VALENCIA
Esta semana me preguntaron mi parecer sobre el dramático fallecimiento de la que fue alcaldesa de Valencia durante veinticuatro años, pero las dimensiones de este hecho, histórico de por sí aunque aún no lo hayamos asumido, como las de cualquier otro, tienden a imponer categorías específicas de interpretación. En general, las anécdotas, por ejemplo, sacadas de aquí y de allá, sugieren motivos psicológicos. El suceso, explicaciones sociológicas. El periodo, fundamentos económicos. La época, un condicionamiento por ideas. Rita Barberá, dada su personalidad, podría bien salirse de estos parámetros y pertenecer a un gran trecho histórico semejante a una civilización, una cultura, una era. Y para interpretar eso se requiere el servicio de entidades metafísicas: visión, perspectiva, estilo e incluso algo tan importante que cabe mencionarlo en su idioma original, Stimmung.
A las tres de la tarde, desde México DF, una amiga me escribió un mensaje: “Desperté con la noticia; parece que su conciencia pudo con ella.” Extraña interpretación del hecho aunque mucho más agradable y sentimental que el aluvión de hipótesis rocambolescas que me llegaban desde Madrid: “Yo creo que es una noticia falsa para librarse de los tribunales”; “sabía demasiado y los servicios secretos han actuado, como en otras ocasiones”. Rara vez he comprendido por qué la gente quiere dar siempre un sentido a la muerte, como quien quiere encontrarle el truco a los juegos de magia o el sentido a la poesía. La muerte no actúa con método: hace su trabajo de cualquier modo y de casualidad, como si se estrenara con cada uno de nosotros. Y no es tan todopoderosa, porque lo vivido no se lo puede llevar.
Su paso por la política ha suscitado tanta polémica como el personaje popular y exitoso que creó, reconocible por el rojo de sus trajes, su peinado y las perlas. Todos solemos soñar con tener nuestro momento de gloria. De hecho, la mayoría de nuestros actos van dirigidos a buscar reconocimiento popular o satisfacción personal. Puede durar un instante, un mes, o varios años. Pero cuando el tiempo pasa en legislaturas, el reto es cada vez mayor. Y no sólo somos los artistas los que corremos el riesgo de ser devorados por nuestro personaje. Uno se debe a su público, pero el público, o los votantes, son volubles porque te aman, no como los amigos, que te comprenden. Y a veces hay que decidir si entregar la vida al amor o a la comprensión. Decía Oscar Wilde que para la mayoría de nosotros, la vida verdadera es la vida que no llevamos. No creo que podamos saber nunca si la verdadera vida de Rita Barberá fue la vida que no llevó.
Cuando paseaba el miércoles cerca del Ayuntamiento, algunos ciudadanos estaban poniendo flores, fotos y mensajes cariñosos en una de las rejas de y hablaban de ella: “En la boda de mi primo Esteban, estaba detrás de mí” -decía una chica bastante joven mientras la interrumpía un paisano mal afeitado con gorra de cuadros: “¿Qué edad tenía?” “Sesenta y ocho” “¡Los mismos que yo!”. Aunque Rajoy estuvo en su funeral como amigo y Ribó ofreció amablemente el ayuntamiento para colocar la capilla ardiente, el deseo de la familia de no recibir a partidos ni instituciones es suficientemente elocuente en sinsabores.
Pasemos ahora a los sabores de la vida. Hasta que no entré, y me arrepiento mucho de no haberlo hecho antes, en el restaurante Sagardi de la calle San Vicente Mártir, no comprendí la magnitud de su oferta gastronómica. Está basada en el espíritu de las antiguas tabernas vascas, con sus sidras y vinos del país para compartir la comida vasca: barra de pinchos y restaurante-asador en un ambiente moderno donde reina la parrilla de leña de encina a la vista de los comensales. Sí, me sobornaron con unos txuletones para decir esto, y ha sido el mejor soborno de mi vida.
Fueron presentadas allí las XII jornadas de Buey por el presidente del Grupo Sagardi, Iñaki Viñaspre, y su proveedor y amigo Imanol Jaca, dueño de cárnicas Txogitxu y de la tienda de delicadezas gastronómicas Don Serapio en San Sebastián. Imanol se definió enseguida a sí mismo como un carnicero "emocional" y es su lema “no vendería nada que no comiera yo”.
