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el muro / OPINIÓN

Algo se mueve en la sombra

5/02/2023 - 

Cuando comienzan a vislumbrarse ciertos movimientos políticos como dimisiones, salidas inesperadas, renuncias, nuevas contrataciones a largo plazo, silencios, falsas promesas de futuro y anuncios de proyectos y prebendas es que algo puede suceder. Más aún si se producen dentro de un periodo cumbre o de inflexión, como puede ser un cercano periodo electoral en el que todo está o parece abierto. Y esto, para ser claros, de aquí a unas semanas va a ir todavía a más, según se atiendan o no a las encuestas que manejan partidos políticos y figurantes. 

Siempre sucede lo mismo. De aquí a unos días va a comenzar esa precampaña electoral que sólo frenará momentáneamente el periodo fallero. Después, todo será una traca. Vean también el pánico escénico o las batallas internas de partidos con esa idea de supuesta “ruptura”, pero sobre todo de batallas internas para alcanzar una presencia en futuras listas electorales.

Si no, que alguien explique, por ejemplo, esas pequeñas batallas en torno a las cuotas de poder, las denominadas primarias y los silenciosos y también ruidosos gestos para posicionarse en una lista electoral. Aunque sea a golpes. No es de extrañar. Esta nueva generación de políticos/as no se ha ganado su presencia en listas electorales mayormente por competencia o efectividad en su gestión sino más bien por territorialidad y cuota. El mayor ejemplo son los partidos de partidos en el que todos quieren continuar y han abierto sus grandes batallas soterradas para ganarse o perder un puesto de salida. Y ahí ya todo vale. 

Cuando se llega pronto a la política sin mayores recursos ni destino futuro y pasan los años sin grandes resultados la experiencia previa o la buena gestión y sobre todo las grandes ideas no son la que validan, sino el poder interno. Además, durante esos años de poder han conocido lo que significa vivir de lo público; un auténtico chollo.

Imaginen la cantidad de cargos medios sin apenas poder real -eso es algo efímero si no formas parte de la masa gris- que han conseguido un despacho pero que pueden perder su horizonte vital, esto es, la forma de mantener una hipoteca, un matrimonio, una vida exclusiva o idílica. Eso no sucedía antes ya que a la política llegaban los preparados para estar unos años y después de un servicio público volver a lo suyo. Ahora ya no. Ahora te garantizan un cargo si cambias de partido. “Haremos hueco”, prometen.

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño; la vicepresidenta de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y la vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. Foto: Alberto Ortega/ EP

Esta nueva generación de “gestores” electos que se ponen en sus redes sociales la denominación de “político/a” cuando se le pregunta por su ocupación, pero no pasan de ahí, no piensan más que lo suyo y en no hacer ruido. Está demostrado. Hay mucho en juego. Sobre todo económico y de relevancia social. Atiendan si no cuántos de ellos podrían volver a la esfera privada o autónoma ya cumplidos años. Vamos, mayorcitos.

Por ello creo que durante los meses precedentes a unas nuevas elecciones deberían estar prohibidas las renovaciones de contratos de alta dirección por mucho supuesto concurso de ideas o méritos que nos digan ganaron. Responde simplemente a permanecer en el cargo y en caso de que unas elecciones no sean favorables seguir viviendo del sistema un tiempo más o garantizarse una pensión. 

Es lo que ha provocado este sistema en sí mismo viciado. Conozco un buen número de ejemplos. Pero es mejor que cada uno saque sus conclusiones. Cuando no se gobierna pensando en el bien común o con otros posibles se entra en un bucle de vicios y concesiones dentro de un mundo en el que no existen amigos y menos aún tolerancia.

Así que prepárense a promesas inalcanzables, mentiras oficiales y mucha guerra abierta. Sólo interesa el poder y mantenerse en el cargo. Y no es que lo pueda venir vaya a ser mejor porque está por descubrir. Pero como ellos mismo se lo guisan y se lo comen, la trampa está puesta.

Y si no anoten que nuestro Congreso acaba de aprobar el gasto de 1,2 millones de euros para cambiar sus móviles por aparatos de nueva generación. Los más caros, por cierto. También que nuestras Corts no han chistado por el reparto de pluses de gasolina. Nadie se ha quejado. Normal. Esos temas no interesa que se conozcan. Así nos va. Es más, la gente joven también parece haber aprendido la lección de la picaresca. No se vende por un patético bono cultural, más bien lo revenden. Es la viva imagen de un sistema muy desgastado que ha creado escuela. 

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