VALÈNCIA. Este jueves l'Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) ha presentado su balance de 2017, un año al que puso un broche de oro con la considerable subida de más de un millón de euros a su presupuesto. No obstante, desde la dirección del centro museístico se volvió a insistir en evitar las cifras como hecho más relevante en el comunicado del informe. En el último ejercicio que no tendrá en cuenta la actividad de su subsede en Alcoi, llamada a estrenarse en 2018, José Miguel G. Cortés decidió poner en valor un dato muy destacado del IVAM y que le distingue del resto de museos en la Comunitat: 880 obras de la colección del museo han viajado a distintos lugares de España y el extranjero durante el pasado curso.
En general, el IVAM ha mantenido la tendencia creciente de visitantes: 135.748 frente a los 123.144 de 2016 o, lo que es más relevante, un aumento de casi el 80% desde 2014 (72.794). Atendiendo a las cifras, el contenedor cultural quiso destacar las 40 conversaciones de artistas, críticos o diferentes expertos que se han organizado durante 2017 y la decena de conferencias a cargo de personalidades de renombre internacional en el mundo del arte. Entre las actividades paralelas también brilla el paso de las directoras de la Tate Modern de Londres, Francis Morris, o la del museo Jeu de Paume de París, Marta Gili, así como la de la Fundación Serralves de Oporto, Suzanne Cotter, entre otros.
Una parte de esos visitantes también se deriva de los talleres educativos. Las exposiciones encuentran así un tránsito interactivo a partir de esas propuestas y que en 2017 ha atraído a 137 centros educativos. En total, 8.000 de los visitantes totales proceden de esa otra actividad. Otras 1.000 personas corresponden a las visitas guiadas del museo, además de las 35 sesiones de los domingos –menos julio y agosto– para talleres familiares. Cabe recordar que las actividades didácticas y pedagócicas están financiadas con el apoyo de la Fundación Obra Social La Caixa. Otras acciones culturales paralelas cuentan con el apoyo de Caixa Popular y, en concreto, las exposiciones La eclosión de la abstracción. Línea y color y Anzo. Aislamiento han contado con el apoyo directo de la Fundación Banco Sabadell (60.000 euros) y Les Corts (25.000), respectivamente.
Las cifras son importantes, pero también tratar de asimilarlas en el contexto –al menos– estatal. En cuanto al número de visitantes y pese al estirón desde 2014, las cifras de asistencia del IVAM son muy inferiores a las del Reina Sofía, Guggenheim Bilbao o Macba de Barcelona. Incluso, por debajo de Es Baluard, el museo de arte contemporáneo de Palma de Mallorca cuyo último dato oficial (2015) es superior a los 600.000 usuarios. De los tres principales referentes, destaca el madrileño aunque sus cifras son engañosas: acaba de batir récord de asistencia con 3,8 millones de visitantes, pero solo 1,6 de ellos pertenece a su edificio expositivo (el resto son sus dotaciones de paso gratuito en el Retiro). Por otro lado, el Guggenheim destaca con mucho más de un millón de visitantes (1.322.611), pero la cifra también se ha levantado gracias al 20 aniversario del proyecto.
Un caso más aproximado parece el del MACBA (324.584 en 2016), salvo que tengamos en cuenta su presupuesto. Para este 2017 el IVAM contó con 6,7 millones de euros, mientras que el homónimo catalán tuvo 10,9. En el caso catalán la partida se reparte con 4,4 millones del Ayuntamiento de Barcelona (el de València no invierte en el IVAM), 3,1 de la Generalitat catalana (la Conselleria de Cultura asume casi todo el presupuesto del IVAM) y la principal diferencia: algo más de un millón de euros por parte del Ministerio de Cultura, frente a los 170.000 euros del IVAM que, por cierto, no percibió en 2016. Las cifras de presupuesto del Reina Sofía y del Guggenheim son muy superiores, con 37,9 y 27 respectivamente.