Tanto Iñaki como Imanol tienen un aspecto entrañable, de gente honesta y trabajadora, sin la necesidad de adornos que otros restauradores precisan, porque están más que seguros de su producto. Tanto es así que cuando viajan por el Mundo (ni más ni menos que por países tan carnófilos como México DF, Reino Unido o Buenos Aires) saben que llevan un producto cultural bajo el brazo. Y, en efecto, la carne de Sagardi está elegida personalmente por Imanol Jaca que va a buscarla como un sherpa a pequeñas regiones de Orense y del Norte de Portugal con tradición ganadera familiar donde los bueyes son alimentados de manera natural en el campo. Así han podido recuperar su sabor de verdad y traerlo a Valencia donde el vacuno de nuestros mataderos nunca ha tenido la categoría producto estrella. Nos contaron que la carne que ofrece Sagardi es sana, limpia, con sabor a bosque, casi dulce, que no empacha ni te deja harto. Que no la podrán encontrar en ningún otro sitio sino en sus jornadas hasta el 11 de diciembre. Les aseguro que probarla es una experiencia suprema. Dicho esto, sin más dilaciones ni ceremonia, nos sentamos todos a la mesa.
La carne de buey es un producto atractivo de por sí, pero además nos dieron a probar parte del menú del restaurante: la bresaola, tres finas lonchas de lomo de tres tipos diferentes con su grasa transparente ligeramente asadas a la parrilla, como confitadas, regalo de este año. Alubias nuevas de Tolosa de caserío con sus sacramentos y guindillas. Unos pimientos frescos del piquillo asados a leña y pelados a mano. La txistorra de Orio frita y queso de la montaña de Aralar, producido y afinado en exclusiva por los pastores Jon y Martina.
Todo lo que nos contaron del Txuletón vasco era verdad: pura mantequilla, prácticamente carne vegetal. Me siento fatal por haberme comido una vaca tan deliciosa y sin embargo me gusta haber sucumbido a este delicioso pecado.
La compañía de Iñaki durante la comida fue toda una experiencia. Este hombre menudo, con los ojos llenos de vida y una permanente que resaltaba su personalidad de auténtico, es además de un experto en cocina, un hombre generoso que comparte todos sus conocimientos, expansivo, directo y divertido. La persona con la que te irías de viaje y volverías con ganas de repetir. Sus consejos sobre cómo cocinar la carne puedes verlos en su canal de Youtube. A Imanol lo vi menos, pero quién sabe si por efecto de la comida y el vino Malbec daban ganas de abrazarlo. Nos sacamos fotos con los txuletones y el servicio del restaurante-asador fue tan atento que no había petición por pequeña que fuese que no fuera satisfecha, a pesar de que éramos muchos.
Muchos y muy bien escogidos por la coodinadora del acto, Mª Luisa Megino Gea: estaban Antonio Marquerie, miembro de la Academia de Gastronomia y director de grado Gastronomia de la UCAM; Diego Lorente Fraguas, secretario general y director de la AVE; los hermanos Agnès y Alejandro Noguera, de Libertas 7 y el Museo Líber respectivamente; Fernando Domenech de Domenech & Asociados Corredores, S.L.; Blanca Gadea Fitera, influencer; Isabel Cosme Rodríguez, presidenta de Cecoval Y Grecotex, con su hijo: Juanma Baixauli, presidente del Grupo Gehisa; Maribel Vergara, empresaria e influencer; Marta Querol Benéch, escritora que está aprendiendo a bailar tango después de leer una crónica mía y está encantada con ello. Sergio Adelantado, arquitecto y presidente de la Academia de Gastronomía Valenciana con su encantadora esposa Sara López Branco; Carlos Pascual de Miguel, Notario y miembro de la Academia de Gastronomía. Toni Bernabé, Director Gerente en Fundación Turismo Valencia. Todos querían estar ahí.
