VALÈNCIA. El Mató a Un Policía Motorizado no ha dejado de subir escalones desde que inició su carrera a mediados de la pasada década. El ascenso se deja notar en la que ya es la sexta visita de la banda de rock argentina a España. Esta vez con un nuevo disco de larga duración bajo el brazo y con la satisfacción de que sus nuevas canciones ya han sonado en la boca de sus fans en varios países y a su paso por los festivales como Sonorama y salas (como en Donostia o Granada) que han abierto en pleno agosto para acoger su directo y vender todas las entradas.
Los cortes de Las Síntesis O'Konor, grabados en los estudios Sonic Reach de Texas (Estados Unidos) han acabado por completar un cancionero irresistible. Seguramente, el que mayor número de kilómetros acumula para la música independiente de su país. Tal y como surgió el proyecto, Santiago Motorizado, Niño Elefante, Pantro Puto, Doctora Muerte y Chatrán Chatrán siguen dominando todos los procesos de producción: "y es un gusto". Eso dice su voz, bajo y letrista que asegura que la banda vive su momento más dulce después de un largo periplo en el que no ha habido más concesiones artísticas que las de disfrutar de una carrera de fondo.
Antes de su doble concierto en la Sala Sidecar de Barcelona (para el que ya han vendido las entradas de ambos días), El Mató volverá a actuar en València. Lo hará en la Marina en el primero de los conciertos de la nueva serie Concerts de la Marina. Una excusa que aprovechamos para hablar con Santiago acerca de su nuevo disco y del prometedor futuro de uno de los grupos argentinos con mayor movimiento por todo el continente americano.
-Desde vuestro debut habéis alternado discos de corta y larga duración. ¿Por qué La Síntesis O'Konor es un LP?
-Es un disco que veníamos imaginando desde La Dinastía Escorpio (2013), que fue el primer disco que se editó fuera de Argentina (México, Estados Unidos y España). Entre medias publicamos Violencia, que es un EP, porque en general nos gustan los discos cortos. Como máximo de 10 u 11 canciones. Es el tipo de discos que no gustan, con esa duración como máximo porque es ideal para no forzar nada al que escucha. Pero lo de editar en distintos formatos... es también porque nos fascinan todo tipo de ediciones.
-De hecho, vuestros fans deben ir de cabeza. Este último disco se ha editado online en distintas plataformas, en vinilo, en CD y en casete.
-Nuestro formato fetiche es el vinilo porque en Argentina fue una industria que se hundió en los 80. Por ese mismo motivo, para nosotros el casete era el formato más habitual y cuando ensayábamos de chicos y grabábamos canciones lo que hacíamos eran casetes con nuestras portadas y todo eso. Por eso nos gusta mucho publicar nuestros trabajos en todos los formatos posibles. En el caso del casete, además, es porque unos amigos revivieron una fábrica que estaba abandonada; resulta que el dueño tenía un montón de material archivado y lo revivieron. Podemos decir que somos fetichistas de los formatos.
-Lo más evidente del sonido en La Síntesis O'Konor es una apuesta por el menos es más. Ha aumentado la fidelidad y calidez, pero se ha ampliado el abanico de estilos y posibilidades de vuestro repertorio.
-Tiene que ver un poco con todo eso. Es la búsqueda de otro tipo de lenguaje y de salir de nuestra zona de confort. Uno aprende de ese placer que es crear música y tiende a quedarse en un lugar cómodo... pero en este caso quisimos entrar en el desarrollo de esos detalles, en fijarnos y darle más tiempo a esos detalles y buscar un sonido lo más cristalino posible. Para ello nuestro productor [Eduardo Bergallo] nos propuso ir a Sonic Reach porque ya lo conocía. Nos informamos y nos entusiasmó la idea de grabar allí.
-¿Cómo lo hicisteis posible?
-Bueno, nosotros somos una banda autogestionada. Grabar en Estados Unidos es esa cosa que crees que debes hacer al menos una vez en la vida. Que no quieres morir sin haberlo hecho... ¡pues ya lo hemos hecho! [ríe].
-Pese a vuestra actividad en Argentina y en otros países de América, seguís optando por una fórmula de autogestión. ¿Por qué?
