Xeco Rojo, un obrero de la música que busca "liarla" en los conciertos con 'Maravillosamente bien'

ALICANTE. Pinta las vallas de su casa de campo, se pasa el día rodeado de animales y también compone y canta. Así es Xeco Rojo, una especie de obrero de la música que se interesa por dar a las canciones ritmos festivaleros. Prueba de ello es su nuevo disco, Maravillosamente bien, que a lo largo de nueve temas "intenta encontrar un sonido fresco", una búsqueda que hace recordar al Kanka, Mr. Kilombo o La Pegatina, pues "bebe de esas fuentes actuales", ha confesado el artista. Y ha asegurado que "si compartiera cartel con ellos, no desentonaría. Mis conciertos van por ahí; no siguen el rigor, sino que buscan el feedback con el público, mucha risa… La máxima mía es liarla".

Pese a estas semejanzas entre artistas, Xeco Rojo reconoce que siempre ha sido sabinista, pero que a la hora de componer se encuentra entre "esa peña que no logras situar aunque necesites ponerle una etiqueta". Así nacen unos ritmos despiertos, con unas letras que no siempre van en la línea de esta felicidad. "No hay que confundir el ritmo de las canciones con el mensaje que tienen. Muchas veces, los propios músicos confundimos al oyente. Algunas de mis canciones cuentan cosas complicadas de gestionar con ritmos más alegres", aclara. Y compara sus temas musicales con "un diario de abordo para recordar por lo que he ido pasando en la vida; es una manera de hacer terapia conmigo mismo".

Este es el caso de Maravillosamente bien, el tema homónimo a su actual trabajo musical, que es "un engaño", la define su autor. Se trata de una canción "compuesta antes de que existiera en nuestro vocabulario la covid-19 y está basada en una vivencia personal. Es un engaño, porque la letra dice maravillosamente bien es como debería estar, no es que esté maravillosamente bien. Y la acompaño de un ritmo festivalero", contrapone.

Un tema que ya ha sonado en salas como Euterpe, Backstage, Ombü o Contrapunto y que podrá escucharse el viernes 10 de diciembre en Heartbreak (Benidorm) -donde repite-, el domingo 12 en 5ª Avenida (La Nucía) o el sábado 18 en el TapRoom de Cervezas Postiguet (Alicante). 

Este disco no ha quedado exento de los imprevistos de la covid-19, que han obligado al cantautor a cambiar de productor e incluir un número menor de canciones de las concebidas inicialmente: "Tenía más canciones, pero el cómo y el cuándo se ha grabado ha influido mucho en que se quedaran, finalmente, nueve temas", ha explicado el compositor, quien también ha detallado que tenía previsto entrar a grabar el 15 de marzo de 2020 en el estudio del productor y guitarrista de los Toreros Muertos, Fernando Polaino, pero el confinamiento no lo permitió.

Es por ello que "se apiadó" de él Francesco Severino para la canción homónima del disco (Maravillosamente bien), siendo Alberto Belando el productor de los ocho temas restantes. Entre ellos se pueden encontrar "canciones autobiográficas", alguna más buenrollera dedicada a a un amigo "excepcional", que lleva por nombre Vámonos, Rafita, o la última que el artista escribió, Tengo yo ganas de que, "en la que quise plasmar toda la mierda que estamos viviendo, pero no desde la mierda, sino desde el tener ganas de que se acabe esto".

Maravillosamente bien es el segundo trabajo musical de Xeco Rojo. Antes publicó Caer de pie, "un disco superimportante para mí, porque era el primero y porque pasé una situación sentimental complicada. En muchas de las canciones se ven las ganas de tirar para adelante", desvela. Y cuenta que, respecto al primero, en este segundo álbum iba buscando un "mejor sonido. Ya estoy pensando qué cosas pulir y cómo mejorar para el siguiente disco, aunque estoy bastante contento con el resultado de este", asegura.