VALÈNCIA. La Sala L’Horta reanuda este sábado 27 de enero su ciclo de teatro para público joven y adulto con una obra que aborda en clave de tragicomedia una problemática que tradicionalmente ha sido silenciada: el suicidio. L’abraçada dels cucs -reconocida con el Premio Mejor Espectáculo de Adultos en la Mostra de Teatre d'Alcoi 2021 y el Premio del Público al Mejor Texto de Sala Russafa- es una producción de Cactus Teatre escrita por Paula Llorens y dirigida por Sergio Caballero, quienes además interpretan sobre el escenario a los dos protagonistas de esta historia.
Miquel es un profesor de literatura que no soporta a sus alumnos y está profundamente deprimido. Curiosamente, su escritor preferido es Mariano José de Larra, artífice del suicidio más sonado de las letras españolas del siglo XIX. Miquel despierta en la misma habitación de hospital que Clara, una joven que ha olvidado cómo sonreír. Los dos detestan su vida y el mundo en general y, por eso desean salir de allí para acabar la siniestra tarea que dejaron a medias: despedirse del mundo. Aunque se llevan fatal entre ellos, deciden aliarse para engañar a la doctora y conseguir salir del hospital lo antes posible. Es, en suma, la historia de una amistad poco corriente que nos recuerda que los lazos afectivos pueden surgir en las situaciones más inesperadas y absurdas.
Según explica la propia Paula Llorens, “uno de los principales motores que impulsó este proyecto fue dar voz a una problemática que desgraciadamente afecta mucho a la juventud y que hasta hace muy poco ha sido un tabú”. “Acercar esta realidad al público joven a través del teatro es uno de nuestros principales objetivos para acabar con el estigma social que sufren las personas con tendencias suicidas. Estigma que, en lugar de ayudarles a salir de la oscuridad, los hunde más”.
Para vehicular este tema tan delicado en el texto, la autora utiliza la metáfora de los gusanos de seda para representar la evolución de los personajes. Del mismo modo que los gusanos tienen que romper la crisálida y convertirse en mariposas para poder volar, los personajes tendrán que romper los miedos y limitaciones que les encierran para comunicarse, aceptarse y superar sus problemas.
“Somos conscientes que el suicidio es un tema difícil e incómodo de abordar, por eso tradicionalmente no ha estado muy presente en la ficción. Sin embargo, las grandes comedias tratan sobre temas dolorosos, y eso es lo que hemos intentado hacer -señala Llorens-. Consideramos que el humor es capaz de transformar la realidad a través del ingenio, exagerando los elementos absurdos y las incongruencias de la vida. De este modo, es posible ver la realidad desde otra perspectiva y rebajar el peso de las situaciones adversas. Queremos mostrar de una forma directa y desde la risa un conflicto universal, porque todos hemos estado alguna vez desesperados, pero entonces alguien o algo se ha cruzado en nuestras vidas y nos ha devuelto la sonrisa y la esperanza. El hecho de que hayamos plasmado el suicidio desde la comedia hace que sea mucho más fácil acercarnos a él”.
Además, en la obra están presentes otros temas que afectan directamente los y las adolescentes, como el rechazo del propio físico, los trastornos alimentarios, la relación profesor/alumna, la homofobia o las relaciones con los padres. “Estos temas aparecen en el espectáculo sin un juicio ético o moral, puesto que huimos del adoctrinamiento. Preferimos que la obra plantee más preguntas que respuestas, para que sean los y las adolescentes quienes se llevan esas preguntas a casa y al aula después de que se baje el telón”.