición al siglo XXI, una muestra que se pudo ver en 2019. Dos años antes daban forma a la antológica más completa que se ha realizado hasta la fecha de Equipo Crónica, que sumaba más de 150 obras desde el origen simultáneo del colectivo con el movimiento de Estampa Popular de Valencia a finales de 1964, hasta las últimas obras en el cambio de la década de los años 70 a los 80. “El Equipo Crónica construyó su proyecto artístico con la voluntad de hablar del presente como Historia. No es solo un proyecto colectivo sino que, además, pintaban en común, algo inaudito en la Historia del Arte Moderno”, relataba durante la presentación.
El Año Sorolla clausura sus actividades en València con una gran exposición en Fundación Bancaja en la que la emoción une el trazo del pintor y el relato de Manuel Vicent