VALÈNCIA. Tras un período de creación y producción, Laura Esparza presenta su EP Tierra y tripas. Seis canciones forman un trabajo que nace para cerrar una etapa de transición en la que Laura Esparza ha recorrido un camino emocional y musical que ahora queda aquí recopilado. En él encontramos, además de los cuatro singles que ha sacado desde que comenzó su recorrido en solitario, dos nuevos temas muy introspectivos en los que Laura abre de par en par las puertas a su mundo interior.
En primer lugar, dando nombre al EP, Tierra y tripas. "Detrás de este título tan crudo encontramos una reflexión sobre aquellas historias que no elegimos o que no pudimos vivir; sobre vivencias sin concluir que nos remueven por dentro y sobre cómo de sanador puede ser darles luz para poder soltar, sanar y seguir adelante. Con una sonoridad que se nos presenta casi como un mantra, y una estructura poco tradicional, este tema nos invita a dejarnos llevar por un recorrido que comienza exclusivamente con guitarras y voz, para dar paso a un final donde reina la batería de la mano del músico Simone Zaniol", explica una nota.
Más tarde suena Dinamita, "una expresión del deseo más animal, un deseo, en esta ocasión, teñido de melancolía, como una rendición al mismo". En un panorama musical en el que prima cada vez más la electrónica y las guitarras suelen quedar a un lado, en Dinamita se ha querido homenajear a este instrumento. El tema ha sido grabado exclusivamente contando con guitarra acústica y voz, y ambas se unen en la profundidad de una armonización que le confiere al tema una sonoridad muy próxima al folk.
Todas las canciones han sido grabadas y producidas en Dinammo Studios de la mano de Fran Pardo, quien se ha encuentra también tras todas las guitarras que aparecen a lo largo de este EP.
Con Tierra y tripas Laura Esparza cierra una etapa para dar paso a la siguiente que, según anticipa, arrancará con un nuevo single muy diferente acompañado de un videoclip, que verá la luz con el inicio del calor del verano.