VALÈNCIA. Rodrigo Cortés ha visitado esta mañana el Casal Jove del Puerto de Sagunto para participar en la segunda edición de las Jornadas Star Wars, que se celebran durante todo este fin de semana en la capital de Camp de Morvedre organizadas por la concejalía de Juventud. A lo largo de una hora, el responsable de cintas como Buried o Luces rojas ha compartido con el público sus experiencias con la saga, las perspectivas de futuro y la indudable influencia que las películas originales tuvieron en los cineastas de su generación.
Durante el encuentro, moderado por el periodista y escritor Pau Gómez, Cortés he reconocido su predilección por el film de 1977 por delante incluso de El Imperio contraataca (la favorita de los fans, a la que sin embargo ha definido como "una de las mejores continuaciones de todos los tiempos") y ha recordado que la decepción de supusieron las precuelas se debe a una simple cuestión generacional: "El problema fue que la gente esperaba películas para niños de 10 años cuando ya tenían 40, olvidando que los seguidores originales ya no eran el público potencial de Lucas".
Sobre la última etapa bajo el sello de Disney, Cortés ha definido el episodio VII como "una película demasiado complaciente para los fans" al tiempo que se mostraba esperanzado con el trabajo de Rian Johnson en la próxima Star Wars: Los últimos jedi: "Me gusta mucho su manera de trabajar y estoy seguro de que puede aportar mucho a la saga". Finalmente, preguntado sobre qué spin-off de Star Wars le gustaría dirigir si tuviera la oportunidad, ha respondido que "alguno centrado en un personaje secundario, de esos que pasan por la pantalla casi por casualidad. Probablemente querría hablar de un soldado imperial cualquiera, el de la quinta fila a la derecha, para poder desarrollar su historia y averiguar cómo llegó hasta allí".