VALENCIA. Los organizadores de IETM, siglas que corresponden en inglés a Red Internacional de Artes Escénicas Contemporáneas, han advertido a los asistentes a su inminente cita en Valencia que no esperen conferencias estándar. El encuentro, programado dos veces al año en una ciudad del mundo, se celebra desde este miércoles hasta el próximo domingo, 6 de noviembre, en Valencia. Y ofrece un formato informal. En torno a 700 especialistas y más de 500 entidades institucionales y profesionales independientes de Europa y más allá compartirán diálogos, paneles de discusión, mesas redondas, formación y sendos paseos por los barrios de Ruzafa y El Cabanyal, a fin de conocer sus respectivos estados artísticos y de gentrificación. Todo con el fin de encontrarse y crecer a una. Festivales, compañías, teatros, productoras, centros de investigación y universidades están llamados a abordar las encrucijadas del presente y meditar, si no responder, a cuestiones tales como: ¿Compromete la integridad artística el enfoque empresarial? ¿Al aprender a ser autosuficientes, estamos arriesgando los últimos remanentes de dinero público?
La dramaturga y payasa valenciana Patrícia Pardo, participante en el anterior encuentro, celebrado en Amsterdam, ha animado a los diferentes actores de las artes escénicas a sumarse a la convocatoria, porque intuye que sus organizadores, Espai Inestable, “pondrán al creador en el centro del relato, por encima de otras cuestiones”. Así mismo, la gente que viva fuera de nuestro país puede, en su opinión, “quitarse los prejuicios sobre la creación escénica española, donde se trabaja desde la precariedad, con talento y reflexión”.
Y es que IETM no se limita a facilitar el encuentro entre profesionales, también enriquece al público general con una amplia y surtida oferta de teatro, danza, circo y arte vivo interdisciplinario. Hasta 22 compañías presentan sus propuestas en 10 salas de Valencia en el marco de este intercambio. Seis de ellas ejercen de cicerones y recomiendan las piezas, bajo su parecer, imprescindibles de la programación.
Tres de Taiat, tres de Portillo
La programación se abre hoy, 2 de noviembre, con No Half Mesures, de Taiat Dansa, en la Sala Matilde Salvador. Sus directoras y coreógrafas, Meritxell Barberá e Inma García, se sirven de esta instalación coreográfica para explorar las posibilidades de la danza en los espacios museísticos.
La pareja aguarda con interés el estreno de tres obras durante el IETM. Por orden en el calendario, la primera es el work in progress Dancing with frogs, previsto el 4 de noviembre en el Teatre El Musical. “Tener la oportunidad de ver un trabajo en proceso siempre es muy interesante para nosotras como espectadoras y muy generoso por parte del artista. En este caso, ver a Sol Picó, un referente de la danza contemporánea en las últimas décadas, cómo trabaja, qué impulsos le mueven y qué materiales le interesan para su nuevo trabajo será una oportunidad de lujo”, subrayan.
El 5 de noviembre acudirán a la función de El mercado es más libre que tú, de A Tiro Hecho, en la Sala Zircó. “Desde luego no perderemos la ocasión de ver a esta emergente compañía teatral valenciana que tanto está dando que hablar de un tiempo a esta parte. Un cúmulo de coincidencias ha hecho que todavía no hayamos podido verlos actuar, aunque les seguimos la pista desde hace tiempo. Nos arriesgaremos a decir que su frescura e ingenio seguro nos cautivan”.
El domingo, por último, asistirán en Veles e Vents a la representación de la obra que cierra el certamen, Aproximacions a Poble Nou, de Mou Dansa. “Nos encanta su empeño, su fuerza y resistencia por mantener su proyecto, reinventarse y abrirse a diferentes retos. Esta pieza les está ofreciendo un interesante recorrido que además aúna las señas de identidad y el lenguaje por el que apuesta su creador”.
José Antonio Portillo coincidirá con Taiat viendo a Sol Picó, “siempre transgresora, siempre de puntillas, próxima al anti espectáculo”. El creador es el responsable de Biblioteca de cuerdas y nudos, una instalación de arte contemporáneo que acoge una obra teatral, y estará al acceso del público el jueves en el MuVIm. La propuesta está inspirada en Colección de arena, de Italo Calvino, e invita al espectador a curiosear en los estantes de un espacio circular, donde se acumulan manuscritos sin publicar, textos, partituras, diseños y objetos cubiertos de polvo y preñados de poesía.
