VALENCIA, (EP). La técnico superior en Restauración valenciana Greta García ha diseñado un método científico para autentificar obras del pintor Amedeo Modigliani (1884-1920) y que es capaz de detectar posibles falsificaciones. Los cuadros falsos que circulan por todo el mundo de este creador son numerosos, puesto que su calidad y trágica muerte hizo aumentar progresivamente el valor de mercado.
La especialista, que trabaja en la subdirección de Restauración del ahora Institut Valencià de Cultura, ha conseguido, tras una década de trabajo y múltiples experiencias y análisis de las pinturas del autor, establecer en su tesis una metodología que no se limita al estudio histórico, sino que introduce como novedad el estudio fundamentalmente científico de las técnicas de ejecución y materiales utilizados por el pintor.
Es un modo de trabajo que evoca la ciencia forense, como una especie de ADN de la obra de Modigliani. Aunque la restauradora advierte: "El mapa del ADN no puede tener fallos. Los análisis científicos de las obras de arte te dan muchísima información, se cruzan datos y ves más cosas, pero requiere una interpretación humana, no es un programa informático", explica García en declaraciones a Europa Press.
Todo comenzó hacia el año 2004, después de que la experta realizara un máster en valoración y tasación de obras de arte, y una conocida le pidiera investigar una presunta obra de Modigliani que unos familiares tenían en Bilbao. A partir de ahí, y tras detectar que se trataba de una falsificación, García comenzó a especializarse en la producción del pintor italiano visitando grandes museos como el Guggenheim o el Metropolitan de Nueva York, al tiempo que seguía recibiendo peticiones para dictaminar sobre la autenticidad de piezas atribuidas a Modigliani.
Fruto de esta labor surge la tesis 'Metodología científica para la realización de expertizaciones. La técnica pictórica de Amedeo Modigliani', realizada en la Universitat Politècnica de València (UPV) y que ahora busca traducirse en publicaciones especializadas indexadas, ya que el ámbito de investigación del famoso autor es internacional.
García detalla que el método exclusivo que ha creado se basa en los estudios artísticos, estéticos y fundamentalmente científicos --análisis para el estudio de las técnicas de ejecución y los materiales constitutivos de las obras pictóricas-- realizados a obras indiscutiblemente auténticas del artista y aplicados posteriormente sobre otras piezas, aquellas atribuidas al artista que presentan dudas respecto a su autenticidad.
El método es, por tanto, capaz de determinar si estas pinturas son falsas o no, mediante el análisis comparativo. Al igual que las ciencias forenses consideran el concepto de prueba para poder vincular un objeto con una persona concreta, este método de expertización pretende obtener pruebas científicas que demuestren si la obra de arte en cuestión está vinculada con Modigliani.
Los pasos son rigurosos: primero se realizó una base de datos de las obras pictóricas de Amedeo Modigliani y, posteriormente, se revisó la bibliografía acerca de su técnica pictórica. Después se recopiló información científica no publicada y se llevaron a cabo estudios fisicoquímicos a obras auténticas de Modigliani. Además, se hicieron estudios histórico-estilísticos y fisicoquímicos a seis obras atribuidas al artista.
Entre las técnicas empleadas figuran fluorescencia visible con radiación UV; examen con radiación infrarroja; radiografías o técnicas separación cromatográficas.
Con todo este conocimiento, se elaboró una plantilla para registrar y cruzar toda la información obtenida de la comparación entre las obras auténticas y los resultados obtenidos del estudio de atribuidas.
Preguntada por si este método podría ser válido para otro artistas, García asevera que algunas de sus partes podrían extrapolarse al estudio de otros autores, aunque no todo, como los datos que aporta sus circunstancias vitales o su forma de pintar.
El trabajo de la restauradora valenciana cobra especial relevancia por centrarse en la producción pictórica de un autor, Amedeo Modigliani, cuya obra es escasa. Se conservan apenas 337 cuadros. Tras su muerte, su figura se convirtió en mítica y sus cuadros fueron aumentando poco a poco su valor de mercado. Estos hechos provocaron la existencia de multitud de falsificaciones ya desde 1920. A esto se añade que los remates de sus ventas han alcanzado en los últimos años récords mundiales.
A esto se suma que, actualmente, el funcionamiento del mercado público de compraventa de obras pictóricas de Modigliani solo contempla como válidas las obras incluidas en determinados catálogos razonados del autor, de los años setenta.
De estas recopilaciones, las más fiables han sido elaboradas teniendo en cuenta la documentación que avalan todos y cada uno de los propietarios por los que ha pasado la obra desde que fue pintada. Sin embargo, muchas de las obras de Modigliani fueron distribuidas por el propio autor o por alguno de sus marchantes sin dejar constancia de ello.