Renovaciones de convenios o selección de directores de espacios culturales, algunos de los 'deberes' que han quedado en pausa y que se deberán retomar en las próximas semanas
VALÈNCIA. El estado de alarma ha puesto en pausa a toda una arquitectura cultural que todavía está viendo cómo se adaptará a eso que llaman “nueva normalidad” y que trae consigo muchas incógnitas. Pero la parálisis no solo se ha traducido en un vacío de la programación cultural a causa del cierre de teatros, cines o museos. No son pocos los procesos iniciados poco antes de la pandemia, y que se esperaba resolver estas últimas semanas, que han quedado suspendidos a la espera de que se retome gran parte de la actividad, procesos que dejan en pausa selección de directores de teatros, espacios culturales o ayudas.
El pasado 18 de febrero publicaba el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) la propuesta de cesión de uso del anexo sur del Palau de les Arts, el espacio ocupado actualmente por la escuela Berklee. Con la mirada puesta en la finalización del convenio que actualmente rige la relación entre la escuela y la administración pública, que acaba en 2021, era entonces cuando se ponía en marcha un proceso de renovación que se había hecho esperar. Con todo, la Fundación Berklee College of Music formuló una propuesta para desarrollar su actividad en el anexo de Les Arts por un plazo mínimo de 25 años prorrogable, propuesta sujeta a un proceso que, claro, también tiene en cuenta la posible competencia.
Por un periodo de 20 días cualquier entidad sin ánimo de lucro, cuyo objeto social incluya el desarrollo de actividades académicas de formación superior ligadas a la educación musical, podía manifestar su voluntad de competir con Berklee. En plazo, sin embargo, tal y como ha podido saber este diario, quedó paralizado apenas dos días antes de concluir, dejando en stand-by el proceso, que se retomará próximamente.
Otro de los ‘deberes’ por resolver, en este caso dependiente del Ayuntamiento de València, es cubrir la plaza de dirección del Teatre el Musical. Fue en noviembre del pasado año cuando finalizó el contrato de Olga Álvarez, dejando vacante la dirección artística del teatro municipal y dando paso a un nuevo concurso que fue aprobado por Junta de Gobierno Local a final de año. El proceso, sin embargo, también ha quedado paralizado a causa de la crisis sanitaria. Así lo confirman desde la concejalía de Acción Cultural, quienes avanzan que el próximo paso será la constitución de la comisión de valoración, una parálisis que obligará a trabajar de cara al inicio de la próxima temporada sin coordinador artístico.
En el apartado de teatros, también es cuenta pendiente cubrir el puesto de dirección del Escalante. “En un espacio como el Escalante no creo que sea bueno que sea una persona esté 20 años en el sitio. De primeras, no me hace mucha ilusión que me obliguen o me ciñan a que sea un funcionario”, explicaba la concejala y diputada Glòria Tello en marzo, durante una entrevista con Culturplaza. El teatro, que se espera se reubique en el futuro en Ribes Espai Cultural, cuya apertura estaba prevista para antes de verano, tiene todavía pendiente cubrir esta plaza, que está vacía desde hace casi un año, con la salida de Josep Policarpo.
Y de teatros va la cosa. El proceso para la elección del nuevo director del Teatro Principal de Alicante, por su parte, continúa sin registrar ningún avance significativo desde principios de año. Fue entonces cuando el equipo de Gobierno municipal (un bipartito compuesto por PP y Cs) respondió a la propuesta de borrador presentada por la Conselleria de Cultura para confeccionar las bases del proceso público de selección de ese nuevo responsable al frente de la sala.
En esa respuesta, el Ayuntamiento -uno de los tres copropietarios del coliseo, junto a la Generalitat y el Banco Sabadell- apuntaba que el borrador había introducido elementos, como el conocimiento del valenciano, que no se habían tratado en la reunión de la Junta de Gobierno celebrada el pasado septiembre.
Desde esa respuesta, no ha habido ningún otro movimiento, pese a los mensajes cruzados entre representantes autonómicos y municipales a través de los medios de comunicación. Mientras, la realidad es que el Principal continúa sin director al frente desde el pasado mes de abril, cuando se produjo la renuncia voluntaria del escritor y dramaturgo, Paco Sanguino, tras su incorporación como candidato a la Alcaldía en la lista del PSPV-PSOE en las pasadas elecciones municipales.
Hace tres años que el Menador Espai Cultural de Castelló abrió sus puertas. Tres años en los que se ha trabajado para ofrecer exposiciones de arte, presentaciones de libros, congresos, talleres o incluso encuentros sobre videojuegos. Han sido tres años en los que se han acogido aproximadamente 300 citas culturales anuales. Sin embargo, también han sido tres años en los que el espacio público ha actuado sin plantilla propia y justo ahora, que se habían iniciado todos los trámites para que esto dejara de ser así, el ente tendrá que volver a esperar. Fue a finales del año pasado cuando la UJI y el Ayuntamiento de Castelló -ambos coordinadores del Menador- se pusieron de acuerdo para sacar a licitación una plaza de atención al público, gestión de reservas o en la que simplemente un trabajador se encargará de velar por el buen funcionamiento de las salas. Tareas que habitualmente desempeña el Servicio de Actividades Socioculturales (SASC) de la universidad, aunque no sea esta su función. Pues bien, tras la declaración del estado de alarma, la bolsa de trabajo que se encontraba ya en la fase de alegaciones ha sido bloqueada y, según expone la vicerrectora de Cultura, Carmen Lázaro, no se activará hasta que puedan volver a la normalidad el resto de actividades.
Así, también se ha paralizado la adjudicación de ayudas para propuestas expositivas y proyectos culturales de 2020 y 2021 que la universidad otorga a través de la marca Uji-encultura. “El procedimiento sigue existiendo, pero se ha suspendido la tramitación administrativa”, ha apuntado Lázaro. Caso distinto es el de las subvenciones que ofrece la Diputación de Castellón para la financiación de programas culturales en 2020. Aunque el plazo de presentación de proyectos terminó justo el día antes de que se decretara el Estado de Alarma, ahora la corporación estudia cómo proceder a la selección de actividades, ya que muchas de estas han sido canceladas. “Es una situación delicada, por eso estamos preguntando a cada asociación si va a cancelar sus actividades o no, para tenerlas en cuenta, o no, en el reparto de ayudas”, apunta la diputada Ruth Sanz a este periódico. Una línea de subvenciones que, valorada en 500.000 euros, pasó este año a gestarse por concurrencia competitiva.
Y al bloqueo de espacios o ayudas, se le suma el de los rodajes. Tampoco los films seleccionados para competir en el concurso provincial Cortometrando pueden empezar a grabar, pese a que estos empezaban a trabajar a partir de abril. El festival que convierte diferentes municipios de Castellón en platós de cine, tendrá que esperar a las directrices que marque Diputación, pero también el ayuntamiento de cada unos de los pueblos.