LA SEÑORA SIEMPRE TIENE RAZÓN

Lo que el Adviento nos llevó

10/12/2016 - 

VALENCIA. Adoro los cuentos de Navidad, que ya se acerca. Especialmente el de Dickens, donde se retrata a la cruel sociedad victoriana necesitada de compasión, buena voluntad y armonía. También en nuestra época de feroz individualismo, donde impera un enorme miedo al futuro, una de las cosas que más nos tranquiliza es vernos reflejados como en un espejo. Las agencias de datos saben esto y recopilan vastas cantidades de datos acerca de comportamientos y reflejos para buscar patrones y correlaciones, centrados en usted, para predecir lo que ocurrirá según dónde vaya a gastar su dinero. En un mundo de libre mercado es importante creer que se puede controlar todo mediante un método. Al menos eso es lo que enseñan en la Facultad de Económicas.

Ahora que ya sabe el motivo por el que tiene usted que aceptar obligatoriamente el uso de cookies, sumérjase en estas tranquilizadoras crónicas sociales que les hablan de un mundo estable... ¿O quizá no tan estable?

La realidad es imprevisible

El invierno de 1992, un millonario japonés llamado Akio Kashiwagi fue encontrado muerto en su casa palaciega cerca del monte Fuji. La escena era espantosa. El traslúcido papel washi de las puertas de la casa estaba salpicado de sangre. Había sido apuñalado hasta 150 veces con una espada de estilo samurái, el sello de la yakuza, la mafia japonesa. Kashiwagi tenía entre sus muchas reputaciones la de ser uno de los cinco mejores jugadores del mundo, una "ballena" en la jerga del casino, dispuesto a apostar 10 millones de dólares en una sola mano. Calculen en euros.

Donald Trump y una moraleja

Por su pasión por el juego se cruzó con Donald J. Trump, cuando este inició su vida de magnate en el casino “Trump Taj Mahal” de Atlantic City, cuando los bancos se dieron cuenta de que, tras aprovechar la ruina del ayuntamiento, Trump no podía pagar los intereses de sus inversiones inmobiliarias en Nueva York. Estaba en la ruina y al borde del divorcio por su relación con Miss Hawaïan Tropic 1985. Tomen nota los empresarios valencianos que se sientan atraídos por las bellezas de este estilo.

En 1990 los dos hombres tuvieron un enfrentamiento épico y notablemente personal en el que millones de dólares del casino de Trump fueron desviados en una increíble racha de mala o buena suerte, según se mire, a la cuenta de Kashiwagi. Trump acudió a un ex matemático de la Corporación RAND, Jess Marcum quien, tras cinco días de proponer apuestas adictivas al japonés, le hizo perder y abandonar. Euforia: ¡Vivan las Probabilidades y el Nobel de Economía!*

Pero la realidad no se puede predecir y el asesinato del japonés impidió que el americano recuperara su dinero. Trump hizo ver después su enfrentamiento con Kashiwagi como otra de sus muchas grandes victorias. Sin duda Trump no tiene un buen cronista que echarse a los ojos, ni le interesa, porque la huella que dejó en Atlantic City fue una ciudad al borde del colapso (cuatro de los últimos seis alcaldes han sido enjuiciados por corrupción y malversación de fondos públicos, ejem) aunque él lo presenta como otra muestra más de su talento para las negocios ya que tuvo “el buen sentido común de irse de Atlantic City antes de que se hundiera completamente”. Hoy muchos residentes de Atlantic City recuerdan al empresario con una mezcla de admiración y recelo. Incluso era conocido como “un buen jefe”. Me suena.

Reconozcamos que Trump, en Atlantic City, algunas veces fue bueno y otras veces fue malo, como todas las personas. Pero no todas las personas tienen su nombre escrito, en letras gigantes con luces de colores -ya silueteadas en mugre- por toda la ciudad. Aún cuando Trump trate de limpiarlo.

