Archivan la querella de Monterde contra las gerentes de Bluebell Coffee por injurias y calumnias

26/07/2018 - 

VALÈNCIA. Hace algo más de un año la cafetería de Las Naves amaneció con su cristalera empapelada con mensajes que denunciaban “mobbing e intento de extorsión por parte de la dirección del centro". Bluebell Coffee, empresa adjudicataria del contrato de explotación de la cafetería, reflejaba así que su salida del centro después de un año causaría “pérdidas de más de 50.000 euros” a la empresa. El ahora ex director gerente del centro, Rafael Monterde, negó en su día las acusaciones y acabó querellándose contra las propietarias de la cafetería por “un delito de calumnias e injurias graves” y contra distintos periódicos, entre ellos Valencia Plaza, por hacerse eco de esas críticas. La querella contra los medios no prosperó al entenderse que su actuación "viene amparada por el legítimo ejercicio de la libertad de expresión".

Ahora, el Juzgado de Instrucción número12 de València ha dictado un auto de sobreseimiento provisional respecto a la querella contra las propietarias de Bluebell Coffee porque "no se considera que pueda existir" el delito de calumnias ni el de injurias graves de los que se acusaba a Yolanda Valero y Ana Valero. "Los hechos no revisten entidad suficiente para ser constitutivos de un delito de injurias graves y en cuanto a las supuestas calumnias tampoco ha quedado acreditado que exista tal infracción penal, puesto que los hechos que expuso la querellada Yolanda [Valero] en sus escritos, fueron reales, no derivándose de tal actuación el cese en su cargo del querellante", reza el texto.

El auto refleja que el texto remitido a los medios de comunicación por las gerentes de Bluebell Coffee para denunciar su salida del centro no supone un delito al no atribuirse al querellante la comisión de hechos delictivos concretos. "No se considera que nos encontremos ante meras invenciones pues el descontento no existía solo en la empresa adjudicataria de la cafetería sino también en otros colectivos que se ubicaron en el interior del centro cultural".

"El mobbing que se describe y que la investigada explica en su declaración, responde a hechos que realmente existieron, el cierre de la puerta que daba acceso a la terraza se produjo, en alguna ocasión se apagó el aire acondicionado, en determinados eventos se contrataba un catering y no se utilizaba los servicios de la cafetería querellada, por lo que tampoco puede deducirse de las publicaciones que se llevaron a cabo que existe un delito de calumnias", refleja el texto de la fiscal, en el que también se apunta que, tal y como se dice en la querella, que esta 'campaña de descredito' terminara desembocando en el cese de Monterde “tampoco responde a la realidad". La resolución no es firme y frente a ella cabe recurso de reforma, que ha de interponerse en el plazo de tres días.

Este no es el único problema legal al que ha tenido que hacer frente Las Naves en las últimas semanas. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) declaró “improcedente” el despido de tres programadores del centro, al considerar que se prescindió de los mismos aludiendo la desaparición del área cultural “pero los hechos posteriores muestran todo lo contrario”. La Justicia condena así al centro municipal a pagar la cantidad de 13.097,70 euros y 7.218,75 euros en concepto de indemnización a dos de los trabajadores y a readmitir al tercero, al tratarse del representante sindical.

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