PEQUEÑO MULO & CHARLIE MILF 

Un proyecto de música, ilustración y fotografía para recordar la memoria de los fusilamientos de Paterna

8/12/2022 - 

VALÈNCIA. Todo surgió cuando Raúl Abeledo -conocido artísticamente como Pequeño Mulo- decidió acompañar a su pareja, la fotoperiodista Eva Máñez, a las entrevistas que acabarían formando parte del proyecto “Paterna, la memoria del horror”, iniciado en 2016 con la documentación gráfica de los procesos de exhumación de las fosas de represaliados del franquismo que se encuentran en esta población valenciana, donde yacen al menos 2.238 personas. Esas conversaciones, en las que las mujeres, hijas y nietas de represaliados del franquismo contaban sus historias personales, resultaron ser una bomba emocional. Las fotos y los testimonios de todo aquello acabaron convirtiéndose en un libro y una exposición itinerante en la que Abeledo, que además de músico es investigador y director del Observatorio Cultural de la Universitat de València, participó en calidad de editor de textos y ayudante de producción. 

“Conocer esas historias con ese grado de detalle me afectó hasta el punto de desbordarme. Necesitaba hacer algo con todas esas emociones”, explica él mismo. Así es como empezó a escribir la letra de Las Falanges del Orden Negro, una de las cuatro canciones que integran el EP-fanzine que acaba de publicar Osadía Ediciones, proyecto editorial impulsado por Ubaldo Fambuena. Se trata de un artefacto cultural híbrido en el que además del propio CD y las letras de las canciones se presenta una selección de fotografías de Eva Máñez intervenidas por el ilustrador Elías Taño, quien además se ha encargado de la portada y el resto de elementos de la edición.

Un pianista muy versátil

El compañero musical de Abeledo en este proyecto es Carlos Espina Camacho, pianista profesional que en estas lides del rock and roll underground adopta el nombre de Charlie Milf, mientras que en su faceta como compositor de música electrónica para coreografías de danza contemporánea se hace llamar Caresca. “Mi experiencia formativa es muy ecléctica -reconoce-. Por un lado estudié el Grado Superior de piano y empecé a trabajar como profesor. Más tarde estudié jazz, también en el Conservatorio Superior de Música de València. Siempre he simultaneado esta faceta con grupos de rock ‘n’ roll (Midnight shots, Marjal), así que para mí saltar de un código a otro es natural. De hecho, lo que ahora me parecería raro es ceñirme a un solo lenguaje, cuando hay tantos estilos interesantes por descubrir”. 

Pequeño Mulo (voz, guitarra y armónica) y Charlie Milf (coros, piano y percusiones) comenzaron a trabajar como dúo electroacústico en 2019 con la intención de combinar “el preciosismo barroco y el crawl & roll (gatear y rodar)”. Su propuesta parte de la música de raíces combinando con espíritu enérgico el folk, el blues y el pop-rock. 

“Todo comenzó en 2019, cuando Raúl me propuso tocar con él en un concierto que le le habían ofrecido en una feria de fanzines que se hacía en Colector, un espacio que estaba junto al río cerca del museo de Bellas artes. Me avisó con una semana de antelación, así que solo pudimos hacer un ensayo. Tuve que tirar de mi parte de oficio de músico profesional, y así saqué todas las estructuras de las canciones y las anoté -comenta Carlos-. La experiencia fue positiva, ya que en realidad los temas de Raúl beben de referencias que me resultan afines: folk, blues clásico, bandas de los 60s, etc, y nos entendimos bien en directo. A partir de ahí se sucedieron muchos otros bolos, el repertorio fue perfilándose más y más, y poco a poco tuve la oportunidad de aportar mis propias ideas compositivas”. 

En realidad, tanto para Carlos como para Raúl la experiencia de trabajar canciones alrededor de una temática tan concreta (y delicada) suponía un reto. “Yo hasta ahora siempre había escrito letras más bien abstractas, compuestas con el método de escritura automática, así que para mí era un desafío escribir por primera vez en clave más explícita y abiertamente política”, apunta Raúl. Las cuatro canciones fueron compuestas durante la pandemia y el confinamiento, y por tanto beben de ese clima de incertidumbre tanto como de esa memoria de lucha y resistencia que había avivado el proyecto fotográfico de Eva Máñez sobre los represaliados del franquismo.