Cenas golfas del casino CIRSA Valencia 

Mientras los arriesgados juegos de millones fracasan en Estados Unidos, las apuestas sencillas y bien pensadas han conseguido que por fin cuaje la historia de amor entre el cabaret y la ciudad de Valencia. La gente quería cabaret. Y ha sido el casino CIRSA, el edificio de juego, ocio y gastronomía, quien lo ha conseguido en una plaza fija. El espectáculo se llama “The Golfus Cabaret”, con Ricardo Jordán como tradicional maestro de ceremonias. El restaurante del casino ofrece un menú cerrado de tres entrantes, plato principal de carne o pescado, postre y maridaje con vinos valencianos, todo por 35 euros, espectáculo en directo incluido. Las tres ediciones pasadas ha tenido tanto éxito -con el cartel de “completo”- que repetirá el 13 de enero y el muy próximo 23 de diciembre con una fiesta dedicada al cine. Todos los que vayan caracterizados de personaje cinematográfico serán obsequiados con una copa y seguro que el mejor disfraz se lleva un buen premio con posibilidades de multiplicarse.

Por eso el pasado viernes me llevé a cenar allí a la mítica Margot, reina de la mejor época de las variedades y el cabaret de esta ciudad, para ver el espectáculo y ponerlo a parir. Ya saben cómo somos los actores de maldicientes. Pero estuvimos tan entretenidos con la cena, las velas rojas, los comensales y tanto ajetreo y actividad que no pudimos. Además, la conversación de Margot, que es una enciclopedia de saber, se vio incitada por el ambiente y cayeron una tras otra las mejores anécdotas del golferío histórico y actual de la ciudad. 

Después de ser cordialmente recibidos por Alex y Marta, los relaciones públicas del local, bajamos la suntuosa escalera donde una bella señorita enrollada en una boa roja de plumas se hacía fotos de recuerdo con los comensales. Como lo que ocurre dentro del cabaret se queda exclusivamente dentro, no se permite hacer fotos. Por supuesto yo robé unas cuantas, porque soy muy díscolo con las normas y he querido mostrarles el ambiente. 

Nos sentamos junto a dos matrimonios rusos muy marchosos, especialmente ellas, una morena pequeña con mucho pecho y una rubia muy elegante, hijas del pueblo del Kremlím. Las mujeres son siempre más animadas, porque se conocen todas las puticanciones, cosa que siempre sorprende a sus parejas que no saben de dónde sacan tantos conocimientos. A nuestro alrededor, mesas contextualizadas con elegantes cabelleras canosas, juveniles y pícaras celebraciones de cumpleaños, parejas de matrimonios con ganas de diversión y gente dispuesta a ver si se dejaban escandalizar en la más amable tradición cabaretera. 

El espectáculo empezó con torsos desnudos, faldas de plata y máscaras al ritmo del tango Roxanne de la película Moulin Rouge. Ricardo Jordán, además de cantar en directo, animó a hombres y mujeres del público a base de ofrecerles jugosos premios en metálico a cambio de participar en el espectáculo y concursar. Y lo hicieron con esa desenvoltura que nos caracteriza a los valencianos cuando nos ponemos de rey moro en la filá con un alfanje o a ser “Miss Camiseta Mojada de Bloody Mary” en la tomatina de Bunyol. Y ese efecto se contagió a los asistentes de otros países, tan inclinados a saltarse con gusto las rígidas normas de sus respectivas sociedades cuando nadie les ve. Luego ya vino lo que Margot etiquetó como “la primera chufa de la noche” a cargo de un joven simpatiquísimo, a la que siguió una elegante señorita ofreciendo el estimulante fruto de la higuera con sus respectivos panquemaos y luego toda la serie fructícola y cantante, con conejitas y machomanes, todo muy discreto y perro a la vez. Humor, picante y sorpresas para olvidarse de la rutina y pasar un rato de lo más ameno y agradable. Sin embargo sí que tengo una crítica: este dinner-show debería hacerse dos o tres días seguidos para que todo el mundo pudiera disfrutar de él, pero demos tiempo al tiempo.

Subastas en el Ateneo

El Adviento ha llegado bajo forma de iluminación en forma de jaulas de colores colgantes que sugieren tal vez, de manera alegre, el deseo y la ilusión de ver dentro a la gente corrupta que habría que encerrar el año que viene. También viene con buenas intenciones en forma de celebraciones solidarias como la 3ª subasta benéfica de la ONG “One day yes” que tendrá lugar el próximo 15 de diciembre en el Sky Bar del Ateneo Mercantil de Valencia a las 19:30h.

