Wind Atlas experimenta con el ritmo electrónico en su nuevo álbum 'An Endible Bod'

VALÈNCIA. Wind Atlas ha lanzado un nuevo trabajo, An Endible Body, ya disponible a través de la web post-punk y con venta oficial a partir del 26 de enero, a través de los sellos BFE Records y Hidden Track que editarán su versión en vinilo y de GH Records que lo hará en CD. Un nuevo álbum que pretende “marcar un  punto de inflexión” en la trayectoria de la banda. Un tercer trabajo en el que sus componentes han experimentado con los sonidos y ritmos electrónicos. A falta de publicar más fechas de gira nacional, el 27 de enero llegan al club de La Residencia, de València, junto a Alfa Estilo y Cuarto Mandamiento.

Tras un cambio de formación al final de la gira de Lingua Ignota (BFE, 2015), la banda decide dejar de tocar durante un tiempo para reflexionar, buscar nuevos sonidos y preparar un nuevo disco. Ya sin bajista, la banda desvía su mirada hacia la electrónica, buscando la manera de mezclar su ritual con unos ritmos nuevos no explorados hasta el momento. Si en sus primeros trabajos, el EP Fen Fire (BPR, 2012) y The Not Found (BPR, 2013), las influencias de las bandas de los ochenta del sello 4AD como Cocteau Twins o Dead Can Dance eran patentes, con Lingua Ignota, Wind Atlas encontraba una nueva vía que abría un abanico de posibilidades más allá de las canciones folk de reverb de sus inicios. Se abrían al post-punk y empezaban a mostrar ciertos tintes post-industriales que se han cristalizado en su nuevo trabajo, An Edible Body.

Con el objetivo de buscar ese nuevo sonido, deciden ir a grabar su disco a Nueva York con Sean Ragon, líder de la banda Cult Of Youth –que conocen al compartir escenario en Barcelona- y guitarra ocasional en Psychic TV, banda seminal de la música industrial. An Edible Body se grabó en dos semanas durante el mes de febrero de 2017 en el estudio de Sean Ragon en un sótano de Maspeth, Queens, NY.

El disco experimenta no solo con nuevos sonidos sino también con nuevas maneras de decir, por eso, abre con ‘Desertor’, en la que la unas interferencias interrumpen el canto y la voz se desafina mediante la manipulación de una cinta de cassette. Esa interferencia el anticipo de ‘Shedding Light’. La caja de ritmos se combina con la batería acústica y las planchas de metal, los sintetizadores cobran protagonismo y la voz canta irónica. Hay una larga distancia desde el corte dark ambient ‘Camino de la cruz’ a ‘How to liquify’ o ‘Ruins’, la canción más pop que han compuesto hasta el momento. Las influencias orientales del ‘Lingua Ignota’ vuelven a aflorar en ‘Herencia de jade’, con una base rítmica industrial bailable.

Por su parte, ‘En la cruz’ es un homenaje techno a San Juan de la Cruz y, probablemente, uno de los temas centrales del disco. En el otro extremo se encuentra ‘Under these waters’, un poema sonoro que canta a un elemento presente en el imaginario de la banda desde sus inicios: la extrañeza de las aguas. Además, es una canción con un fuerte componente sexual. Por último, ‘To Clarice’ es una balada post-industrial en la que, de nuevo, la influencia del poeta Leopoldo María Panero queda reflejada en una letra que habla de un encuentro catártico. ‘To Clarice’ es también una ofrenda a la escritora Clarice Lispector.