CASTELLÓ. "¿Qué me pongo? o ¿quién voy a ser hoy? No sé, para unxs soy Calita, para otrxs soy Dani, para algunxs un peazo maricón y para otros soy un niñato cabrón". Así se presenta en unos de sus posts de Instagram este diseñador de Castellón. Calita -como ahora todos le llaman- dice que aún está en proceso de construcción. Como artista y como persona. Se considera un artista polifacético, que coquetea con la moda, la ilustración y la música. Aunque sobre todo se considera diseñador, eso sí, se sitúa fuera de la industria de la moda. "La moda es preciosa, pero la industria asquerosa", sentencia y agrega: "Me sitúo fuera de ella, primero porque no soy un diseñador consagrado o famoso que está dentro de ella, y segundo porque creo que no encajo con sus normas y su consumo. Quiero que si alguien lleva un Calita sea porque le ha hecho cuestionarse quién es, cómo es y qué es lo que quiere ser."
Inspirado en las mujeres de su vida -su abuela y su madre-, Calita siempre quiso estudiar diseño de moda. Sin embargo, también sentía inquietud hacía las Bellas Artes y cuando se mudó a Madrid hizo un doble grado en Bellas Artes y Moda. Allí, confiesa, que se enamoró del todo de esta última, aunque sus estudios le hicieron ver en ella no tanto un negocio para llenar desfiles, sino para ocupar, además de armarios, museos. "La gente tiene una idea de la moda que pertenece a los desfiles, los prêt-à-porter, y las grandes marcas, pero son muchos los diseñadores que hacen una moda más performática que te lleva a cuestionar su creatividad y su concepto. La moda también puede estar en un Museo de Bellas Artes, porque es un vehículo de expresión más, como lo son la pintura y la fotografía", señala el castellonense.
A partir de este razonamiento, Calita trabaja para una moda sin etiquetas ni género. "Cuando entras en una tienda la parte de chico y de chica está totalmente diferenciada. Yo no busco eso, para mi la ropa es ropa. No porque te pongas una falda eres una mujer, ni porque te pongas un pantalón eres un hombre. Eso no determina tu género. Hay muchos diseñadores que ya trabajan en este sentido, pero la realidad es que las grandes marcas continúan haciéndolo".
Además de esto, lo que también le sitúa 'fuera' de la industria, es que no la ve como un lujo. "El capitalismo dañó la moda y la industria asesinó su valor", manifiesta el joven en una editorial que ha hecho para la revista londinense Excuse Magazine. En ella, Calita apunta que "la moda no es opresora, pero se ha convertido en una herramienta de opresión más. Por eso recurre a la imposición, a lo incómodo y al poder. Hay gente que por decir que lleva una camiseta de Gucci se siente poderosa, para mi el poder es otra cosa", señala.
Así, mientras el lujo "se lo inventaron los ricos" y lo hicieron más deseable a través de grandes marcas, las nuevas generaciones de creadores están apostando por una moda social y performática que busca cuestionar todo lo que le rodea. Hay desde hace tiempo una oleada de artistas que centran sus trabajos en la libertad sexual, las identidades o el ecosistema. Una nueva filosofía que está agitando la moda y con la que dicen que van a poder renovar además la costura. Sí, Calita, con 24 años, enfoca su trabajo en lograr que la artesanía no se pierda. La generación que creció en el apogeo del consumo, no cree en el consumismo y lucha por poner en valor el rol de las costureras. "La industria de la moda es la segunda más consumista y contaminante del mundo. Por eso es importante reutilizar las prendas que ya están hechas y darles otra vida. La moda ecológica da sitio a las costureras, mientras que la industria de la moda las ha 'matado'", alerta el diseñador.
Su primera colección: sobre salud mental
Con todo esto por delante, Calita está trabajando en una colección enfocada en la salud mental. A partir de retales de tela, el diseñador quiere dar visibilidad a las heridas de una gran parte de la sociedad que padece de ansiedad o depresión por la pandemia, así como también de quienes sufren de trastorno de la personalidad y muchas otras enfermedades. "Me va a costar mucho. Será un proceso largo, pero pretendo reflejar cómo la sociedad del consumo nos ha resquebrajado. Quiero que esto sirva para curar nuestras heridas y aprender de ellas". El castellonense mostrará todo este proceso de investigación en una exposición en el Museo del Arroz de Almenara.
Pero no es este el único proyecto que tiene Calita entre manos. También tiene previsto trabajar con Paula Lorenzo (Cúmul), en un proyecto que mezcla fotografía y moda y que se pregunta por qué las braguetas no pueden ser utilizadas también en las prendas de mujer. "Se crearon como una funcionalidad solo para hombres, para que mearan cómodamente. Pero, las mujeres deben bajarse los pantalones, porque las braguetas no están hechas para ellas. Jugaremos con ese concepto y crearemos algo", apunta el diseñador, que también trabaja en el vestuario para el próximo videoclip de la cantante queer Heda y en un álbum musical producido por los creadores de Castelló, Niels y Álvaro, para quienes diseñará una ambientación inspirada en el amor propio.