VALÈNCIA. Do it yourself. La filosofía del ‘háztelo tu mismo’ no solo tiene que ver con cuestiones de bricolaje ni la inventaron en tiendas suecas. El concepto ha sido repetido hasta la saciedad, especialmente en los años más recientes, una filosofía que ha sido asumida por los sector culturales a veces como oportunidad y otras con resignación por la falta ella. Entre un espacio y el otro se sitúa La hora del vermut, un proyecto impulsado por ocho destacados artistas del contexto valenciano que han organizado una exposición efímera de arte contemporáneo no vinculada a ningún centro expositivo o museístico oficial. Esto es, precisamente, uno de los principales puntos de partida de la iniciativa pues, aunque en su mayoría trabajan en las redes habituales del mercado artístico, quieren poner negro sobre blanco que se pueden hacer las cosas de otra manera. Aunque sea como complemento a lo ya existente.
El proyecto, que nació como una iniciativa “totalmente independiente”, llega con una segunda edición tras una primera experiencia en 2016 que coincidió con Abierto Valencia, el evento con el que la asociación de galerías de arte contemporáneo celebran el inicio de temporada. Así se hacía también con Presente (presente), en Madrid, evento en el que se mira La hora del vermut, que para esta segunda experiencia se desmarca también de los calendarios predeterminados. Son los artistas Alberto Beltrán, Manu Blázquez, José Luis Cremades, Enrico Della Torre, Antonio González, Luce, Àlex Marco y Vinuesa quienes han levantado esta exposición efímera centrada en la pintura que nace tanto como “acto festivo” como para la reivindicación de un modo de operar que dé más peso al creador.
“El punto diferenciador es la libertad que tienes al exponer en un contexto como este, sin condicionantes económicos”, explica Manu Blázquez, cuya obra se pudo ver, entre otros espacios, el año pasado en el Centre del Carme. Son los ‘condicionantes’ uno de los puntos claves del discurso de una iniciativa que nace libre de ataduras y con la mirada fijada en la propia creación, alejada de las voces externas. También tiene concepción de experimento, pues organizada por los artistas participantes sin ánimo de lucro, la muestra se podrá ver solo durante unas horas, en una colectiva que abrirá sus puertas mañana sábado 30 de junio a mediodía –efectivamente, la hora del vermut- en el número 10 de la calle Trinitat.
“Se trata de generar un espacio experimental y de simbiosis directa entre el público y el artista. De ahí, el carácter efímero de la muestra, dos horas únicamente, que servirán para crear una sola atmósfera entre la obra, el público, los artistas y el propio espacio expositivo”, explican desde el colectivo. Consideran “imprescindible y necesaria” una iniciativa que busca el desarrollo y la difusión del arte contemporáneo actual, poniendo de manifiesto el valor de los proyecto que “funcionan en paralelo a la agenda oficial, iniciativas que son el reflejo de un contexto local y desconocido, en muchos casos, por el público”.
"El rigor de las necesidades económicas o las propias reglas del mercado quedan al margen de este tipo de proyecto, favoreciendo nuevos argumentos artísticos que no están influenciados por los mecanismos habituales", reivindican los organizadores de la muestra, una exposición que nace del proceso creativo individual para, casi al borde de la exhibición, configurar una exposición colectiva que parte de ocho 'yoes'. "La premisa es que no hay premisa", recalca Blázquez. Este proyecto no nace para sustituir el sistema sino para aportar un complemento que, incluso, pueda ser asumido por las estructuras existentes. "Reivindicar el 'hazlo tú mismo' es muy contemporáneo [...] Es importante que cojamos las riendas". Así, la intención del colectivo es, próximamente, desarrollar actividades de similares características en paralelo con otras salas independientes y/o galerías de arte.