ENTREVISTA CON cris lizarraga

"Todavía no sabemos por qué encajamos tan bien en los festivales"

26/11/2015 - 

VALENCIA. De alguna forma el norte de España ha tenido la capacidad de aportar bandas genuinas frente a la tendencia mayoritaria -y musicalmente tangible- que ha copado los carteles de festival en el territorio. Así, mientras este modelo de concierto se extendía como la fórmula mágica que sostiene a duras penas el establishment de la música independiente, entre el País Vasco y Navarra han destacado -por épocas y en line-ups- Atom Rhumba, Delorean, Lisabö, Berri Txarrak o El Columpio Asesino. Todos ellos han logrado engrasar un buen número de carteles ejerciendo de bichos raros en alguno de los casos, pero a la vez y en distintas épocas, colocándose como uno de los principales atractivos a disfrutar en el evento.

Así lo ve también Cris Lizarraga, voz y telcados en Belako, la última de esas bandas que en apenas cuatro años un álbum y dos EP's se ha colado entre la lista de los más deseados por parte de los programadores de festivales de música. Este sábado ejercen como uno de los cabeza de cartel en la primera edición del festival She's The Fest. Este encuentro, "dedicado al talento femenino", según sus organizadores, tendrá lugar de viernes a domingo en Las Naves con Annie B Sweet, Soledad Vélez, Les Seques, Núria Graham, Lorena Álvarez o Maïa Vidal, entre otras representantes en el cartel.

"No nos sentimos especialmente identificados con la tendencia general que percibimos existe en los festivales. Es una pena que no sea algo más variado, que desde luego no tiene por qué parecerse a nosotros. Y es cierto que en los grupos de Euskal Herria suelo encontrar inquietudes muy distintas entre sí, que al grupo nos hacen sentir como si de alguna forma tuviéramos algo en común. Y lo percibo igual cuando coincidimos con alguno de ellos [por los citados arriba] o cuando leo sus entrevistas. En Belako todavía no sabemos por qué funcionamos tan bien en los festivales porque sabemos que, a menudo, somos el grupo que está fuera del patrón musical", apunta Lizarraga a Valencia Plaza.

Ella misma hace referencia a la marcada ausencia de "ruido" que les conecta con todos aquellos referentes inevitables con los que se les etiqueta. Es posible que, hablando de nombres propios, en sus primeras grabaciones haya conexiones con Joy Division, Sonic Youth, Pixies o Yeah Yeah Yeahs; del noise de los 90 al acusado post punk británico de los 80. Algo a lo que, según Lizarraga, su disco Hamen supondrá alguna distancia. Se publicará en enero de 2016, cabalgando hacia nuevas inquietudes, como no podría ser de otra manera. 

La banda: de la alfombra roja a "solucionar lo de la furgo"

Con el disco que está por venir, los cuatro miembros de Belako (los hermanos Josu y Lore Billelabeitia, Lander Zalakain y Cris Lizarraga) se aproximan a la treintena de canciones publicadas en un espacio de tiempo relativamente corto. Sobre todo si se tiene en cuenta la demanda de su presencia en festivales -y en menor medida en salas- que ha tenido lugar desde que iniciaran su andadura en mayo de 2011.

Una vorágine que ha incluido el Premio al Mejor Grupo Revelación para la extinta Rolling Stone España en 2014 y los galardones de 2015 en los Premios Independientes de la Música (al Mejor Artista Emergente) y, hace tan solo unos días, el prestigioso premio Ojo Crítico que concede Radio 3 de Radio Nacional de España. "Para nosotros todo esto también ha pasado muy rápido. Por suerte, eso no ha mermado un momento creativo muy efervescente en el grupo, aunque intentamos abarcar todo como podemos y hay un reparto real de tareas", señala Lizarraga.

Josu y Lander, por ejemplo, se reparten la gestión (de la agenda a la preproducción de conciertos) y la causa creativa (de la composición a la producción musical). En mitad de esta autogestión, que defienden a capa y espada como "vital para hacer para siempre lo que queramos y cambiar cuando queramos", llegan los reconocimientos públicos, "que son una alegría tremenda, nos emocionan de verdad, pero genera cierta irrealidad con lo que es el grupo. Los premios son el lado bonito de las cosas y tu entorno te llama alegrándose por lo que creen que has logrado, como si eso fuera a cambiar la realidad del grupo que no es otra que por querer hacer música estamos casi en la ruina y que tenemos verdaderos quebraderos de cabeza si tenemos que arreglar la furgoneta, como es ahora el caso".

A partir de este futuro disco contarán con Mushroom Pillow para encadenar mayor actividad en directo, también fuera de España (un salto que se percibe inminente y con posibles). Además, cuentan con el trabajo de MiMúsica para otro tramo de la gestión, aunque el concepto de 'familia' entre los cuatro -y jóvenes- miembros sostiene buena parte de la identidad del grupo: "es mi relación de amor más estable", apunta Lizarraga. 

