VALÈNCIA (EP). El Teatre Rialto de València estrena, del 11 de noviembre al 4 de diciembre, Pau, la nueva producción del Institut Valencià de Cultura (IVC) que sube a las tablas el tema de la identidad de género con la voluntad de ofrecer "un espacio para la emoción y la reflexión". Así lo ha explicado Gemma Miralles, que ha escrito y dirigido este espectáculo surgido de la IV edición del Laboratorio de Dramaturgia Insula Dramataria Josep Lluís Sirera. El reparto está integrado por Rafa Alarcón, Sergio Caballero, Esdres Fayos, Laura Salcedo y Silvia Valero.
El título Pau se refiere a una persona con un nombre propio sin género, que sirve igual para un hombre que para una mujer, y también se refiere a su significado -paz en valenciano-, que remite a lo contrario en la guerra. La trama se sitúa en un jardín, el de Patricio, padre de Pau, adolescente intersexual de 14 años, y aborda cuestiones referentes a la libertad en la orientación sexual y a la determinación de la identidad de género, un asunto este más complejo y más alejado del consenso social.
A través de cuatro personajes adultos -los padres divorciados de Pau y sus nuevas parejas- que discuten sobre el menor, la obra desarrolla una disección irónica de la sociedad contemporánea y depara al espectador "una serie de hechos inesperados que van sacando a la luz las dudas existenciales y las miserias de los propios personajes", ha explicado Miralles a Europa Press.
"Mi pretensión es reflexionar sobre esta cuestión, que puede abordarse desde muchos puntos de vista (filosófico, social, político, biológico...), e intentar mostrar cuatro puntos de vista muy diferentes, no solo sobre identidad de género, sino cuatro estereotipos de formas de ver la vida que hagan aparecer ciertos interrogantes", asevera la dramaturga. "No intento hacer buenos y malos, sino poner sobre la mesa un tema donde hay mucho para debatir lejos de las posiciones polarizadas que hay sobre todo ahora mismo", añade.
"Esto no es un tuit", hace notar Miralles, que defiende que en el teatro "puedes tener la oportunidad de ver un personaje con todas las luces y las sombras, así como su evolución". "Te puedes poner en los zapatos del otro porque cada persona es un mundo y así tendría que ser vista, con sus luces y sus sombras", insiste.
Por último, la escritora y directora se ha mostrado muy satisfecha con los participantes en la producción y recalca que, para ella, "lo más bonito del teatro es hacer equipo". En este sentido, ha señalado que se siente "muy afortunada" por el "excelente" trabajo de los profesionales técnicos y de los actores, que han sido "supergenerosos".
En la Sala 7 del Rialto se presenta ‘For (D)’ de la valenciana Olga Clavel, un espectáculo de danza sobre el impacto de la música en el cuerpo