Estaba también el crítico gastronómico Antonio Vergara, que yo siempre pensé que tenía pinta de gruñón, así que me acerqué a comprobarlo y en efecto, no era así: mantuvimos una agradabilísima conversación mano a mano en la que me contó que había dejado el diario Levante por Las Provincias; Elvira Graullera, de Europa Press, de la que soy fan; Julio Tormo cronista de festejos de Mediterraneo TV; Vicente Andreu Roca, Director de Mediterraneo TV; Emiliano García Domenech, de Taberna Montaña, con su pareja, Olga Juhasz; Jorge Puyol de Banco Mediolanum.; Fernando Sánchez-Heredero, amabilísimo viajero de la Librería Patagonia; Ignacio Risueño de Valencia City; Julia Martínez; Pepe Martínez Tormo, de la JCF; Sandra Gómez, del Ayto. de Valencia. Cova Morales, de COMOJU; Antonio, fotógrafo de Comer en Valencia; Desirée Clarins, DC Eventos; Enrique Ballester de Cuando Salimos de Casa; Jesús Terrés, de Nada Importa; Laura Ramirez de la revista mexicana Hedone.mx; José Manuel Torres de Spanisfood; Nacho Martínez Medina, de Gastroagencia; Esther Cerveró, de Viu Valencia y El Diorama; Alfredo Argilés, de El País; Marta Palacios, mi rival en Sociedad de Las Provincias en su fantástica y breve sección súper-recomendable Colorin colorado; Jaume Nicolau Saiz de El Mundo y 5 BARRICAS; Jose Luis Chiclana de la SER; Lluis Ruiz Soler del Diario Información; Luis Moreno de Levante TV; Miguel Angel Pastor de ¡A buenas horas! en Gestiona Radio; Paco González de Onda Cero de Castellón y Vicente Gil de Las Provincias.
No soy asiduo de la Galería Jorge Juan pero me atrajo la curiosidad de conocer la nueva carta del restaurante Gastronòmic de Sergi Peris Navarro, un joven cocinero que empezó en el estrellamichelinado Restaurante Torrijos y fue aprendiendo en Barcelona, en Casa Pepico del Barrio de la Roca, en Brasil, en Madrid y en Colombia. Abrió en esta céntrica galería en el peor día que se puede abrir un restaurante, un 2 de junio de este año, aunque eso le ha permitido rodar todo el bagaje culinario durante los meses de agosto, septiembre y octubre. Quizá por este motivo su presentación fue tan exquisita y bien construida, con su tempo, sus búsquedas exactas de sabores, texturas y aromas, especialmente los marinos. Nos sorprendió primero con unas otras normandas con champán brut nature con 0 azúcar; luego, una ensaladilla de atún picante, patata al vapor, mi imprescindible chile chipotle y dátil sobre una galleta de arroz con algas. Una mini-pizza de anchoa con queso italiano y orégano en vez de albahaca. Ostras francesas con escabeche de agua de Valencia y jugo frío de naranjas sanguinas. Ostras nórdicas con agua de remolacha ahumada con crema de avellana. Capuchino de parmesano. Royal de setas. Espuma de virutas de Parmesano. Foie con puré de chirivía con hinojo y regaliz. Tempura de ortiguillas de mar. Carrillada de atún con caldo de miso y dashi. Y acabamos con codorniz rellena de puré de boniato picante, hecha delante de nosotros en una especie de samovar de brasas aromáticas. Este menú nos arrancó a los comensales varios aplausos y nos fuimos con un obsequio de Antonio Martucci, una pequeña botella de Limoncello di Giuseppe, completamente natural. Por cierto que no sabía que la marca Limoncello había sido registrada por un valenciano, igual que Luis Salom registró la marca Guanyem Valencia y se la quedó para siempre.
