Foto: DIPUTACIÓN DE VALÈNCIA. VALÈNCIA (EP). El Museo de Prehistoria de la Diputació de València cuenta desde hace semanas con nuevo material paleoantropológico en sus fondos: un esqueleto neandertal encontrado en 2010 en la Cova Foradada de Oliva (La Safor) en una excavación dirigida por J. Aparicio Pérez. Se trata de uno de los esqueletos de neandertal más completos encontrados en la Península Ibérica.
Con motivo de la llegada de los restos a los almacenes, la directora y el conservador del museo, Mª Jesús de Pedro y Alfred Sanchis, han inspeccionado el esqueleto junto al diputado de Cultura, Xavier Rius.
La valoración es satisfactoria porque es un material que resitúa el Museu de Prehistòria entre los principales en materiales propios de esta especie extinta del género Homo, destaca la corporación provincial.
Como directora del museo, Mª Jesús de Pedro se congratula por haber finalizado un "periplo" de los materiales que los ha llevado a una fase de restauración y a otras de estudio, lo que ha permitido fijar valiosas informaciones que se publicarán en breve.
El esqueleto, conservado parcialmente, formaba parte de un bloque brechificado, razón por la que fue trasladado al IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) de Tarragona para su restauración e investigación científica, a cargo de Gala Gómez Merino como restauradora de esta institución.
Fue un proceso largo y minucioso que permitió la extracción de varios elementos anatómicos y su posterior estudio por parte de un equipo de paleoantropólogos encabezado por Carlos Lorenzo Merino, investigador del IPHES y profesor de la Universitat Rovira i Virgili, y M. Eulàlia Subirà de Galdàcano como profesora de la Universitat Autònoma de Barcelona.
Del esqueleto, que podría corresponder a un enterramiento practicado en el interior de la cueva, se conserva el cráneo, la mandíbula, el tórax y el brazo izquierdo. Presumiblemente, el cuerpo del finado se colocó en posición decúbito lateral izquierdo.
Los primeros datos facilitados por el equipo investigador lo relacionan con un hombre de unos 30 a 40 años en el momento de su muerte. Sus características morfológicas lo vinculan a Homo neanderthalensis, el grupo humano presente antes de la llegada de la especie actual Homo sapiens.
Estos restos vuelven a València para su depósito definitivo como un hallazgo con un interés paleoantropológico y arqueológico extraordinario, por lo que el Museo de Prehistoria ya prepara su próxima exposición en las salas permanentes de sociedades cazadoras-recolectoras.
Unos trabajos de análisis han revelado que los restos pertenecen a un hombre de unos 30 a 40 años, apoyado sobre su lado izquierdo, del cual se conserva el cráneo, la mandíbula, el tórax y el brazo izquierdo
