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cultura per a la recuperació

Objetivos cumplidos y cuentas pendientes: el plan estratégico de Cultura, a examen

21/02/2023 - 

VALÈNCIA. Las políticas culturales en la Comunitat Valenciana tienen una guía: un plan estratégico que, desde la llegada del Botànic, ha marcado dos periodos de tres años en los que plantear objetivos concretos e iniciativas que deben poner en marcha desde la administración pública. El último de ellos, Cultura per a la recuperació, se presentó en septiembre de 2021 y buscaba responder al convulso contexto post-pandémico.

Con la meta puesta a finales de 2023 -es decir, en unos meses-, Culturplaza analiza, punto a punto, el estado de los compromisos de la conselleria de Raquel Tamarit con los sectores profesionales.

LaVacC, una marca con algunas incógnitas

La primera medida que dibuja el plan estratégico es la creación del conocido como Laboratori Valencià de Cooperació Cultural (LaVaCC), un “grupo de trabajo externo”, en contacto “permanente” con la Secretaría Autonómica de Cultura, cuya misión es la coordinación cultural del territorio, las acciones de las Capitales Culturales o impulsar acciones “experimentales” que conecten cultura, inclusión social, salud y bienestar. Se trata, refleja el documento, de una “potente herramienta” que “desplegará acciones culturales” sobre el territorio valenciano y que, también, “favorecerá la coordinación” entre los principales centros, como el Consorci de Museus, el Palau de Les Arts o el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM). Otro de los objetivos clave de LaVaCC es el de crear un “espacio de reflexión” entre profesionales culturales y ciudadanía para repensar las políticas culturales, un objetivo que pasa por la “reactivación” de la Mesa de la Cultura Valenciana (MeCUV), un proyecto presentado en mayo de 2017 que suponía un punto de encuentro entre agentes culturales y administración y que, más allá de un primer evento y la foto de familia, no llegó a tener mucho más recorrido.

En resumidas cuentas, LaVaCC nace como el gran organismo de gestión cultural valenciano, una marca mediante la que, de hecho, se vehiculará gran parte del resto de acciones dibujadas en el plan. Pero, ¿quién la forma? En este caso se trata de personal que depende de la Secretaria Autonómica de Cultura, sumando una persona coordinadora técnica y personal administrativo, un organismo, pues, que es en última instancia la propia Conselleria. Si bien el plan hablaba de un grupo de trabajo “externo”, también señalaba a dificultad de hacerlo así, siendo la manera más “rápida” crear un equipo de trabajo interno que opere bajo esta “nueva marca paraguas”. Con todo, LaVaCC fue creada en septiembre de 2022, un año después de lo marcado en el plan estratégico, como una sección de la propia Conselleria, un ‘Laboratori’ que sigue teniendo como reto desatascar la MeCUV, un nuevo impulso programado para el primer semestre de 2022 que sigue sin arrancar.

Foto: ESTRELLA JOVER

Objetivos cumplidos

Las diferentes líneas de ayudas y subvenciones es una de las políticas culturales más relevantes y mediáticas, además de la relación más directa entre el sector profesional y la administración pública. En este sentido, el plan de Cultura per a la Recuperació demanda que se incluyeran convocatorias plurianuales (algo que sí se ha dado en artes escénicas), además de renovar las órdenes de ayuda, que precisamente fue lo que dilató el proceso hasta los últimos meses del ya pasado 2022.

El documento pide también incrementos específicos en los recursos destinados a las ayudas. En concreto, un 16%, 27% y 36% en 2022, 2023 y 2024, respectivamente. Desde 2015, el capítulo de ayudas, especialmente las del Institut Valencià de Cultura, no han parado de crecer, si bien tanto el audiovisual como las artes escénicas han manifestado abiertamente que siguen sin ser suficientes. Como ejemplo, la convocatoria en la que más de la mitad de las compañías escénicas emergentes se quedaron sin ayuda al haberse agotado el crédito previsto.

La Plataforma per a la interncionalització es otro de los grandes avances que la Conselleria de Cultura ha puesto en marcha. El organismo se hizo realidad mediante una externalización con un importe de 400.000 euros, que ganó la multinacional IDOM. El proceso, que debía a principios de 2022 se retrasó varios meses, pero ya están los 10 proyectos de la primera convocatoria seleccionados. De estos, Cultura per a la recuperació exige que al menos uno sea un caso de éxito.

La internacionalización es uno de los grandes asuntos pendientes del sector profesional cultural valenciano, pero paralelamente a la Plataforma, la Conselleria y el Institut Valencià de Cultura han puesto en marcha otras iniciativas. La última, gloVAL, destinada a ser la ventana exterior del audiovisual valenciano.

El programa Cultura per a la Recuperació también anima a la Generalitat a “alcanzar que al menos 80 agentes y operadores culturales privados y 80 públicos pasen anualmente por procesos de formación co-financiados por el plan”. En este sentido, señala que “las principales competencias demandadas por los agentes culturales son las competencias en TIC, análisis de datos, marketing y publicidad, en desarrollo y emprendimiento de negocios y administración, análisis y ampliación de audiencias”.

