VALÈNCIA (EP). El Festival de Talleres de Teatro Clásico de Sala Russafa acoge, los días 21 y 22 de junio, el estreno absoluto de un montaje de Hamlet que "profundiza en temas como los límites de la salud mental, la ira, la venganza o el amor" y que introduce cambios como el cambio de género del protagonista.
Se trata de un acercamiento con elementos que rompen las lecturas tradicionales de esta pieza. José Zamit dirige a Marcos Martínez, Sonia Martell, Susana Pastor, Sara Barba, Bárbara Aronson, Marta Salinas, Nina Luna y Paula Serrano, alumnado del taller de interpretación para profesionales que la Acadèmia Escènica de València imparte en el centro de creación, formación y exhibición de artes escénicas de Ruzafa.
'Hamlet' es uno de los dramas más representados de Shakespeare y todo un referente dentro de la literatura universal, pero su capacidad de transformarse es increíble. Ahora, este espectáculo cambia el género de la protagonista y transformándola en una joven decidida a vengar el asesinato de su padre. También traslada la acción al siglo XX mediante el vestuario. Y utiliza la escenografía mínima para realzar la interpretación, además de invitar a que la imaginación del espectador componga los entornos donde se desarrolla la acción, involucrándose en la puesta en escena.
Su director, José Zamit, explica que eligió esta obra porque es "la más completa del dramaturgo más grande". "La gente se suele quedar con el tema de la venganza, pero también es una historia familiar, de fantasmas, de amor… Toca muchísimos palos, hay muchas aristas a las que agarrarte a la hora de montarla, por eso es tan representada", reflexiona el actor, docente y director de escena, seguro de que esta misma semana se deben de estrenar simultáneamente al menos un centenar de ‘Hamlets’ en todo el mundo. Y convencido de que, a pesar de compartir texto, cada uno será distinto.
"Puedes acercarte a esta obra desde el punto de vista político, por ejemplo. Tiene tantos matices, que para mí ha sido complicado escoger en qué dirección llevar el montaje", asegura Zamit, quien ha trabajado durante cuatro meses con el alumnado del taller de interpretación para profesionales que la Acadèmia Escènica de València imparte en Sala Russafa, integrado por Marcos Martínez, Sonia Martell, Susana Pastor, Sara Barba, Bárbara Aronson, Marta Salinas, Nina Luna y Paula Serrano. Un curso del que hace casi una década fue alumno y que ahora ha dirigido.
"La segunda semana ya empezamos a montar escenas y hemos ido trabajando las clases todo el tiempo en paralelo al montaje. Al final, tu labor como director y profesor en este taller de posgrado es guiar las intuiciones con las que llegan los actores y actrices después de sus estudios. Tienes que ayudarles en algo tan sutil como encontrar una voz propia que encaje en el montaje y potenciarles que saquen lo mejor de sí mismos", comenta Zamit.
Esta temporada, también ha impartido el taller de iniciación y compara las diferencias de trabajar con quienes tienen sus primeros acercamientos a las artes escénicas como aficionados, respecto a las personas que llegan con una formación sólida, con quienes "se puede entrar en detalles mucho más profundos".
Por ejemplo, uno de los elementos fundamentales a la hora de abordar un personaje es indagar en sus motivaciones, comprenderlas para poder sustentarlas sobre el escenario. "Cuando trabajas con un texto tan conocido como este, puedes caer en prejuicios y repetir inconscientemente las lecturas que han tenido otros directores de teatro o de cine, otros actores, sobre el papel que ahora tienes que interpretar tú. Lo más difícil es entenderlo desde tu propia mirada, hacerlo tuyo".
Por eso ha optado por introducir elementos disruptivos, por ejemplo, cambiando el género a algunos de los famosos personajes de esta trama, como el protagonista y su mejor amigo, que ahora son mujeres. Y en otros casos ha utilizado intérpretes de diferente género al del personaje, para trabajar la identificación de los actores y actrices con las situaciones que encarnan.
"Tenemos a una ‘Hamleta’, por lo que la interpretación clásica de que sufre complejo de Edipo se desarma y entran en juego otros factores, como el techo de cristal o el amor homosexual", comenta Zamit, destacando las dimensiones que añaden pequeños cambios como este y que conectan con el público contemporáneo.