VALÈNCIA. Los profesionales de la cultura han dicho basta. La recientemente creada ‘Plataforma por la cultura pública’, integrada por un buen puñado asociaciones y colectivos, acusa a la Conselleria de Cultura de hacer de la convocatoria de plazas de funcionarios un “mercadillo”, al pretender aglutinar los puestos "bajo un título genérico de 'Administración Cultural' sin definición de los puestos a ocupar". Así describen una fórmula que no es nueva pero que, a pesar de las sonadas quejas del pasado (especialmente aquellas vinculadas a los restauradores del Museo de Belles Arts), sigue con el mismo modelo. Fue el pasado mes de enero cuando la administración publicó en el DOGV la convocatoria de pruebas de acceso, un texto del que se sacan pocas conclusiones más allá de que, efectivamente, formarán parte de cultura.
“No se desvelan los perfiles específicos, ni los puestos a ocupar [...] Este tipo de acciones son una falta de sensibilidad y respeto hacia el mundo profesional de la cultura”, reza el escrito de la Plataforma, en el que se lamentan por que la administración caiga en “errores del pasado”. Esto es, aceptar en la convocatoria a perfiles tan diversos como licenciados o graduados en Bellas Artes, Geografía, Historia, Humanidades, Sociología, Antropología Social y Cultural o Historia del Arte, una falta de concreción que, explican, afectará a la postre en los centros culturales en los que repercuta esta selección de personal. “Según esto, una geógrafa/o ¿Podría restaurar una tabla gótica? Una restauradora/or ¿Podría realizar propuestas de organización museológica? Una arqueóloga/o ¿Podría preparar la programación expositiva de un museo de arte contemporáneo? Una historiadora/or del arte ¿Podría realizar campañas de excavación arqueológica?”, se preguntan.
La asociación apunta directamente a la Conselleria de Cultura y la Dirección General de Cultura y Patrimonio, con quienes, explican, han intentado contactar -así como con el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración y con el Museu de Belles Arts, dependientes de la dirección- aunque no han obtenido respuesta. “Consideran que no se ha cometido un error, ni ahora ni antes. No se reconoce a pesar de que la propia administración luego no puede recurrir a esa bolsa porque los perfiles no se ajustan”, explican desde la Plataforma en conversación con este diario. En este sentido, se remiten a la polémica sobre los restauradores en el Museu de Belles Arts, plazas cubiertas con profesionales no cualificados para dicha labor, tres empleados que acabaron en el departamento de registro "dada su falta de experiencia”, justificaron desde la conselleria. Fue la propia directora general, Carmen Amoraga, la que tiempo después admitió que se optó por no renunciar a las plazas precisamente por la falta de personal del museo.
Por su parte, desde la Conselleria de Cultura, preguntados por este diario, apuntan que la convocatoria se ajusta a la legalidad, unas plazas de técnico que no se podrían convocar de otra manera puesto que la Ley de Función Pública solo reconoce las profesiones reguladas por la normativa estatal entre las que no se encuentran los restauradores y conservadores. Sobre el hecho de que se admitan titulados en licenciaturas tan diversas como Geografía o Sociología, recalcan que se incluye Bellas Artes. La directora general, Carmen Amoraga, ha sido además muy crítica con el comunicado de los trabajadores culturales: “Cuando el proceso finalice si las plazas no están cubiertas por profesionales cualificados aceptaremos las críticas. De momento entendemos que son fruto del desconocimiento que tienen estos colectivos de cómo funciona la provisión de puestos de trabajo en la administración pública, de cómo se desarrolla la Ley de Función Pública Valenciana y de los cuerpos técnicos que conforman, y están vigentes en la actualidad, la estructura organizativa y de relación de puestos de trabajo de la Generalitat”.
Si bien ni la plaza -técnico cultural- ni la convocatoria especifica cuál es el puesto que se busca ocupar, es buceando en el temario desgranado en el documento donde se encuentran algunas de las pistas. Así, el temario versa sobre cuestiones como el Patrimonio cultural (tanto desde el punto de vista histórico como normativo); los museos y las colecciones museográficas en la Comunitat Valenciana (desde su planificación a modelos de gestión y financiación); marketing y publicidad en torno al arte o la conservación y restauración de bienes culturales (de sistemas de barnizado a reintegración cromática en obras pictóricas sobre soporte textil y lígneo y escultura).
El escrito ha sido firmado por la recientemente creada Plataforma por la cultura pública, que busca convertirse en voz única -aunque respetando la individualidad- de distintos colectivos del arte en la Comunitat. Las entidades que integra son: ACRE (Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España); AVA (Associació Valenciana d’Antropologia); AVALEM (Associació Valenciana d’Educadors de Museus i Patrimonis); Sección de Arqueología (Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Alicante); Sección de Arqueología (Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Valencia y Castellón); Sección de Historia del Arte (Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Alicante) y Sección de Historia del Arte (Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Valencia y Castellón).