A partir de estos datos, podemos resumir que el visitante del Reina Sofía tiene un coste para el museo de 23,6 euros; el del Guggenheim, que es un museo singular por su titularidad mixta, de 20,4 euros; el del MACBA ronda los 30 euros y el del IVAM 49 euros. A esta visión reducida a partir de coste del visitante por museo de referencia cabe aplicarle algunas distancias. Por ejemplo, que tanto Madrid como Barcelona son ciudades más pobladas y con flujos turísticos muy superiores a los de València. El caso del Guggenheim es paradigmático porque es un destino en sí mismo. A todos ellos cabe aplicarles la escalabilidad del presupuesto, ya que los costes fijos de los contenedores son similares, pero buena parte del dinero puede ir a parar a inversiones en colección propia, exposiciones y comunicación, donde el museo valenciano sale perdiendo.
No obstante, en esa supuesta primera división de los museos de arte contemporáneo por presupuesto, el visitante del Guggenheim es mucho más barato que el del IVAM pese a contar con casi cinco veces más presupuesto. En cuanto a visitantes, otros espacios como CaixaForum Zaragoza acaba de publicar unas cifras de asistencia muy superiores a las del IVAM: 213.793. Es cierto que es un centro mucho más interdisciplinar, pero también suele albergar lo más destacado del arte moderno y contemporáneo para Aragón. Más próximos a sus tendencias turísticas, con su especial inquietud, se encuentran los museos Picasso de Barcelona y Málaga, con más de un millón y 635.000 visitantes respectivamente. El reconocido MUSAC de León cuenta con menos de la mitad del IVAM (63.714) aunque su presupuesto también es aproximadamente de la mitad.
Com 3,5 millones de euros de presupuesto, el Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, el Artium, ronda los 90.000 visitantes (87.104 en 2016), mientras que con idéntico presupuesto, el Carmen Thyssen de Málaga ha sumado 156.00 usuarios. A los puntos, en todos los casos, habría que tener en cuenta el riesgo y la contemporaneidad de la oferta. En este sentido, el IVAM goza de un excepcional estado de salud a partir de sus fondos: 880 obras propias han salido en 2017 de los almacenes del museo para exhibirse en diferentes espacios museísticos nacionales e internacionales. Entre ellas un óleo de Gerhard Richter que ha viajado a la Queensland Art Gallery & Gallery of Modern Art de Brisbane (Australia), una escultura de Alexander Calder que se ha prestado al Museo Soulages de Rodez (Francia) o los 25 trabajos de Julio González que se han cedido al Gemeentemuseum de La Haya (Holanda) para la muestra 'González, Picasso y amigos'.
En España, un buen número de piezas han viajado a Almería, Alicante, Barcelona, Castellón, Córdoba, Málaga, Madrid, Valladolid y Zaragoza. Cabe destacar la itinerancia de la exposición Construyendo nuevos mundos, sobre las vanguardias históricas, que ha llevado más de 300 obras –precisamente– al Caixaforum de Zaragoza, y que este año se podrá ver en el Caixaforum de Palma en el mes de abril y en el de Sevilla en septiembre.
La colección del IVAM se ha seguido enriqueciendo en 2017 con la adquisición, por cerca de 600.000 euros, de obras de 26 artistas, la mitad de ellos mujeres. Entre ellos destacan José Luis Alexanco (Madrid, 1942), ANZO (Utiel, 1931 -València, 2006), Xavier Arenós (Villarreal, 1968), Nadia Benchallal (Orthez, Francia, 1963), Monika Buch (València, 1936), Pepe Espaliú (Córdoba, 1955-93), Carmela García (Lanzarote, 1964), Dora García (Valladolid, 1965), Daniel G. Andújar (Almoradí, 1966) y Joana Hadjithomas y Khalil Joreige (Beirut, Líbano, 1969)
En total, entre enero y diciembre de 2017, el IVAM ha inaugurado un total de 13 exposiciones. Tres de ellas han sido fruto de colaboraciones internacionales, como 'Helena Almeida. Corpus', coproducida con el Museo Serralves de Oporto: 'Joana Hadjithomas & Khalil Joreige', coproducida con el Museo Jeu de Paume de París, la Sharjah Art Foundation de Sharjah (Emiratos Árabes Unidos) y el Haus der Kunst de Munich (Alemania) y 'Please come back. ¿El mundo como prisión?', en colaboración con el MAXXI-Museo Nazionale delle Arti del XX Secolo de Roma (Italia).
El IVAM reorganiza sus propuestas hasta final de año, el Museu de Belles Arts vuelve a viajar y el Centre del Carme deja en el aire sus proyectos suspendidos