Cada vez con propuestas más arriesgadas e interesantes encaminadas a atraer a los que la sostienen, esta ONG subasta esta vez ni más ni menos que la posibilidad de “ser chef por un día con Ricard Camarena en su cocina” o entrar en los fogones de Quique Dacosta para ver su método de trabajo y cenar después con este “hombre diez”. Y no acaba ahí: puedes pasar la experiencia de pujar por una obra de las mejores ilustradoras valencianas siempre implicadas en todo lo social: la poética Paula Bonet, Cristina Durán de LaGRUAestudio o la godellense de moda Carla Fuentes; o la posibilidad de tener un prêt-à-porter de Siemprevivas o un Francis Montesinos en tu armario; entradas ofrecidas por Teatres de la Generalitat en los teatros Olympia y Rambleta; vales para restaurantes como Veles e Vents, Duna, Mar de Avellanas o Casa Tavella; hay balnearios, escapadas, productos de belleza, deporte, lotes de cerveza Zeta o Bierwinkel, vinos Celler del Roure, Valsangiacomo; participan el Valencia CF y el Levante UD, además de artistas y diseñadores, si pueden diferenciarse hoy en día. En suma, que de sumar se trata, la posibilidad de entrar en el mundo de las bodegas, llevar arte a tu casa a precios solidarios, adelantar las compras navideñas para regalar algo diferente, especial y único o, mira, simplemente pujar por una buena causa que el evento se hace para mantener la comida y educación de 28 niños de una escuela construida con material reciclado en Lamu, Kenia, pasión por la que vela la periodista Ana Mansergas, artífice de todo esto con la ayuda de amigos y conocidos.

Crisis dental

Uno de los actos más fantásticos y sugerente que nos ha deparado esta temporada pre-epifánica ha sido el encuentro “Estrategia y sentido común” entre el odontólogo Primitivo Roig y el escritor Leopoldo Abadía. A primera vista sugiere una escena entre el maravilloso Orin Scrivello y Sánchez Ferlosio, pero se trataba sin embargo de cambiar impresiones sobre la coyuntura económica y social. Es cierto que los segundos afectados por la crisis, después de los artistas, suelen ser los dientes de los ciudadanos, caballo de batalla perdedor del Obamacare. Y una sociedad con dientes mellados y torcidos sale mal en las fotos. Concluyeron que hay que promover los valores humanos por encima de los criterios económicos, filosofía que ya no se lleva ni en en la comprometida Cartelera Turia, pero que sin embargo se agradece por si alguno de los responsables de la falta de sentido común de este mundo se siente aludido, aunque no nos consta que Donald Trump o Bashar al-Ásad estuvieran entre los asistentes.

Vanguardia, libélula y corazón

Estos son los tres capítulos de la historia navideña de Snobiliare. Esta es una de esas pequeñas marcas valencianas que se están abriendo paso a golpe de buen gusto, algo más difícil que rebuscar en los instintos más bajos de los consumidores a través de ropa perruna, telas baratas y diseño “entra si puedes en esta talla”. El 15 de diciembre inauguran con muchas sorpresas en el CoolMarket Valencia, calle Conde Salvatierra 20, con su colección de invierno donde estarán hasta el 5 de enero. 

Conozca a Vicente Gracia

Por cierto que paseando por la Calle de la Paz, me detuve a tomar una de esas instantáneas que suelo subir a Instagram, sabe Dios por qué razón psicológica o carencia afectiva. Me llamó la atención una puerta en el número 4, rodeada de azulejos o mosaico hidráulico, que lucía una roja corona navideña. Cuál fue mi sorpresa -me moría por escribir este inicio de frase- cuando se abrió la puerta y un señor me tendió la mano y me invitó a ver su local. Era el mismísimo joyero Vicente Gracia quien me mostró su taller, el obrador, las cajas con sedas valencianas donde envuelve sus joyas, y los diseños. Fue como estar, de repente, en un punto intermedio entre París, Londres y la antigua Constantinopla: la calidad de sus joyas, tomadas de referentes históricos, literarios y exóticos, junto al calor humano que exhalan, confieren una personalidad tan marcada como un perfume. Me mostró el diseño de un colgante en oro blanco puro, basado en una joya de la tribu marroquí de los gnawa, cuya cultura combina tanto el trance hipnótico por medio de la música como la evocación de santos protectores puesto que en Marruecos se piensa que son especialistas en sanar, sobre todo las picaduras de escorpión y los desórdenes mentales. También un collar llamado “los guardianes del tesoro” hecho con minúsculas cabezas de animales plateadas engarzadas y que representa el cuento sufí de “El Rey del Reino”, representado por la cabeza de un león hecho de oro puro, que cuida el manantial que convierte en piedras preciosas a los animales que beben de esa agua. Por un momento pensé que Gracia sacaría un samovar y que pasaríamos la tarde tomando té y hablando de numismática o colombofilia, pero no, porque tenía muchísimo lío preparando la copa de Navidad que celebra con sus amigos y clientes el próximo día 14. Como no quería irme, pretexté un desmayo, luego una peritonitis y luego alegué que sufro de agorafobia pero él, sin perder la elegante sonrisa, me acompañó a la puerta y me dijo que volviera cuando quisiera y me considerara invitado. Seguro que sus clientes son inteligentísimos y los apuntaré en mi agenda blanca. Si aún no lo conocen, vayan sin miedo y se asombrarán de las piezas tan bonitas que tiene.

