VALENCIA. En un año marcado por la posibilidad de que las Fallas sean catalogadas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, uno no puede olvidar los llibrets que cada año crean sus comisiones y que suponen uno de los elementos más representativos del carácter multidisciplinar de la fiesta. Innovadores, clásicos, rudimentarios, hechos por los propios falleros o en colaboración con profesionales. De todas las clases y tipos, el barroquismo tan característico de la fiesta ha dado paso este año a muchas piezas que apuestan por el menos es más, publicaciones que beben del diseño contemporáneo sin renunciar a los clásicos.
Los diseñadores Roberto Heredia y José Francisco Carsí, de Retales Estudio Creativo, han dado este año una vuelta de tuerca al llibret de la falla Ribesan (Ripalda-Beneficència-Sant Ramón). Este proyecto surge de la idea de la comisión de volver al origen, de recuperar los materiales primigenios, indagar en los inicios de la comisión y el asociacionismo primitivo fallero. Volver a la casilla número uno. "Esto nos llevó a los diseñadores por estudiar los primeros llibrets de falla, sobre todo en el apartado formal, cómo eran, qué función tenían y cómo se presentaban", explican sus creadores.
¿El resultado? Un llibret contemporáneo al que acompaña un póster en papel coloreado que explica los inicios de estas publicaciones y los bocetos de los monumentos, con el objetivo de ser colocado el día de la plantà en las calles del barrio. El concepto no es nuevo, pues la inspiración surgió de un texto de Ramón Solaz, de la Associació d'Estudis Fallers, en el que destacaba la existencia de estos carteles que, a mediados del siglo XIX, daban cuenta de la temática de la falla. Como dicen los franceses: noir sur blanc, un llibret prácticamente bicolor sólo roto por el color cartón de las portadas y el verde del cartel. Menos es más.
Si para Ribesan han optado por simplificar a través del espíritu de la propia fiesta, para la falla Avinguda de Torrent el binomio Heredia-Carsí ha reducido a partir del concepto del monumento que este año planta la comisión. Bajo el lema 'Qué venen els soviets', una serie de artículos conectan el espíritu soviético con el la cultura valenciana, ya sea arte, diseño, arquitectura o deporte. Con una estética inspirada en la cartelería típica de la época, que también contó con dignos referentes en la Comunitat, la portada hace un guiño a los símbolos de cada lugar: el Kremlin por Moscú y la torre de Torrent.
El proyecto #ambivalència, de otra de las fallas innovadores, Castielfabib-Marqués Sant Joan, también apuesta por la innovación en el marco de la simplicidad. La colorida cabeza de la portada, un llibret maquetado por Yogur de Fresa, da paso a una publicación en blanco y negro que, como su propio nombre indica, reflexiona sobre las distintas formas de entender la fiesta, especialmente por la de aquellas comisiones experimentales que luchan por hacer hueco a un tipo de monumento que, más allá de la estética, quiere plantear preguntas y generar debate.
También la falla Borrull-Socors apuesta por simplificar -aunque esto no quiere decir necesariamente un proceso más fácil- en su imagen y, también, en lo que se refiere a materiales. La publicación #100iments #SOStenibles, que en enmarca dentro de un proyecto financiado a través de una campaña de crowdfunding, reflexiona sobre el medio ambiente a lo largo de un total de 25 artículos escritos por personas del mundo del periodismo, el arte, la política, el marketing y la sociedad civil. Su envoltorio: de cartón.
"Y tú, ¿por qué plantarías un árbol?". Esa la pregunta que ha hilado el argumentario del llibret, del que se han hecho dos versiones (una reducida y otra de “lujo”) que recogen en alma de los monumentos que Borrull-Socors plantará este ejercicio y que están diseñados y hechos por la propia comisión. La falla grande, de madera y materiales reciclables, estará compuesta por 25 árboles, cada uno con una personalidad y un motivo por el cual ha sido plantado. Tanto esta como la pequeña pueden ser recorridas por los viandantes.
Simplicidad no sólo en el diseño, también en el contenido. Aunque más que simplicidad, una vuelta a los básicos de la misma fiesta. El colectivo Falles Populars i Combatives desveló hace apenas unos días la imagen y contenido de su llibret de falla para 2016, que se enmarca dentro de su proyecto contra el proceso de protección de la fiesta a través de la calificación como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.
La portada muestra la ilustración de una vasija que parece sacada de la Grecia clásica, un elemento que, cuando uno se fija en sus detalles, va más allá de la referencia histórica. Numerosas referencias al dinero, al precio de la cultura y una palabra que centra su discurso 'Patrimoney', el personaje que han inventado para que con su discurso haga reflexionar sobre lo que de verdad significa ser protegido por la Unesco. "Soy la Patri y estoy de moda", con esas primeras palabras inician el colectivo una declaración de intenciones que, además del llibret, acabará materializándose en una falla sobre ruedas.