Foto: KIKE TABERNER

A principios de 2022, dentro de la profunda modificación de los planes de subvención de la Generalitat, se abrieron dos vías de colaboración con las universidades públicas. En primer lugar, una aportación directa de 250.000 euros para “la contribución a los gastos corrientes para la formación de profesionales de la cultura”; por otra, una nominal a la Universitat Politècnica de València por valor de 30.000 euros para la “creación y mantenimiento del aula-empresa” relacionada con el máster de gestión cultural.

Otro de los proyectos que dibuja el plan estratégico es la creación de una serie de residencias creativas en centros de enseñanza, con el objetivo de “idear i dirigir procesos creativos en colaboración con el alumnado de secundaria durante un curso escolar”. Este proyecto, cuya “coordinación y supervisión” corre a cargo de LaVaCC, está en marcha aunque, ciertamente, no era una medida totalmente novedosa. Fue el pasado mes de julio cuando la Conselleria de Cultura comunicó la resolución de la convocatoria Resistències artístiques. Procesos artísticos en entornos educativos de 2022 con un total de 40 proyectos que se desarrollan durante este curso escolar en 40 centros educativos, una convocatoria que no es, en cualquier caso, una primera edición. “En 2016 lanzamos por primera vez esta convocatoria pública, una propuesta única en todo el Estado, con el objetivo de acercar los procesos creativos al entorno escolar”, señaló entonces el gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV), José Luis Pérez Pont. Es precisamente mediante el CMCV que se lanza una convocatoria, que, señala el propio comunicado de conselleria, ha aumentado el presupuesto y número de proyectos seleccionados. Con todo, el proyecto propuesto en el plan y desarrollado sería en la práctica más una actualización de las convocatorias, un impulso o redefinición que este curso amplía presupuesto, alcance y, también, duración, cubriendo todo el curso en un proyecto diseñado en tres frases que verá sus resultados en junio.

Cuentas pendientes

“Hasta ahora se ha prestado muy poca atención a los efectos que tiene la participación de la ciudadanía en los acontecimientos culturales, pero resulta uno de los elementos clave para evaluar la eficacia y la equidad de las políticas públicas”. De esta manera planteaba el plan estratégico la necesidad de generar un programa de creación, formación y ampliación de los públicos. En este sentido, fue hace algo más de un año que la Conselleria adjudicó a Ramón Marrades un contrato por 17.363,50 euros (IVA incluido) para su creación, siendo él mismo, también, uno de los impulsores del plan estratégico. Desde entonces, también se ha derivado parte de la acción a la Càtedra de Polítiques Culturals Valencianes, que se presentó el pasado mes de noviembre. Sin embargo, por el momento, no se ha presentado ningún resultado y, consultados por este diario, algunos de los principales gestores culturales admiten desconocer el proyecto y no haber participado en él, pese a que el calendario presentado marcaba la primera recopilación de datos y creación del grupo de trabajo en la temporada 2021/2022.

Por otra parte, internamente Cultura tiene un problema crónico que no parece tener solución fácil ni mucho menos rápida: la falta de personal, que en algunos departamentos es sangrante. Ante eso, Cultura per a la recuperació dobló la apuesta proponiendo la contratación de 1.000 agentes culturales al año que trabajaran con proyectos en ayuntamientos y administraciones públicas para dinamizar el territorio.

Para ello, ya en 2022 se presupuestó el programa en cinco millones de euros. Es decir, 5.000 euros por cada agente cultural. El problema llegó después: si bien la idea es seguir el modelo EMPUJU (un proyecto de Labora para la contratación de gente joven en corporaciones locales), los plazos se agotaron. A preguntas de este diario, Cultura explicó que para poder llevar a cabo la contratación, se hará teniendo en cuenta los proyectos territorializados. Se están preparando las bases de una llamada a proyectos para que se presenten diferentes propuestas. A partir de entonces, habrá una baremación y, elegidos los correspondientes, se activará un contrato artístico de un año para desarrollarlo, planificado de la siguiente manera: tres meses para analizar la zona concreta donde se quiere implementar el proyecto, treses meses para la adecuación del proyecto donde tenga impacto, y 6 meses para llevarlo a cabo. El programa vuelve a estar presupuestado otra vez con cinco millones en 2023 pero, a fecha de hoy, sigue sin saberse nada de la convocatoria.

Foto: FEVIM

El último de los objetivos del plan diseñado por Vigla es, a su vez, el más abstracto de todos: “Impulso de nodos de innovación cultural y creativa de referencia autonómica”. Acompañada de la primera instrucción: “La Ciutat de l’Artista Faller en València como experiencia piloto”. Los nodos servirían para “la articulación del ecosistema cultural y creativo valenciano”. La segunda experiencia propuesta era la del establecimiento de relaciones con la celebración de la Capitalidad Mundial del Diseño.

La radiografía se aleja mucho de lo expuesto en este plan. Por una parte, la implicación de la Conselleria de Cultura con la Capitalidad del Diseño ha sido más bien residual, enmarcándose siempre en la agenda expositiva del Centre del Carme, el IVAM o el Museu de Belles Arts. Por otra parte, fuentes del Ayuntamiento de València confirman a este diario que la Conselleria no se ha interesado en ningún momento por el proceso de transformación de Ciutat de l’Artista Faller.

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