Diálogo entre la joya y la escultura 

Si ya estaban al cabo de la calle con el maridaje del vino, les contaré al maridaje de joyas y esculturas que tuvieron los de Marfil Joyeros y el escultor vasco Iñigo Manterola. Tuvo lugar el pasado día 1 y acudieron unos cien invitados. Las hermanas Begoña y Paloma Marfil, acompañadas del artista, ejercieron de anfitrionas en La Cambra de Ricard Camarena. Las joyas se mostraron como pequeñas obras de arte junto a doce esculturas de Manterola de su serie que lleva como evocador nombre "Paseos por el soporte".

Si nunca vieron joyas buscando sinergias, esta era la ocasión ideal, porque estaban todas dispuestas a compartir su cincelado con el tallado artístico.

Con ese mismo espíritu de enriquecimiento mutuo, compartiendo experiencias, brillaron y lucieron como diamantes en el evento, la presidenta de CECOVAL Maribel Cosme, la siempre chispeante Mayrén Beneyto y Eva Marcellán, la fantástica fundadora de Moddos Ana García-Rivera, Elena Ravello, Cheli Serra, Patricia Cerveró y Fernando Roig Negueroles, Amparo Jiménez y Emilio Sanchis, Mª José Porcar y Paco Company, Susana Company y el odontólogo y ortodoncista humanista Javier Beutel Raga, Amparo Montoro, Luci Gómez, Isabel Goyanes, la interiorista Lola Vega, Amparo Blasco, Paqui Candela, Mariola Dolz, Begoña Camps, María Blasco, Javier Monedero de Dicoval y Javier Edo de la Asociación de Futbolistas Españoles, que tienen ese lío con la football leaks.

Desde el País Vasco vinieron los empresarios Gorka Mayoz y Susana Suárez y Adriana, propietaria de la finca Itxas-Bide. Del mundo de la moda, la estilista Pachi Viñoles, diseñadoras como Marta de Diego, Pepa Martí, Soraya Plá y Verónica Jordá, el sastre Antonio Puebla, Laura Martínez, Ruth Renart y la hermana de la presentadora Cristina Tárrega, Maty Tárrega, notable empresaria de cosmética.

También asistieron la arquitecta Arancha Pérez Pont y Silvia Vilar, Begoña Meléndez, las hermanas Ana y Mamen Jofre, la cardióloga Alicia Maceira, el interiorista Gonzalo García, Ana Brugger, Pilar Ibor, los abogados Santi Guillén y Mar Gallardo y bloggers como Daqui Gómez, Mavi Trapos, Didi de Diego, Majo López, Nuel Puig, Patri Folgado, junto con Marta Handrich y Carmen Poveda que lucieron unos impresionantes pendientes de esmeraldas y un brazalete de brillantes de sus anfitriones a los que adoran. El día que venga Trump a Valencia a ver el acto de las Fallas Patrimonio de la Humanidad, no se las pongan, no sea que les eche el ojo encima y se encapriche de los pendientes o de su portadora y le haga una proposición a la que nadie, ni siquiera un político honesto, podría negarse. 

*El Nobel de Economía, en realidad, no existe. Los incrédulos y especialmente los crédulos, consulten en la Wikipedia.

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