TENDENCIAS ESCÉNICAS

'Cadena de montaje' une rabia y talento para denunciar los feminicidios en Ciudad Juárez

Espacio Inestable acoge la representación del texto de la dramaturga canadiense Suzanne Lebeau Cadena de montaje

24/02/2021 - 

VALÈNCIA. La primera acotación del monólogo dramático de Suzanne Lebeau Cadena de montaje describe a su protagonista como “una mujer sola y en cólera”. En un largo y poético soliloquio, el personaje va revelando la indignación y el sentimiento de culpa que la embargan frente a la impunidad de los feminicidios en Ciudad Juárez, anclando esa violencia de género a un sistema capitalista que opta por mirar hacia otro lado con tal de engrasar la rueda del consumo. 

Puede que Carlos Sarrió también sea un hombre en cólera, pero no esta solo en el montaje de este texto. El director de la compañía Cambaleo Teatro se ha rodeado de dos actrices y una coreógrafa para llevar a escena el discurso interior de la dramaturga canadiense. Eva Blanco y Begoña Crespo dividen la voz de Lebeau en dos, “con objeto de darle universalidad al asunto”, y la coreógrafa Carmen Werner, Premio Nacional de Danza 2007, baila un epílogo “chamánico” en el que está acompañada por los objetos que simbolizan a las más de 1.700 mujeres víctimas de violencia en la ciudad fronteriza durante más de un cuarto de siglo.

La formación visita Espacio Inestable los próximos 27 y 28 de febrero. 

Se llamaba Alma

En 1993, apareció en el desierto mexicano el cuerpo medio enterrado de una chica violada y asesinada. Se llamaba Alma Chavira Farel y tenía 16 años. Tan sólo dos días después, le siguió Angélica Luna Villalobos, de la misma edad y embarazada de seis meses. Tras ellas, toda una leontina de niñas y adolescentes, en un promedio de dos cadáveres al mes, eslabones débiles e intercambiables de la cadena de empleadas sin rostro ni voz de las maquilas. 

En contraposición con el periodismo que ahoga la humanidad en datos, Lebeau, y por extensión, Sarrió, no sólo nombran, sino que también indagan en el origen de esta brutalidad de pesadilla. 

“Las muertes comenzaron después de la firma del Tratado de Libre Comercio entre EE.UU y México. Las fábricas donde se producen los productos que se consumen en EE.UU y en Canadá emplean mano de obra barata de mujeres. Todo está imbricado”, expone el director teatral.

La vida cotidiana de las obreras, contratadas por cinco míseros dólares la hora en jornadas de 10 horas, se contrasta en la obra con la vida privilegiada de los propietarios de las empresas, los políticos y los narcos. 

“Suzanne desgrana y describe sus muertes. Es un pasaje muy importante. Hay que oírlo para creerlo, porque la verdad es muy jodida”, avanza Sarrió.

Zapatos rojos, cruces, arena

La primera parte de la pieza es un análisis del contexto, la segunda, un homenaje a las fallecidas y desaparecidas, la gran mayoría, maltratadas, abusadas sexualmente y torturadas con saña. “También queríamos hacer referencia a las mujeres que se están manifestando en las calles de México, a quienes a pesar de estar poniendo sus vidas en peligro, nadie les hace caso”, completa Sarrió.

El espacio se va armando poco a poco con la iconografía de la tragedia y de la protesta. Sobre la arena, se despliegan cruces y zapatos rojos. Se trata de una réplica de la acción realizada por la artista visual mexicana Elina Chauvet a la muerte de su hermana en manos de su cuñado. Aquella iniciativa realizada en 2009 en Ciudad Juárez para conceptualizar la violencia hacia las mujeres se ha extendido a Italia, Argentina, Chile, Ecuador, España y Reino Unido. 

“En ese espacio es donde Carmen, vestida de negro, baila una danza purificadora”, revela el director.

Curiosamente, Suzanne Lebeau está especializada en teatro para niños y jóvenes. Cambaleo ha adaptado cuatro de sus propuestas. Cadena de montaje es, en cambio, para adultos. La dramaturga canadiense afirma que no fue algo buscado: nació como una urgencia. 

“La suya es la reflexión de una mujer occidental que vive en el primer mundo. Ha hecho una lectura socio-político-económica de la situación. Como parte del sistema capitalista, todos somos responsables, porque nos hemos aprovechado de una situación de explotación”, explica el director madrileño, quien cuando supo de este monólogo, no se decidió a hacerlo porque su compañía rara vez adapta textos ajenos en sus montajes adultos. 

Le convenció 2666, novela póstuma de Roberto Bolaño sobre los crímenes cometidos contra mujeres en Ciudad Juárez. En la tercera novela que integra el tomo, La parte de Fate, el escritor chileno escribía lo siguiente: “…Nadie presta atención a estos asesinatos, pero en ellos se esconde el secreto del mundo”.

La lectura decidió a Sarrió a montar la obra de la canadiense. Fue a su encuentro unos meses después, en julio de 2018, fecha en que Lebeau se hallaba, precisamente, en València, donde impartió una charla en el MuVIM organizada por la Associació Valenciana d'Escriptores i Escriptors Teatrals (AVEET) y el Teatre Escalante.

“Esta obra era una deuda que tenía como hombre, más todavía al reparar en que empieza a haber gente que niega la existencia de la violencia de género”, lamenta el director.

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