VALÈNCIA. Cuando estamos en momento de ver quién está en la lista de los niños que reciben regalos y los que tendrán carbón bajo el árbol, Intervención General tiene varios recados para el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) y CulturArts. Publicados los informes de auditoría, el organismo ha dado más de un tirón de orejas destacando en sendos documentos las principales deficiencias e irregularidades detectadas que requieren de la adopción de medidas correctoras por parte de los responsables. Con respecto al museo dirigido por José Miguel G. Cortés, la auditoría critica que el museo carece procedimientos adaptados a otras formas de adquisición de obras de arte distintas de la propuesta del director, lo que puede suponer una “pérdida de eficacia en el cumplimiento de las funciones que tiene encomendadas”.
“No se analizan ofertas llegadas al IVAM, sino que se investigan y analizan las relacionadas con el plan de adquisiciones”, especifica la auditoría, un procedimiento que puede suponer un “desaprovechamiento de oportunidades de adquisición de obras de arte por ofertas directas de venta o por subastas con la consiguiente pérdida de eficacia en el cumplimiento de las funciones que tiene encomendadas”. Es por ello que se recomienda al museo implantar los correspondientes procedimientos para la adquisición de obras de arte que “permitan valorar la conveniencia de adquisiciones distintas de las iniciadas a propuesta del Director Gerente”, un nuevo procedimiento de propuesta de gasto en el que para la valoración de las obras de arte adquiridas “se obtengan todas las valoraciones objetivas al respecto posibles”.
De igual forma, la auditoría también destaca que se podría mejorar el proceso de autorización de gastos y ordenación de pagos con la implantación de la firma electrónica y también refleja que se observa "cierto desorden y diferencias en asignación en el criterio de registro en cuentas de gasto de los servicios exteriores respecto a ejercicios anteriores en la asignación de subcuentas". Si bien, esto último no tienen incidencia en el gasto global, especifica el informe.
Por lo que respecta a CulturArts, ahora llamado Institut Valencià de la Cultura (IVC), la auditoría ha detectado criterios diferentes para el registro contable de facturas periódicas mensuales. De esta forma, el informe constata que en el organismo dirigido por Abel Guarinos sigue existiendo cierto desorden en el reparto por concepto de los gastos. De igual forma, desde la conselleria de Hacienda y Modelo Económico dan un tirón de orejas al ente cultural por no hacer referencia al plan de actividades dentro de la memoria de actividades o por no realizar análisis específicos de la rentabilidad de las actividades artísticas llevadas a cabo.
Por lo que respecta al informe de la Sindicatura de Comptes de la Comunitat Valenciana, sobre las cuentas anuales de 2016, el ente incide en que se ha puesto de manifiesto un “incumplimiento significativo” de las normas de contratación del sector público, ya que el servicio de agencia de viajes para Cinema Jove se tramitó con el carácter de urgencia, circunstancia que no está justificada en el expediente que facilitado por CulturArts, por lo que “no se ajusta a ley y debería haberse tramitado por el procedimiento ordinario”. De igual forma, el informe destaca que las cuentas se presentaron a la Sindicatura sin haber sido aprobadas por el Consejo de Dirección de la entidad y sin el preceptivo informe de auditoría de la Intervención General. Así, en el Informe de fiscalización se recomienda que CulturArts formalice de manera adecuada las diligencias de las facturas para hacer constar la conformidad con la prestación del servicio, incluyendo la identificación y firma de la persona que realiza el trámite y la fecha en que se formaliza.