El disco cuenta con tres canciones originales y una versión del Romancero de Durruti, compuesta por el cantautor madrileño Chicho Sánchez Ferlosio (1940-2003). Un precioso “blues de la revolución” que juega con el contrapunto de la voz áspera y el sonido lo-fi de Raúl con las energizantes líneas de piano de Carlos. “Tuve la idea de hacer una versión con este tema después de escuchar a Sánchez Ferlosio cantarlo a capela en el documental Mientras el cuerpo aguante”, señala Abeledo.

El disco, grabado en los estudios Sistema del Solar por Carre Moreno, concluye con La Tierra es Plana -canción que da título al disco y cuyas letras trasminan la sensación de frustración y cabreo que producen las fake news y la cultura de la posverdad- y Sine Die, adaptación al formato de canción de un tema instrumental compuesto hace años por Carlos, y que desde el punto de vista de las letras es la que más se aparta de la literalidad política del resto.

“Este EP representa la evolución de unos temas que Raúl interpretaba normalmente a lo punki, es decir el sólo con su guitarra y la actitud de inmediatez, a una manera un poco más reflexiva y musicalmente más trabajada en estructura y arreglos. Se puede decir que la esencia y la actitud permanecen, pero en un formato un poco más elaborado”, añade Espina por su parte. 

Un proyecto autogestionado y colaborativo

La idea inicial era prensar las cuatro canciones en un vinilo, pero los plazos de entrega que les ofrecieron eran demasiado largos debido al embudo generado por el parón de la pandemia, sumado a los problemas de suministros derivados de la guerra en Ucrania. “Fue a Eva a quien se le ocurrió la idea de convertir el CD en un producto más interesante: un fanzine. En principio iba a ser una cosa muy sencilla de unas cuatro páginas que incluirían algunas de sus fotos de Paterna. Pero la cosa dio un salto cualitativo muy importante cuando le propusimos a Elías Taño colaborar interviniendo las fotografías con sus ilustraciones. Él no solo aceptó, sino que dijo que si lo hacía, lo hacía bien. Y el resultado ha sido realmente potente. No solo es un objeto increíble para fetichistas, yo lo veo sobre todo como un proyecto de colaboración entre artistas en el que las aportaciones de unos complementan las de los otros y se refuerzan mutuamente”. 

“Debo reconocer que me costó un gran esfuerzo intelectual el enfrentarme a intervenir estas fotografías de Eva -confiesa Elías Taño-. Por un lado, estuvo siempre el miedo a estropear o desvirtuar la imagen. Por otro, la sensación de intrusismo en un espacio (la imagen fotográfica) que no casa con mi tipo de dibujo. De hecho, siempre me han generado cierta desconfianza estas hibridaciones. Por suerte, Eva estuvo muy predispuesta en todo momento a cualquier reapropiación que yo pudiera hacer sobre las imágenes, así que poco a poco fui soltando lastre hasta llegar a sentirme cómodo con este trabajo. Para llegar al resultado final tomé prestados ciertos aprendizajes en el lenguaje del cómic, y sobre todo, en la utilización de espacios yuxtapuestos, en las ausencias al pasar de una viñeta a otra (el gutter) y en distintos estímulos que me daban la santa trinidad del disco: las letras, la fotografía y la música. La diferencia principal es que aquí se te escapa un poco de tus manos el quehacer del dibujo, y debes encontrar la forma, el tono y la composición que sean lo menos disruptiva posible. Llegas a un juego donde ya hay unas normas que tú no pusiste, y tienes que aprender a jugar con ellas. Y a ser posible: ¡llegar a hacer trampas!”.

La Tierra es plana se presentará hoy 8 de diciembre a las 12 horas en MUVIMent (la cafetería del MuVIM), con un formato de charla y concierto. Además, el 15 de diciembre, la sede de El Punt, situada en el barrio del Carmen, acogerá una presentación en formato de mesa redonda que concluirá con una breve actuación de Pequeño Mulo & Charlie Milf. Esta misma fórmula se utilizará para una tercera presentación que tendrá lugar el 21 de enero en La Repartidora (Benimaclet) y finalmente el 29 de enero a las 12 con un concierto completo en Espai Sankofa.