VALÈNCIA. Conciertos de Viveros vuelve a la vida… Todo lo que le dejen. Ayer, el Ayuntamiento de València y Musicaprocv presentaron el cartel para este año, en el que se ha apostado, tanto en el continente como en el contenedor, por la cautela.
Al escenario se seguirán subieron grandes nombres de la música pop que movilicen a un público importante, desde Miguel Ríos, hasta Jorge Drexler, La M.O.D.A., El Kanka o Camela. También hay programados conciertos “de nicho”, como Maria Arnal i Marcel Bagés, La Fúmiga o Juan Perro. Las únicas apuestas internacionales son la cantante israelí Noa y la banda tributo a Queen, God Save The Queen, evitando así la sorpresa de una cancelación repentina por el empeoramiento epidemiológico de otro país que no sea España. A falta de artistas internacionales, artistas nacionales con proyección internacional.
Pero la gran novedad de Viveros no será lo que suceda en el escenario, sino el protocolo presentado. Este es el primer gran ciclo de conciertos promovido por una institución pública que se presenta y cabía esperar la posible (pero no segura) ambición con la que también se están presentando las alternativas de los macrofestivales, con aforos de hasta 5.000 personas.
En el caso de los conciertos de la Gran Fira, el protocolo diseñado casi es un modelo provisional y han optado por proyectar los conciertos con las condiciones vigentes a día de hoy (la última orden es de 23 de abril), que permite solo un aforo de hasta 2.000 personas y siempre y cuando se sectorice en grupos burbuja de 500 personas. Los conciertos se podrán ver desde una silla y solo se podrá consumir bebidas o comida en un espacio reservado exclusivamente para ello, sin que sea posible hacerlo desde el sitio desde el que ver el concierto. Cada grupo burbuja cuenta con un baño, una entrada, una salida, y una barra de restauración dedicada.
Se pondrán a la venta 1.300 entradas, un aforo muy alejado al que sería en condiciones normales, cuando se vendían habitualmente 2.500 si el concierto se veía en asiento, y 5.000 si era de pie.
Sin embargo, el Ayuntamiento ha querido echar un capote a la organización y no descartan hacer ampliaciones y modificaciones de estas condiciones conforme Sanitat abra la mano a este tipo de eventos (algo no solo esperable, sino imprescindible para que se puedan celebrar algunos de los eventos ya anunciados por empresas privadas). Las ampliaciones de aforo, de grupos burbuja, o incluso las condiciones de consumo en restauración podrían variar de aquí a julio. Pero si no lo hacen, Viveros garantiza su celebración por encima de todo.
El protocolo y la reducción de aforo tiene un coste compartido. El modelo de Viveros es bastante particular: Musicaprocv pone el cartel y la gestión directa de este, al igual que las entradas; mientras el Ayuntamiento, en vez de inyectar una ayuda directa, licita la logística de la cita y la hace suya. Este año, la Concejalía de Cultura Festiva ha aumentado 30.000 euros la licitación, al igual que las condiciones de esta, al tener que disponer de cuatro mini festivales en vez de uno solo, como era habitual. Por otra parte, la recaudación de estos conciertos (y por tanto, de la pérdida o la ganancia del aforo) corre a cargo de las promotoras.
En todo caso, en la rueda de prensa de ayer se quiso destacar la importancia de no parar y apoyar a la industria musical en un momento como este. 1.300 entradas es mejor que cero, eso seguro. A la espera de tiempos mejores, Viveros busca ser una bocanada de aire para algunas promotoras, sobre todo las que trabajan más en el día a día de las salas de conciertos que en festivales.
La primera noche de julio, el público podrá disfrutar de Miguel Ríos y de The Black Betty Trio; el 2, de la israelí Noa; la jornada del 3 presentará a Maria Arnal i Marcel Bagés por un lado y a Laura Esparza i Carlos Esteban por otra, mientras Sofia Ellar será la protagonista del domingo 4.
El martes 6, la semana empezará con La M.O.D.A. y continuará con la artista española Pastora Soler, que dará paso al grupo God Save The Queen (de homenaje a la banda de Freddy Mercury) el jueves 8, como previa al dúo que conformarán Samantha y Natalia Lacunza el viernes 9 y antes de las actuaciones de Sidecars -el sábado 10- y Jorge Drexler el 11.
El jueves 15 se retomarán los conciertos con Coque Malla y Solé Giménez, un ciclo de actuaciones que seguirá La Habitación Roja y Cora Yako el viernes y tendrá un especial de música en valenciano con La Fúmiga y Oques Grasses durante la noche del sábado, que cerrará la semana.
Por último, Juan Perro y L'Eix Radical abrirán el siguiente jueves, un concierto al que le seguirá Camela el viernes 23 y El Kanka, que cerrará la programación el 24.