Portillo no dejará pasar el viernes, en la Sala Ultramar, Cul Kombat, de Patrícia Pardo y Eva Zapico, donde asegura “talento y buenas ideas con el culo al aire", y el jueves, en Las Naves, El hijo que quiero tener, de
El Pont Flotant, “relevo generacional de las grandes compañías de nuestro territorio: Albena, Moma, La Dependent, Bambalina, Micalet, La Pavana...”.
Los que cruzarán el puente
El distribuidor de El Pont Flotant, Rafa Jordán, apuesta el sábado en El Musical por Birdie, de Agrupación Señor Serrano, que vio este año en el contexto del Festival Grec en la Sala Hiroshima. “Els Serrano tornen a plantejar un projecte amb molts vectors d’anàlisi, treballen sobre la realitat més immediata, al voltant de la immigració i els seus danys colaterals, la indiferència humana, la zona de confort i seguretat de les societats occidentals, el brèxit emocional de la vella Europa i tot fet amb una ficada en escena neta, hibrida del format audiovisual i el teatral, hereva del seu anterior espectacle, A House in Asia, guanyador del Lleó d’Argent a la Biennale de Venècia, i que ja vam poder veure al TEM la temporada passada, és doncs una proposta suggeridora, una companyia a seguir que té marge de creixement i discurs, per tant caldrà estar atents”.
Por su parte, los bien queridos El Pont Flotant recomiendan Silencio, de Daniel Abreu, prevista el jueves en la Sala Ultramar, “perquè ens encisa el seu temps, la seua cadència, perquè la seua poètica del moviment és rica i delicada. Perquè les seues propostes arriben a l'emoció a través del cos d'una manera subtil i contenen un discurs profund i críptic alhora”.
Al Premio Nacional de Danza le suman Cul Kombat. “Hi ha poques oportunitats per veure a dues creadores juntes en escena amb tanta força i projecció com elles dos. Compromís polític i social i, sobretot, compromís amb el fet escènic, amb una continua recerca d'un llenguatge molt personal i peculiar. Sentit de l'humor gamberro i necessari”.
Y redondearían con NADAdora en la Sala Zircó el jueves, “per la frescor de Cristina Gómez en el seu moviment. Perquè és molt bonic veure una ballarina recolzada per tres amics que canten, toquen, il.luminen, fan vídeo-projeccions o, fins i tot, ballen amb ella. Una peça autobiogràfica que balla entre la maduresa i la innocència i que crea un ambient súper festiu entre els espectadors”.
Por alusiones
La admiración es mutua. Cristina Gómez, de EnÁmbar Danza, considera cualquier trabajo de El Pont Flotant “un must”. “Este último trata sobre el paso del tiempo y la manera en que nos gustaría educar y haber sido educados. Es de esas obras que te hacen sentir el corazón más blandito”.
Para el viernes, Gómez aconseja Molar, de Quim Bigas, programada en la Sala Matilde Salvador, “por la reflexión tan acertada sobre la "industria" de las emociones, y porque genera un estado de sana euforia entre el público, hace pensar y hace bailar. Mola mil Molar”.
El sábado, pretende hacer doblete y acudir al Teatro Círculo para ver El cielo ahora, de Olatz de Andrés, y a Las Naves para echarle un ojo a Bad Translation, de Cris Blanco, “una creadora sugerente, capaz de asombrar, divertir y descolocar al público”.
Blanco se encuentra también entre los compañeros que quieren comprobar “las cosas bonitas” que ha oído de El Pont Flotant. Volvería a ver, “sin dudar” Wakefield Poole: Visions and revisions, de Celeste González, programada el viernes en la Sala Ultramar. Y a la lista de deseos suma Molar, El cielo ahora, visitar el Teatro Círculo el viernes para ver El entretenimiento, de Sleepwalk Collective, y el Teatro Rialto para asistir a la función de Cine, de La Tristura, de los que pudo ver los comienzos en el Teatro Pradillo de Madrid. Remataría con Birdie de Agrupación Señor Serrano, pero no podrá ser. “Disfrutadlo los que podéis y después nos las contáis”.
Los aludidos La Tristura le tienen ganas a Molar. Conocen a Quim Bigas desde hace tiempo con su propio trabajo o el de performer para otras compañías. “Este proyecto tiene muy buena pinta desde el inicio. Hemos visto algún vídeo y tenemos curiosidad por ver cómo es en directo la pieza”. Lo malo es que es prácticamente a la misma hora que Cine, así que por esta vez, se quedarán con las ganas.