VALÈNCIA. El ecosistema televisivo cambia a pasos agigantados. Cuando parecía que las plataformas iban a fagocitar la televisión lineal con los contenidos bajo demanda, poco a poco también están recuperando formatos tradicionales incluso emitidos en directo -véase Operación Triunfo- que hacen pensar que la televisión, como se ha conocido hasta el momento, tampoco está muerta del todo. En este maremágnum de estrategias por la diferenciación y la batalla por el público en casi cualquier pantalla, las televisiones públicas autonómicas intentan hacerse un hueco.
En ese sentido, los representantes del sector tienen bastante claro que no se puede competir con grandes superproducciones, al alcance económico y técnico solo de multinacionales y grandes plataformas, sino que valores como la proximidad, la originalidad y la innovación en los formatos serán claves para el mantenimiento de los canales públicos de televisión regionales. Convinieron en esto durante la celebración de la feria Forinvest directivos de televisiones públicas como Telemadrid, Canal Sur o la televisión autonómica de Castilla-La Mancha, en un debate tutelado por el director digital de À Punt, Javier Lifante.
"Los medios tradicionales teníamos nuestros ecosistemas fuertes a nivel de audiencia y publicitario pero se ha roto el tablero y tenemos que buscar nuestro sitio en un terreno cambiante", reconocía este jueves el director de contenidos digitales de Castilla-La Mancha Media (CMM), Isaías Blázquez, quien reconocía que los cambios son tan rápidos que los canales públicos no pueden relajarse "con cualquier proyecto de innovación" que saquen y tienen el reto de "anticiparse a las tendencias" que ya se ven en otros países.
Sin embargo, esa adaptación constante "desde las televisiones públicas quizá cuesta un poco más debido a su contexto y a los presupuestos restringidos" con los que cuentan frente a las grandes televisiones privadas, que "pueden caminar hacia ahí con mayor facilidad", explicaba en ese sentido el CTO de Telemadrid, José María Casaos. La clave, a su juicio, es "la cercanía y el servicio público", atributos que pueden permitir esa diferenciación.
Precisamente eso es "un valor diferencial", convino el Business Development Manager de Mainstreaming, Jorge Oteo: "La tecnología está pero hay que explotar la cercanía porque es lo que tiene un valor diferencial", explicó en su intervención. En su opinión, "hay que llegar a lo que hacen los demás pero con contenidos diferentes". A lo que Blázquez apuntó que las televisiones autonómicas no pueden "competir con grandes formatos de multinacionales", y señaló el caso de Castilla-La Mancha como un caso de éxito.
Así, el directivo de CMM recordó que la televisión regional lanzó su plataforma digital en 2018 y su estrategia fue buscar "contenidos adaptados a ese público, baratos y relativamente sencillos", por lo que apostaron por "formatos de talento regional, con creadores de contenido pequeños" y lo acompañaron de los contenidos de ficción cuyos derechos se habían adquirido para la televisión. Pero sobre todo destacó que "el formato realmente diferencial" fue el deporte regional minoritario: fútbol sala, voleibol, baloncesto femenino, etcétera. Y todo ello, pidiendo la suscripción para el visionado de ese contenido en directo.
"Así, en un par de años conseguimos 150.000 suscriptores", insistió, para remarcar que el éxito se consiguió con "un formato diferenciado" de las grandes plataformas. Un ejemplo que motivó la reflexión de Oteo: "De esa manera, el competidor nunca va a llegar a lo que tú estás dando". Y a la que se sumó el representante de Telemadrid, quien dejó claro que la "gran diferenciación" de las teles regionales es "la cercanía, estar en la calle, en los pueblos y contando lo que le pasa a la gente". Y por eso, destacó "la veracidad y la proximidad" como valores a potenciar, y contó que los "picos de audiencia" en Telemadrid se dan "cuando ocurren historias locales".
Con todo, Casaos también admitió que es necesario "cambiar cómo se hacen los contenidos" y pensar en cómo aprovechar "las diferentes ventanas", ya no sólo la plataforma de streaming en internet, sino las redes sociales o la página web. "Todos los editores y realizadores deben estar haciendo los contenidos pensados para utilizarlos con todas esas herramientas", y que no sólo sirvan como contenido, sino también como "herramientas de marketing" para el canal.
Canal Sur fue, por su parte, la primera televisión autonómica que lanzó su propia plataforma digital. En ese sentido, su director técnico, Pedro Espina, puso el acento en la necesidad de "producir nuevos contenidos adaptados a las nuevas audiencias". En su caso, la audiencia de la televisión tiene una media "bastante alta", pero los nuevos formatos intentan atraer la atención de "los nuevos públicos, que no van directamente a la televisión". Con todo, también indicó que, aunque el público en la plataforma es "mucho más joven", a veces sorprende cómo los programas más vistos aquí son muy parecidos a los del canal lineal: "Hay cierto relevo generacional pero se está optando por un producto similar".
Por su parte, el director de contenidos digitales de CMM resaltó que la pandemia también ha cambiado los hábitos de consumo, y mediante internet "ya no hay que dirigirse sólo a los jóvenes", sino que "el acceso a la tecnología ya es de todas las generaciones". Algo que ha tenido su impacto directo en el pastel publicitario: "El mercado digital está acaparando cada vez más millones del mercado publicitario", y aunque admitió que la supervivencia de los medios públicos "no depende" de los anuncios, es un aspecto que "tampoco hay que descuidar".
El debate se aproximó también a la convivencia de las plataformas de cada cadena de televisión y la integración de sus contenidos en otras grandes plataformas multinacionales, un debate que ha ido creciendo con la aparición progresiva de las smart TV. "El televisor ya no es como antes y los ciudadanos son mas exigentes. Antes había una única aplicación en el televisor y ahora tienes un montón para consumir contenidos", dijo Blázquez: "¿Qué hacemos, nos sumamos a otras aplicaciones y grandes plataformas e incluimos en ellos nuestros contenidos en directo o, por el contrario, nos resguardamos con nuestra propia aplicación?", planteó la duda.
Sin embargo, los presentes convinieron en que lo que se busca es que el público vea sus contenidos "cuanto más mejor", independientemente de dónde. Lo cual genera a su vez otra controversia en torno a cómo se miden las audiencias y qué valor tienen estas mediciones en un ecosistema tan fragmentado y con tantas vías de consumo indirectas. En ese sentido, Blázquez admitió que "cada vez se confían menos en las mediciones de las audiencias" y se es más consciente de "la importancia de crear junto al mercado una herramienta que mida de manera fiel el consumo de los contenidos".
El directivo de Canal Sur, que inició subiendo sus contenidos digitales a la plataforma Youtube, consideró esta experiencia como "positiva". "Empezamos muy fuerte y luego, cuando lanzamos nuestra propia plataforma, el tráfico en Youtube se resintió, pero el objetivo era el mismo: que nos vieran y estar en todos los lados posibles", expuso, para añadir sin embargo que "lo importante es poder medir ese consumo, porque si hacemos una inversión, necesitamos también saber si merece la pena o no".