-Es un gusto vivir todas las etapas del proceso de producción. Que no es solo la grabación. Este año armamos la sala de ensayo porque queríamos un lugar propio para producir y el sello en el que editamos en Argentina es nuestro. Estamos al cargo de todas las etapas, desde la composición hasta aquí. Creo que lo vivimos como una proyección de ese juego que era, cuando eras chico, tener una banda. Nos juntábamos a tocar y hacíamos los casetes, como te decía. Pues la idea es esa, pero un poco mejor hecha [ríe]. Pero no creo que sea la fórmula para todos. Es la que nosotros hemos elegido porque entendemos que ser más independiente es ser más libre. En Argentina vemos casos en los que no serlo ha cambiado lo que hacían algunos... Pero seguro que hay artistas mainstream que tienen detrás todo un aparato de industria y son muy libres. Nosotros lo hacemos así porque lo sentimos así. Cada uno que elija el camino que quiera.
-Ya que hablamos de vuestra actividad internacional, ¿por qué hay tan poco tránsito entre el rock independiente entre los países americanos y España? ¿Es una cuestión económica solamente?
-Es una lástima. Estaría bueno que hubiera más intercambio. En México hay más intercambio con España y si van Los Planetas, por ejemplo, llenan lugares grandes. En Argentina estuvo bien, vinieron y fue bien, pero cuesta... Quizá es falta de información. Tiene que ver con los medios locales: cuando crece la zona independiente parece como si los medios se volvieran más conservadores. No controlan tanto lo que sucede y no dan cancha ni a las bandas locales. Hay medios alternativos, obvio, pero no los grandes medios. Esa sería una razón porque allí los grandes medios no se hacen eco de la gran escena independiente que hay en España. Cuando vinimos por primera vez yo ya vi una reacción, una apertura a escucharnos aquí, que dudo que pudiera suceder allí con un grupo igual español. Y por otro lado sí es económico. Los festivales son muy abiertos, pero no arriesgan tanto como quizá pueda parecer.
-¿En qué momento está la banda?
-En el mejor. Es el momento más dulce. Hay más recursos y todo es más cómodo. Nos vamos a grabar a un estudio a Estados Unidos como si nada y sacamos el disco y enseguida ya hemos estado en México, Costa Rica y ahora en España. Es el mejor momento. El espíritu es el mismo de siempre, pero ahora podemos invertir más en la presentación del directo, en la calidad visual y técnica. Eso me gusta mucho y puedo vivirlo viendo cómo los muchachos también lo viven con entusiasmo.
-Las letras siempre han sido uno de las fortalezas de El Mató. ¿Ha variado tu forma de escribirlas? ¿En qué momento del proceso creativo surgen?
-Van lo último. No es lo ideal. Lo noto en las pocas veces que tengo la letra antes de que haya música. Lo normal es que vaya corriendo detrás de la música con las palabras. No es lo mejor, pero es como va saliendo.
-¿Entonces la música inspira a las palabras? En el caso de La Síntesis O'Konor parecen tener la mísma calidez y apasionarse.
-Es que tengo más facilidad para las melodías que para las letras. La música me inspira las palabras. Es así. En este caso me gusta esa forma en la que las canciones van a través de ese halo de misterio. Digamos que se crea un eje conceptual con las canciones y después todas esas ideas son las que impregnan el arte del disco, de las ediciones... La inspiración surge de cosas que he vivido y han sido intensas para mí. A menudo, casi siempre, son cosas puntuales. Cosas muy pequeñas y a partir de ahí desarrollan un universo.
-En vuestros conciertos por España las letras del nuevo álbum han funcionado como si estuvieran ahí desde siempre. ¿Qué está suponiendo esta nueva visita a España?
-Esta fue la mejor. Sencillamente la mejor. Estuvo buenísimo. Hacía dos años que no veníamos y yo siempre le digo a los chicos que ya se habrán olvidado de nosotros, pero no. Nos escriben pidiendo que vengamos y es así. Ha sido muy divertida y encima con tantas noches con las entradas vendidas, abriendo salas que solo han hecho esa fecha en agosto para nosotros. Estamos muy sorprendidos con el recibimiento de las nuevas canciones como dices. Es algo increíble que hagas un lanzamiento así en Spotify y al momento ya te estén escuchando en todo el mundo. Enseguida hemos podido armar la gira y es así de raro pero la gente ya canta las nuevas canciones.
-Y, por supuesto, las anteriores.
-Sí, bueno, mira... el otro día en Granada tocamos 'Chica de Oro' y la gente se quedó cantando a capela al terminar la canción. Cantando el estribillo en el Planta Baja. He pedido por las redes que me pasen ese vídeo si alguien lo había grabado porque fue hermoso. Y ya lo tengo. Me guardo este vídeo de España para cuando esté deprimido y pensando en tirarme por la ventana. Ahora podré ver el vídeo y pensar en otras cosas.