VALÈNCIA (EP). La Fundación Bancaja de València reabre este viernes sus puertas, tras el parón de la pandemia del coronavirus, con una exposición de Joaquín Sorolla centrada en sus obras en pequeño formato, donde se ve "el Sorolla más espontáneo y libre" que pintaba por el placer de expresarse, así como bocetos con indagaciones sobre la luz y las "audacias cromáticas" que definieron su legado.
La muestra Sorolla. Cazando Impresiones -de más de 266 piezas y fruto de la colaboración con el Museo Sorolla y la fundación homónima, entre otras instituciones- quedó "sepultada" por la pandemia del coronavirus, ya que su inauguración estaba prevista un día después de que el centro cultural se viera obligado a cerrar. Por ello, sus impulsores han celebrado la "feliz noticia" de que ahora pueda acercar a los valencianos "el poder sanador y curativo del arte".
Así lo han explicado este viernes tanto el presidente de Fundación Bancaja, Rafael Alcón, como el director del Museo Sorolla, Enrique Varela, y la presidenta de la Fundación Museo Sorolla y co-comisaria de la exposición, Blanca Pons-Sorolla, en una rueda de prensa en la que los dos últimos han intervenido de forma telemática desde las salas de la pinacoteca madrileña.
El pintor valenciano creó cerca de 2.000 obras en pequeño formato a lo largo de su vida, donde "plasmaba las ideas que le rondaban la cabeza" o "frecuentemente por la necesidad de expresarse", ha indicado la comisaria, que ha citado a Pérez de Ayala para afirmar que en Sorolla pinar "era una función vital, como respirar". Las piezas también son "apuntes" para sus obras de mayor envergadura y un testimonio de su proceso creativo.
La exposición les da en este ocasión el protagonismo, pero con una diferencia respecto a su presentación durante el año pasado en Madrid y Bilbao. Esta vez, conviven con otras obras de medio y gran formato, prestadas por instituciones como la Diputación de Valencia, el Ayuntamiento y la propia Fundación Bancaja, y por cerca de una veintena de coleccionistas particulares, la mayoría valencianos.
De esta forma, se da "una explicación muy clara" de su proceso artístico y se entiende "por qué esos apuntes le están sirviendo o qué está indagando con ellos", ha detallado la comisaria, que cree que la incorporación de estas piezas en València "ayuda muchísimo" a reflejar "cuánto trabajo hay detrás de esas composiciones grandes, las muchas horas de trabajo".
Tres bloques que reflejan las etapas de su carrera
La muestra se estructura en tres apartados, uno sobre sus años de formación, otro centrado en su madurez artístico y el último centrado en su época de "plenitud". En la primera parte, que va desde 1880 hasta 1903, de reflejan sus años de aprendizaje, "decisivos en la búsqueda de su estilo personal, de ese naturalismo por el que decide caminar", ha destacado la comisaria.
En esta etapa, las obras de pequeño formato tienen cada vez mayor independencia y es su "periodo más prolífico" en este tipo de piezas. Durante este tiempo, Sorolla vive en Valencia, estudia en Roma, viaja a París y presenta sus obras en grandes certámenes. Gana el Grand Prix de París con su célebre 'Triste Herencia', que también está incluida en la muestra, y la Medalla de Honor de la Exposición de Madrid.
La segunda parte de la exposición abarca obras de entre 1904 y 1911, su madurez artística. Este periodo está marcado por el éxito de sus exposiciones en Alemania, Londres, Nueva York y Chicago, ha explicado Pons-Sorolla.
Aquí, se observa ya el giro de si arte hacia las variaciones de luz, los contraluces y las "audacias cromáticas", capturado también en pequeño formato, aunque son menos las piezas de este tipo porque a partir de entonces está volcado el proyectos más grandes y además, gracias a su destreza, puede realizar obras de formato media "casi con la misma rapidez".
La última parte de la muestra se centra en la época de "plenitud" del pintor, entre 1911 y 1919. Durante estos años, realizó el gran encargo de los murales para la biblioteca de la Hispanic Society, que consume la mayor parte de su tiempo, recurre cada vez menos al pequeño formato, pero sus escenas "dejan algunas de las más hermosas escenas de playa", ha resaltad la presidenta de la Fundación Museo Sorolla.
Fundación Bancaja, hacia la nueva normalidad
El responsable de Fundación Bancaja, Rafael Alcón, ha manifestado que es "muy emocionante" para la institución cultural volver este viernes a recibir público, y cree que "la vuelta paulatina a la normalidad" es "de todo menos normal". "Estamos felices de abrir de nuevo y ofrecer la experiencia física de las exposiciones", ha dicho, antes de asegurar que, aunque esta sea "distinta" como consecuencia de la pandemia, "el fondo es la misma emoción y capacidad de análisis que permite el contacto directo con las obras".
En la misma línea, Enrique Varela ha asegurado que este viernes es un "día de felicidad" y ha relatado que hace tres meses que la exposición se montó "con mucho esfuerzo", antes de quedar "sepultada" por la emergencia sanitaria. Considera una "buena noticia que todos los valencianos puedan disfrutar" de esta exposición: "Creemos en el poder sanador y curativo del arte, invitamos a todos a sanar su espíritu con la maravillosa pintura de este maravilloso artista".
Los organizadores de la muestra, que cuenta con 63 prestadores valencianos, entre los que se incluyen 19 particulares con 50 obras de Sorolla, han agradecido a todos ellos que hayan accedido a prorrogar la cesión temporal de estas pinturas para que el público pueda verlas después del confinamiento. La exposición se prolongará en un "tiempo similar" al que estaba previsto que durase, aunque aún no se ha cerrado la fecha porque se está abordando la cuestión con todos los prestadores públicos y privados.