Los festivales han vuelto a la Comunitat Valenciana, que lleva tres fines de semana de desescalada festivalera
VALÈNCIA. (EFE) El festival de Les Arts cierra este sábado su 6º edición después de haber conseguido devolver a sus 40.000 asistentes la posibilidad de bailar y disfrutar de la música en la "nueva normalidad", con sus tradicionales fuegos artificiales incluidos. Tras colgar el cartel de "no hay entradas", Les Arts volvió a llenar de música la Ciudad de las Artes y las Ciencias el viernes con un ambiente festivo, una impresionante asistencia de público y unas patentes ganas de recuperar el tiempo perdido a causa del coronavirus.
Una cita que, según fuentes de la organización, ha conseguido llegar a los 20.000 asistentes en cada una de sus dos jornadas (40.000 en total) y que promete seguir llenando de música la ciudad de València.
El Love to Rock Experience llegó a la Marina de València el 22 y 23 de octubre como la primera cita musical en territorio valenciano en la que el público, certificado covid mediante, podía acceder al recinto y disfrutar de la música en directo con libertad de movimiento y consumiendo no solo en las zonas de restauración sino también frente al escenario.
Tras él, el SanSan llegó a Benicàssim hace solo una semana para volver a poner sobre la mesa el concepto de "macrofestival" en la Comunitat Valenciana, con 20.000 personas bailando y circulando libremente por un recinto de 100.000 metros cuadrados.
Un paso de gigante dentro de la “nueva normalidad” para los amantes de las citas musicales de gran formato, o más bien de los encuentros “musicales que tienen un sentido tribal y primitivo de ritual sagrado”, tal y como esta misma mañana los definía el sabio Santiago Auserón en una cita, menos masificada, la Fira Trovam-Pro Weekend. Un encuentro musical y de profesionales del sector que, desde Castelló intentaba dilucidar hacia dónde camina un sector especialmente castigado por la pandemia, periodo en el que se ha puesto de manifiesto no solo su necesidad para sobrellevar el confinamiento y para dignificar y dar sentido a la cotidianidad, sino la precariedad laboral que sufre su amplio abanico de profesionales.