Después de sublimar con tan buena comida, un paseo por la Universidad de Valencia me llevó a la inauguración, en la Sala Martínez Guerricabeitia de la Nau, de la exposición “Yturralde, cartografías de lo sublime”. José María Yturralde, a pesar de su apellido, nació en Cuenca en 1942 y es un referente internacional de la abstracción contemporánea. Tan contemporánea que los asistentes a esta inauguración fueron Román de la Calle, que te explica la obra de Yturralde en el vídeo de presentación de la muestra; Jose Luis Cueto, decano de la Facultad BBAA- UPV; los artistas Francisco Sebastián Nicolau, Nuria Rodríguez, Amparo Carbonell, Chema López y Javier Chapa; Jose Luis Berchez, profesor de Historia del Arte de la Universitat de Valencia; El diseñador Salva Nebot; Manuel Muñoz Ibáñez, Presidente de la Real Academia de San Carlos; Tomás Llorens, ex director del Museo Thyssen; La historiadora Toni Picazo; El artista Rafael Armengol; El director del IVAM, José Miguel García Cortés junto a Ramón Escrivá, conservador del museo. Colette y Rosa del estudio de diseño Collageno; Sara Mansanet y Carlos Madrid, del festival La cabina y Olga Adelantado, de la Galería Luis Adelantado, que inauguró el pasado jueves Modalidades de lo visible, de Irma Álvarez-Laviada, Un Dos One Two de Camila Oliveira Fairclough y en su Boiler Room, Anganxada. de Clarence Guéna. También acudió Consuelo Císcar que a pesar de contar con mi incondicional admiración por su esforzado apoyo a la cultura no fue reclamada para ningún posado fotográfico. (Las fotos de galería son de Eduardo Alapont)
La realidad está superando tanto a la ficción que muchos creativos se están pasando al género documental o biográfico. Yo conocí de cerca este género en un viaje a México, donde gironael polivaliente valenciano Pau Montagut se había, digamos, autoexiliado para montar de la nada un festival dedicado a mostrar la realidad en la capital de ese país inundado de fantasías color fresa y muy crudas realidades. Así que con Nacho Navarro como tándem y productor ejecutivo, de la mano de “DocsValencia. Espai de no ficció” el documental ha llegado a nuestra ciudad para quedarse, atraer la coproducción a nivel profesional y cultural, recuperar espacios públicos y renovar el género documental.
Este nuevo festival nace ya con muchos entusiasmos y un público muy receptivo. Después de una multitudinaria “jornada de internacionalización del guión documental” en la Filmoteca organizada por los Escriptors de l’Audiovisual Valencià (EDAV) y el Institut Valencià de Cultura del IVAC el pasado miércoles por la noche arrancó la presentación de este proyecto con la exhibición de “Where to invade next”, “¿Qué invadimos ahora?”, de Michael Moore. El cine se quedó sin entradas. Se petó, por decirlo claramente, porque el documental une información con entretenimiento y es una herramienta de transformación y debate, cosas que el público solicita cada vez más. Acudieron a dar su respaldo y a interesarse por esta iniciativa que a la partir del 28 de abril sin duda va a dar una nueva visión a la cultura a nuestra ciudad las siguiente personalidades: la Directora General de Cultura, Carmen Amoraga, Abel Guarinos de Culturarts, Albert Girona, Director General de Cultura, José Luis Moreno del IVAC de Audiovisuales y Cinematrografía, Rosa Domínguez, Álvaro Oltra y Pep Llopis de la SGAE, Pilar Pérez Solano y Salvador Broseta, de la Generalitat, Teresa Cebrián de la EDAV, Carles Miralles, de Aire de Cinema, Inti Cordera, José Antonio Hurtado “Piti”, Carlos Madrid y Sara Mansanet, de La Cabina, Laura Grande, Josep Pascual, Pau Martínez de EDAV, Luis Lizarón, Presidente de ATRAU,el director y guionista José Ángel Alayón, Raúl Ribenbauer, Maite Girau, Carles Candela, Octavio Guerra, Antonia Montaner, Vicente Inglada, secretario de la Unión de Consumidores de Valencia, Rafa Alborch, Sergi Pitarch, Rosa Sanz, Rosa Molés o Joana M. Ortueta entre otros muchos. Hubo muchos más documentales los días siguientes, y esa noche, fiesta con la actuación del grupo de música soul Docks & Soul.
También me pude pasar un rato por la celebración que Contexto Comunicación, de la mano de José Vicente Plaza, organizó para la productora Eva Vizcarra y Endora Producciones por haber conseguido el Delfín de Oro de Cannes con "El Arquitecto de Nueva York". Estuvieron
la biznieta del arquitecto, Amparo Donderis Guastavino, Paola Dominguín, el dibujante Mique Beltrán, MacDiego, Francis Montesinos, Lucas Soler y señora, José Luis Moreno, Carmen Alborch, la diseñadora Lina Vila, Reme y Juanjo de “la Edad de oro” donde acabamos la fiesta, Eva Peydró y Joaquín Orts, el encantador marido de Eva, que me contó que este año no habían cosechado uva para su vino de Mas de Sella que nunca deja de dar sorpresas. El Flaco García Poveda hizo las fotos de las que me he permitido sacar una de Facebook como muestra del evento. Documentales, biografías y verdades incluso en la comida, un montón de hechos para reflexionar sobre la vida.
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