El sonido: del sabor a metalurgia mojada hasta la relevancia del pop

No obstante, cuesta encontrar sombras en el discurso de Belako, que aceptan vivir un momento dulce. Todas las referencias post punk y noise sobre las que se les hace referencia tienen un claro punto de encuentro: la antigua fábrica metalúrgica del abuelo de los hermanos Billelabeitia. Este ha sido -"hasta que nos han cortado la luz, recientemente"- el local de ensayo en Belako, nombre del barrio de Mungia (Bizkaia), una población rodeada de montes tan verdes y vascos como el poso industrial de una época pasada.

Hay un amor estricto por la decadencia post industrial que se conecta con esos sonidos de Belako, que está en el ADN del grupo: "está terriblemente vinculado a nosotros. Tenemos la sensación de no haber buscado nuestro sonido, sino de que sea en cierto sentido al revés. Es el lugar del que han surgido las cosas, que nos ha condicionado totalmente y que, al final, esas atmósferas que suenan son como son porque han sido concebidas allí". Qué mejor nombre entonces para el grupo.

A este sabor a metalurgia mojada que se encuentra en las distintas caras del sonido Belako cabe incluirles otra afición: "conceptualmente, nos llama mucho toda la estética del error, todo lo que se deriva de la experimentación. Lo raro. Los ruidos", apunta Lizarraga. Otro valor fundamental para entender la música que hacen es que los cuatro se repartan de forma fragmentada las voces: "me encanta que sea así. Al igual que puedo apreciar las bandas que juegan con multitud de capas vocales, como Blonde Readhead, veo que nos aporta muchísima riqueza". Además, trabajan en fórmulas distintas y así "Lore apuesta 'el gato muerto' que tiene en la garganta", añade Lizarraga entre risas mientras confiesa que desde que Belako no ha dejado de tocar se ha convertido "en una viejecita", adicta "al propopolio, las infusiones y las bufandas". 

La piedra de toque de su sonido, aunque no en todas sus canciones, es su uso arbitrario del inglés y del euskera. Del idioma propio, Lizarraga afirma que "muy humildemente, si podemos hacer que suene más allá de nuestro espacio, es algo que nos parece genial. Pero lo importante es que no es forzado, que nos apetece. Lo hacemos en busca de sonoridades particulares dentro del idioma, quizá con soluciones fonéticas más dulces, más suaves". Las letras, por cierto, suelen correr a cargo de los Billelabeitia, mientras que la formación en Francia de Lizarraga y su amor por la música francesa ya han dejado un rastro de este otro idioma en sus canciones: "no descarto que acabemos teniendo algún tema grabado integramente en francés". 

No obstante, lejos del post punk, del noise, del quebradero de cabeza con los recursos para "lo de la furgo", de la ilusión que se esconde de "haber podido ahorrar algo para hacernos unos conciertos por salas de España aunque vengan 10 personas a vernos", el grupo tiene un corazón pop lleno de referencias: "yo creo que si la gente supiera lo frikis que hemos podido llegar a ser de Star Wars o El Señor de los Anillos fliparía; hablo de ponernos a repasar los libros a mitad de viaje porque estamos discutiendo la edad de Gandalf". Pero hay más referentes, entre los que suele sobresalir ABBA -con la curiosa la analogía hombre/mujer de ambas formaciones-, que ha provocado "las mayores 'emocionadas' en la furgo". Y también un largo etcétera que puede ir, por esta vía, de Queen a Beyoncé pasando por Arcade Fire. 

De planes a retos

No obstante, hay otras referencias pop con las que a no mucho tardar podrían cruzarse en uno de tantos carteles de festival. Por ejemplo, Daft Punk, Jamie XX o el proyecto de Julian Casablancas con The Voidz: "el gusanillo que tenemos por acercarnos a la electrónica es brutal. De hecho, hace nada hicimos una medio performance en el Festival de Cine de Bilbao en el que tocamos y proyectamos unos vídeos (como Zelaco, mix de cine y Belako) y la cosa iba un poco por ahí". La tendencia podía ser creciente a partir de los próximos años, algo que no anda muy lejos de su actual juego con sintetizadores. "Y también nos flipa el hip hop, así en general. A veces en los ensayos nos ponemos a improvisar...".

Lo que aceptan como un reto es mantenerse independientes en cualquier caso: "¿dejarnos llevar por todo lo que está sucediendo? Ni lo contemplamos. En el sentido de que se embarque más gente, sólo implica peligro. Ya hemos pasado por situaciones en la que aparece gente que quiere aconsejarnos y, como somos jóvenes, parece que el resto del mundo está en posesión de la verdad". Lizarraga asegura que "los chupopteros" salen "hasta de debajo de las piedras a poco que te mueves". Pasaron por una situación así al inicio del grupo y la herida se deja notar cuando se habla del tema: "que no se vuelva a repetir", dice, aunque aceptan de buen grado cualquier ayuda en este momento para llegar a otros ámbitos, como por ejemplo la citada aventura para llevar a Belako hasta el circuito internacional. De momento, el sábado a medianoche estarán actuando de nuevo en Valencia.

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